Moscard¨®n
Una paloma torcaz zurea en el tejado, cantan varios gallos de la vecindad, en la mosquitera de la habitaci¨®n est¨¢ vibrando una luz malva. Amanece. Al otro lado de la barda suenan las tijeras de un belga jubilado que trasquila un enebro, y ¨¦ste, al sangrar, perfuma el aire donde vuelan p¨¢jaros encendidos por su costado de Oriente. Mientras desayuno t¨¦ con mermelada, las palmeras sin prisa permanecen extasiadas, y de la mar blanca, bajo un cielo tambi¨¦n de harina, el primer sol extrae vetas de p¨²rpura. Todo se halla preparado para otro d¨ªa t¨®rrido en que el calor despiadado podr¨ªa servir de eximente si uno matara a alguien. No obstante, hoy me he propuesto ser feliz. En este momento la perra persigue por el jard¨ªn a una mariposa que se ha parado en lo alto de la yuca y yo me rasco la espalda por dentro del pijama. ?Qu¨¦ podr¨ªa hacer hoy para redimirme? Me pongo a bostezar.Ir¨¦ a comprar tomates al mercado, y all¨ª, durante una hora, me detendr¨¦ a analizar los matices de cada fruta reflejados en la carne lozana de las verduleras, y acogido por el perfume de los salazones a la sombra de los toldos que ciernen una luz de azafr¨¢n envolver¨¦ el pan con el peri¨®dico del d¨ªa y luego navegar¨¦ hasta alta mar para ba?arme en las aguas azules, y cuando me encuentre flotando sobre los destellos de diamante pensar¨¦ un instante en la belleza inmoral. De regreso, sin duda, en casa me esperar¨¢ una ensalada de pimiento y berenjena con albahaca, un arroz con sabor a pescado y el fogonazo de una sand¨ªa contra la pared de cal. A la hora de la siesta, una brisa de yodo hinchar¨¢ las cortinas de las estancias en penumbra y sobre el aparador estar¨¢ el botijo de agua fresca, y un moscard¨®n de oro zumbar¨¢ fuera cabeceando a veces en el cristal. Al atardecer leer¨¦ algunas p¨¢ginas paganas sentado en un blanco sill¨®n de mimbre con un granizado de caf¨¦ en la mesa de m¨¢rmol, y de esta forma esperar¨¦ a que. lleguen las tinieblas del Mediterr¨¢neo, y entonces me pondr¨¦ a contar en el interior de mi propia alma estrellas errantes sin esperar nada m¨¢s.
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