Los empleados espa?oles exigen negociar su futuro

En Torrej¨®n trabajan ahora 1.200 espa?oles. El 95% de sus puestos de trabajo desaparecer¨¢ cuando concluya la prevista salida . del Ala 401 de F- 16, que debe realizarse en el plazo de tres a?os a partir de la firma del nuevo convenio bilateral. Con los aviones, abandonar¨¢ Torrej¨®n pr¨¢cticamente la totalidad de los americanos destinados en la base. Los representantes de los trabajadores ya han mantenido entrevistas con altos cargos del Ministerio de Defensa y con mandos militares americanos para negociar soluciones posibles, pero insisten en que se les niega informaci¨®n.Con mandos estadounidenses, los representantes de los empleados espa?oles han mantenido dos entrevistas en las dos ¨²ltimas semanas. Los americanos les han prometido que no se producir¨¢n despidos sin escuchar antes a los miembros del comit¨¦ de establecimiento o comit¨¦ sindical, cuyos integrantes han solicitado que los trabajadores espa?oles en la base tenga? prioridad a la hora de cubrir vacantes en otras bases de uso conjunto, como Zaragoza, Rota o Mor¨®n.

Nuevos empleos

El Ministerio de Defensa ha asegurado que muchos de los trabajadores afectados podr¨¢n contar con puestos de trabajo alternativos en la Administraci¨®n militar espa?ola y que tambi¨¦n podr¨¢ establecerse un plan de jubilaci¨®n anticipada o de retiros incentivados, si bien el Gobierno espa?ol estima que parte de las indemnizaciones deben ser sufragadas por Estados Unidos.Casualmente, el primer puesto de trabajo en peligro en Torrej¨®n es el de Julio Hoyos, miembro de dicho comit¨¦, destinado en el departamento de distribuci¨®n de material a las escuelas americanas en bases europeas. Otro n¨²embro de la misma representaci¨®n han sido objeto en estos d¨ªas pasados de un nuevo conflicto entre comit¨¦ y autoridades -estadounidenses, a ra¨ªz de que ¨¦stas registraran el lugar de trabajo del empleado en busca de boletines sindicales en los que se criticaba con dureza a los mandos americanos.

Este segundo miembro del comit¨¦ est¨¢ destinado en la imprenta de la base y, seg¨²n informa el propio comit¨¦, las autoridades americanas sospecharon que el bolet¨ªn hab¨ªa sido elaborado en esa imprenta, por lo que registraron el lugar el pasado 14 de julio y encontraron varios ejemplares del bolet¨ªn preparados para su distribuci¨®n.

Seg¨²n fuentes del comit¨¦, el autor del registro fue un funcionario estadounidense apellidado Indresano, quien, de acuerdo con esas fuentes, no respet¨® la legislaci¨®n espa?ola al respecto, ya que para realizar un registro de ese tipo debe contarse con la presencia de representantes de los trabajadores. El comit¨¦ ha denunciado el hecho y estima que del mismo pueden derivarse responsabilidades legales.