Evocaci¨®n y recuerdo de Rafael Bergam¨ªn
Cuando, por causa de la guerra, Rafael Bergam¨ªn se exilia a Venezuela, ya su obra de arquitecto ha tenido un reconocimiento no s¨®lo en Espa?a, sino tambi¨¦n en Europa. Deja hecha una importante obra, en construcciones que a¨²n perduran. En sus viajes ha entrado en contacto con revolucionadores de la arquitectura y de las artes pl¨¢sticas en general -Gropius, Le Corbusier, Theo van Doesburg- y se ha entusiasmado, sobre todo en Holanda, con el ladrillo, cuya vuelta propugna. Caracas es todav¨ªa una ciudad te?ida en lo arquitect¨®nico de herencias coloniales, pero est¨¢ a punto de comenzar a ser una capital moderna, con empuje y en pleno desarrollo econ¨®mico. Bergam¨ªn contribuir¨¢ a ello con sus realizaciones personales, su esp¨ªritu emprendedor y su magisterio.Rafael Bergam¨ªn es sin duda uno de los arquitectos m¨¢s activos de la que se ha llamado generaci¨®n de 1925. La arquitectura, piensa ¨¦l, debe responder principalmente a lo que el hombre, que no es frente a ella un mero contemplador, sirio tambi¨¦n un usuario, le pide y, por tanto, debe estar presidida por la sobriedad y la sencillez en aras de la econom¨ªa. El concepto de utilidad est¨¢ en este arquitecto muy por delante del de exhibici¨®n o adorno, y en tal sentido el elemento de belleza, al que no puede renunciar porque si no no ser¨ªa arte, se remansa en unas l¨ªneas muy simples, sin la menor concesi¨®n.
Ejemplo rotundo del hacer arquitect¨®nico de Rafael Bergam¨ªn, de su intencionalidad al trabajo, es la colonia de El Viso, primer intento espa?ol de construcci¨®n de un barrio de nueva planta, en el que el art¨ªfice lo supedita todo a la funcionalidad, fiando cuanto tenga que ver con el exorno a los colores con que se pintan las fachadas y a la vegetaci¨®n, para la que deja el suficiente espacio, ya que lo que el arquitecto tiene en mente al dise?ar la colonia es la ciudad-jard¨ªn o, por mejor decir, el jard¨ªn-ciudad, que el escaso tr¨¢fico de la ¨¦poca en que se levanta, junto al car¨¢cter de oasis que intencionadamente su creador le otorga, permit¨ªa hacer.
Se podr¨¢ estar o no del todo de acuerdo en el tema de la ausencia total de elementos ornamentales como norma, pero al juzgar la obra de un artista no hay que medir la distancia que media entre lo que ¨¦l reaIiz¨® y nuestros gustos personales, sino entre lo que se propuso llevar a cabo y los resultados que logr¨®. Y en este sentido, no cabe duda de que Rafael Bergam¨ªn fue consecuente con su ideario est¨¦tico casi en un ciento por ciento, como lo acredita no s¨®lo el citado conjunto residencial, sino tambi¨¦n la casa del marqu¨¦s de Villora, en el barrio de Salamanca.
La Espa?a del primer cuarto de nuestro siglo vive con un considerable retraso respecto a Europa, de la que no se decide a formar parte con todas sus consecuencias. Los Pirineos son un muro infranqueable por aquel entonces. Es la Espa?a que Manuel Aza?a, desde su actitud de estudioso del pensamiento filos¨®fico, soci¨®logo y pol¨ªtico europeo, muy especialmente de la realidad pol¨ªtica francesa y sus realizaciones, quiere modernizar, poner a la hora del mundo. En un pa¨ªs as¨ª es imposible que broten ideas absolutamente nuevas, insertadas en una din¨¢mica creativa sin soluci¨®n de continuidad con la mitificaci¨®n de una suerte de inmovilista. Por eso, determinados creadores, como es el caso de Rafael Bergam¨ªn, son renovadores por el solo hecho de asomarse a Europa e importar nuevas ideas; por poner su reloj a la hora del continente, que es lo que hace el grupo de arquitectos de 1925, tras viajar por Francia, Alemania y Holanda.
Exposici¨®n de Par¨ªs
En una mesa redonda organizada por la revista Hogar y Arquitectura, y recogida en sus p¨¢ginas, reconoc¨ªa Bergam¨ªn el impacto que les caus¨® a ¨¦l y a sus compa?eros de grupo la visita a la Exposici¨®n de Artes Decorativas de Par¨ªs en 1925. En un art¨ªculo que envi¨® desde all¨ª, compar¨® los nuevos movimientos arquitect¨®nicos que detect¨® en la capital francesa con una borrasca, en comparaci¨®n con la cual Madrid se le presentaba como un lugar "donde no se mueve ni la hoja de un r¨¢bano". Comprueba la gran penuria de la arquitectura espa?ola y decide poner remedio a la situaci¨®n.
Valorada por el propio Bergam¨ªn, que la expres¨® muchas veces, su labor parece muy f¨¢cil. Se trat¨® fundamentalmente de asimilar lo nuevo y, antes a¨²n, de rechazar el academicismo que le quisieron imponer en la escuela. Lo dijo muchas veces: "La escuela nos sirvi¨® solamente para aprender lo que ten¨ªamos que hacer". Pero el hecho cierto es que ni Bergam¨ªn ni ning¨²n otro de los principales creadores de la generaci¨®n a que pertenece se limit¨® a llevar a cabo un traslado de ideas. Es un aut¨¦ntico creador. De hecho, si examinamos su trayectoria, comprobamos que no hizo lo que hizo porque viaj¨® por Europa, sino que viaj¨® por Europa para hacer lo que quer¨ªa hacer. Analizando sus escritos, se advierte que Bergam¨ªn intuy¨® la arquitectura moderna, racional, geometrizante, funcional, basada en el ladrillo y dispuesta para recibir una abundante vegetaci¨®n, dejando espacios abiertos no s¨®lo al entorno inmediato, sino tambi¨¦n a la cercana sierra y a la b¨®veda del cielo. Analizando sus realizaciones, se comprueba que fue lo que ten¨ªa que ser en su momento. De ah¨ª que su memoria merezca el reconocimiento y homenaje de los espa?oles.
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