El 'asunto vietnamita' de Quayle empa?a la convenci¨®n
Un debate sobre el patriotismo, un valor monopolizado por los republicanos, del senador Dan Quayle, elegido para la vicepresidencia por George Bush, empa?¨® ayer la convenci¨®n de Nueva Orleans justo el d¨ªa en el que Bush recibi¨® oficialmente el liderazgo del partido. La sospecha de que el derechista y fotog¨¦nico Quayle utilizara las influencias de su millonaria familia para no ir a la guerra de Vietnam domin¨® el debate en la capital del jazz.
Lo que ten¨ªa que haber sido una noche triunfal de coronaci¨®n de Bush, tras una jornada de castigo ret¨®rico al "liberal y blando con el crimen" Michael Dukakis, se diluy¨® en la discusi¨®n sobre los problemas del joven Quayle, de 41 a?os y su falta de peso espec¨ªfico, que se han convertido en un quebradero de cabeza para Bush. Ni el partido ni la opini¨®n p¨²blica acaban de entender qui¨¦n es Quayle y por que es el n¨²mero dos.George Bush concluy¨® ayer su larga carrera de eterno segundo. Es ya oficialmente el l¨ªder del Partido republicano, su candidato a la Casa Blanca, y se enfrenta ahora a la cuesta arriba de demostrar su liderazgo y su capacidad para suceder a Ronald Reagan. Esta madrugada pronunci¨® ante la convenci¨®n de Atlanta el discurso de aceptaci¨®n, el m¨¢s importante de su vida pol¨ªtica.
En 1969, con el pa¨ªs dividido civilmente sobre la guerra en el sureste asi¨¢tico, Dan Quayle, reci¨¦n salido de la universidad, hizo todo lo posible por no ir a combatir a Vietnam. Consigui¨® cumplir con la patria, en vez de en la jungla vietnamita, en la Guardia Nacional de su Estado natal, Indiana, una especie de ej¨¦rcito de reserva. Es algo que hicieron miles de norteamericanos, sobre todo de la clase alta, para no ir al frente de un conflicto en el que intervinieron sobre todo negros, hispanos y blancos de las clases m¨¢s bajas.
Nadie est¨¢ diciendo que Quayle hiciera nada ilegal. Pero hab¨ªa un as largas listas de espera para ingresar en la Guardia Nacional -estuvo en una unidad de comunicaciones hasta 1975- y Quayle, heredero de una familia quie ha hecho cientos de millones de d¨®lares publicando peri¨®dicos de provincias, lo logr¨®. El senador, que est¨¢ siendo examinado con lupa, es un halc¨®n y el prototipo de pol¨ªtico duro que habla de la necesidad de una Am¨¦rica fuerte. En su. primera conferencia de prensa fue confrontado aqu¨ª con su actitud ante la guerra de Vietnam. "Es un ataque barato", respondi¨® pensando que se quitaba de encima el tema. Pero horas despu¨¦s, entrevistado por las cadenas de televisi¨®n CBS y NBC, tuvo que ser m¨¢s expl¨ªcito.
"?Se escap¨® usted del combate activo en Vietnam?". "Me hac¨ªa preguntas sobre la forma en que se llevaba la guerra, pero quer¨ªa servir en las fuerzas armadas y lo hice. Y estoy orgulloso". "?Le daba miedo combatir?" "No, absolutamente no. Estaba deseando y dispuesto a servir a mi pa¨ªs. La Guardia Nacional es un buen grupo y si mi unidad de Indiana hubiera sido llarriada, como fueron algunas, habr¨ªa ido a Vietnam". "?Utiliz¨® la influencia de su familia para entrar en la Guardia?" "Han pasado ya 20 a?os de esto. Hice saber a alguna gente que quer¨ªa ingresar en la Guardia Nacional. Se hicieron llamadas de tel¨¦fono, no puedo acordarme. Yo entonces quer¨ªa seguir estudiando (acababa de graduarse en Ciencias Pol¨ªticas) y casarme".
La historia no tiene potencial para destruir a Quayle, a quien na.die est¨¢ acusando de cobarde, pero se suma a las dudas que suscita su personalidad, o m¨¢s bien su falta de ella. Probablemente sea injusto pero la Prensa no soltar¨¢ el hueso Los dem¨®cratas han iniciado sus ataques contra Quayle al que presentan inexperto frente a su candidato a la vicepresidencia, Lloyd Bentsen.
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