Para 'volverse loco'
La cl¨ªnica mental de Santa Coloma de Gramanet, una instituci¨®n marcada por los conflictos
La cl¨ªnica mental de Santa Coloma de Gramanet, en el extrarradio de Barcelona, ha atendido a enfermos mentales desde la d¨¦cada de los treinta y actualmente cuenta con 560 pacientes, entre los ingresados como agudos y los de larga residencia. En los ¨²ltimos tres a?os se ha convertido en una instituci¨®n marcada por continuos incidentes.Enfermeros suspendidos por maltratar a pacientes y por inducirles a mantener relaciones sexuales, motines de los presos internados por orden judicial, negativas a admitir a pacientes y problemas laborales planteados por la plantilla asistencial son algunos de los ejemplos que ponen de manifiesto los problemas del centro.
Responsables de la Diputaci¨®n de Barcelona, instituci¨®n de la que depende el centro, reconocen que la imagen del psiqui¨¢trico est¨¢ deteriorada.
El m¨¢s reciente de los incidentes de la cl¨ªnica se produjo la semana pasada, cuando una interna falleci¨® ahogada en la piscina del centro. Antes, a finales de julio, el director m¨¦dico, Adolfo Mas-Yebra, se neg¨® a cumplir una orden de un juez de Sabadell que requer¨ªa el internamiento de un detenido.
El director del centro no le acept¨® porque consideraba que lo ¨²nico que le pasaba al detenido era que se encontraba bajo los efectos del s¨ªndrome de abstinencia. Este incidente provoc¨® la apertura de unas diligencias contra Mas-Yebra por un supuesto delito de desobediencia a la autoridad judicial. Al margen de estos conflictos concretos, el director m¨¦dico declar¨® recientemente en un sumario abierto por malos tratos a pacientes, causa por la que est¨¢n procesados tres ex enfermeros de la cl¨ªnica.
En noviembre de 1986, funcionarios del centro -entre ellos, una religiosa- y pacientes denunciaron que varios internos eran sometidos a malos tratos f¨ªsicos y sexuales. Un interno de edad avanzada fue obligado por los procesados a masturbar a otro paciente. La diputaci¨®n acab¨® suspendiendo de funciones a los implicados en 1987, pero no puso los hechos en conocimiento de la autoridad judicial, que acab¨® siendo alertada por una familiar de los pacientes afectados que fue quien interpuso denuncia.
Falso testimonio
Antes del problema de los enfermeros, en 1985, se abri¨® una investigaci¨®n sobre una denuncia formulada por una paciente que aseguraba haber quedado embarazada por un enfermero. El asunto se cerr¨® porque se trat¨® de un falso testimonio.Con anterioridad se produjo el embarazo de otra paciente que s¨ª result¨® ser cierto. En la misma ¨¦poca tambi¨¦n se abri¨® un expediente a nueve enfermeros de la cl¨ªnica por dormir en el turno de noche.
En 1987, dos jueces de vigilancia penitenciaria denunciaron las condiciones en las que se encontraba un grupo de 15 pacientes que fueron internados por orden judicial. Se trataba de los presos penados o preventivos, que ocupaban un pabell¨®n del psiqui¨¢trico del que no sal¨ªan nunca. Los reclusos protagonizaron numerosos incidentes, y el m¨¢s grave de ellos, en marzo de ese a?o, acab¨® con el incendio de tres habitaciones.
La Audiencia denunci¨® al centro en mayo de 1985 porque un interno, ingresado por v¨ªa judicial, se escap¨® siete veces en un plazo de dos meses. Al mismo tiempo, el personal m¨¦dico y asistencial del centro se neg¨® a atender a los presos por motivos de seguridad. Finalmente, el pabell¨®n dedicado a internados penitenciarios desapareci¨®.
Al margen de los incidentes, profesionales de la psiquiatr¨ªa ponen en cuesti¨®n la idoneidad del tratamiento que reciben los pacientes en la cl¨ªnica de Santa Coloma.
Gran parte de la plantilla de enfermer¨ªa y cuidadores de la instituci¨®n son funcionarios de la diputaci¨®n, y muchos de ellos llevan trabajando d¨¦cadas.
Daniel Font, ex responsable del servicio de psiquiatr¨ªa de la diputaci¨®n y actual parlamentario socialista, admite que en la cl¨ªnica de Santa Coloma el trabajo pedag¨®gico con los pacientes es deficiente, y en su opini¨®n, el origen de esta carencia reside en las inercias del personal de enfermer¨ªa antiguo. Font afirma que actualmente hay un especial cuidado en evitar cualquier tipo de violencia hacia los internos. En este sentido, un cuidador fue despedido recientemente por golpear a un enfermo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.