La empresa
Poner un negocio, abrir un estudio, trabajar por su cuenta. Si se recorren las aspiraciones profesionales de un buen n¨²mero de empleados en grandes empresas, la meta no es mejorar dentro de ese ¨²tero, sino dejar la vinculaci¨®n a esa maternalidad abusiva. El fen¨®meno ha comenzado a extenderse entre los nuevos trabajadores y entre los que no son tan nuevos. Aproximadamente dos terceras partes de los j¨®venes europeos que se adhieren a un empleo lo hacen en condiciones de francotiradores de la econom¨ªa. No es s¨®lo un efecto de la dificultad para integrarse laboralmente. Es una elecci¨®n, manifiesta en el establecimiento de peque?os comercios, talleres y tiendas de artesan¨ªa, contratos por tareas, fundaci¨®n de empresas m¨®viles y circunstanciales. El sue?o de quien termina sus estudios se va apartando cada vez m¨¢s del destino que le aguardar¨¢ en una gran multinacional, donde habr¨¢ de encontrar desde su salario hasta su rango social, desde la guarder¨ªa de sus hijos hasta el gimnasio, desde los bonos para comprar regalos hasta los campamentos de vacaciones. Incluso la esposa en unos casos y la amante o el amante en casi todos, provendr¨¢ tambi¨¦n de ese medio omn¨ªmodo. La corporaci¨®n nunca ha significado m¨¢s la encarnaci¨®n de una matriz donde se vive, se enferma, se envejece y se muere. Que la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales acabe de anunciar el ofrecimiento a los sindicatos de participar econ¨®micamente en la sociedad es el paso coherente con la tendencia de la integraci¨®n absoluta. Las inversiones de los ahorros, la actividad del club social, el juego de la bolsa o del squash, la pr¨¢ctica sindical y pol¨ªtica inclusive, el tiempo entero, es engullido y metabolizado por la bolsa marsupial de la entidad.La reivindicaci¨®n del_free-lance y del quiosco en la playa, de la peque?a aventura mercantil con amigos, la oficina liberal, la asistencia exterior, la ocupaci¨®n a tiempo parcial, son formas con las que una nueva oleada de trabajadores trata de preservar su intimidad y su libertad frente al mito del empleo.
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