Econom¨ªa sumergida

A mi regreso de una corta ausencia he repasado toda la Prensa y me han llamado la atenci¨®n unas cr¨®nicas viajeras por tierras de Grecia, Creta, Rodas, ?feso, Estambul y algunas islas; tambi¨¦n un cabotaje por Menorca y la costa catalana y otro por aguas de Venecia. Son francamente para deleitar a cualquier lector interesado en la narrativa.Tambi¨¦n he le¨ªdo las columnas diarias, de las que destaco una de Maruja Torres. Maruja Torres es una de las mejores columnistas de la Prensa espa?ola, y adem¨¢s tiene un fino sentido del humor, que mucha falta est¨¢ haciendo en este pa¨ªs cargado de problemas y penurias. Su columna publicada con el t¨ªtulo de PIB (Polvo Interior Bruto) es una buena prueba de su humorismo. Ahora bien, no me salen las cuentas: si en Espa?a, cuna del macho ib¨¦rico y de la temperamental Carmen, se emplean solamente 80 millones de condones al a?o, pueden ocurrir dos cosas: que el macho ib¨¦rico y la Carmen est¨¦n en decadencia o que el globito se use poco, porque si se estima la poblaci¨®n polvorienta en 20 millones y dividimos la cifra entre dos (los usuarios por cada polvo) nos sale un rendimiento de ocho polvos al a?o per c¨¢pita en el caso de la higi¨¦nica utilizaci¨®n de la goma y de 16 en el caso del repugnante lavado para la repetici¨®n.

Las estad¨ªsticas estiman que un redimiento anual per c¨¢pita de 250 polvos es moderado, y si se utiliza el cond¨®n en un 50% de las actuaciones y se divide entre dos, nos dar¨ªa la fabulosa cifra de 1.250 millones de condones para una vez y 625 millones con lavado.

El departamento de marketing de los fabricantes deber¨¢ moverse a ritmo m¨¢s acelerado para aumentar la utilizaci¨®n del globito, porque un 3,2% sobre la cifra global (valga la redundancia) me parece demasiado bajo y susceptible de elevarse. Por otra parte, puestos a lavar condones, entiendo que podr¨ªa crearse una empresa de recuperaci¨®n para la exportaci¨®n. Efectivamente, mediante un procedimiento de lavado mec¨¢nico podr¨ªan, incluso, te?irse de colores y exportarlos a Estados Unidos para venderlos al Partido Republicano o al Dem¨®crata para alegrar esas convenciones tan coloristas que con frecuencia nos muestra la televisi¨®n. Ellos deber¨¢n comprometerse a inflarlos y a mezclar los colores a su gusto.

Si se negocia a un m¨®dico precio Fob de 50 pesetas cond¨®n, se obtendr¨ªa un volumen de 4.000 millones de pesetas cada a?o.

Claro que a lo mejor la CEE considera que se trata de econom¨ªa sumergida.- Carlos Fleitas Alonso.