Diego Alonso Plaza

Le gustan los compositores rusos, aunque sin olvidar al gran maestro Juan Sebasti¨¢n Bach, y, pese a su corta edad, es capaz de interpretar algunas piezas al piano. Es Diego Alonso Plaza, de cinco a?os de edad, un ni?o valenciano superdotado que aprendi¨® a decir "pap¨¢" entonando la escala musical y a los pocos meses ya reconoc¨ªa las notas de un piano. En febrero pasado fue recibido por la Reina y ahora est¨¢ a punto de marchar a un colegio especializado en Estados Unidos. Pero a Diego le gusta, sobre todo, jugar.

Los primeros contactos que tuvo este ni?o con la m¨²sica se remontan a los meses inmediatamente anteriores a su nacimiento. Sus padres, Manuel y Rosa, son aficionados a la m¨²sica, y durante el embarazo decidieron seguir el m¨¦todo de Masaru Ibuka, fundador de la compa?¨ªa Sony, para iniciar en la m¨²sica a su futuro hijo. Manuel y Rosa hab¨ªan iniciado estudios de piano y viol¨ªn, respectivamente, en el conservatorio y pensaron que esa experiencia "podr¨ªa ser interesante". El m¨¦todo consiste en la repetici¨®n de una serie de notas, siempre las mismas y en un mismo tiempo musical, para introducir despu¨¦s algunas variaciones.Diego demostr¨® muy pronto tener cualidades poco habituales. A los seis meses ya distingu¨ªa los sonidos y las notas y poco despu¨¦s aprendi¨® a decir "pap¨¢" entonando la escala musical. Con un a?o, cuando a¨²n no hablaba, era capaz de entonar los intervalos de tercera dando nombre a las notas. A los dos a?os y medio reconoc¨ªa el valor de las notas, los n¨²meros y las cifras. Meses despu¨¦s empez¨® a leer sin esfuerzo. Desde hace un a?o va a un colegio ingl¨¦s y ahora lee sin problemas en ese idioma. Su coeficiente de inteligencia (CI) es de 139 y tiene enorme facilidad para el c¨¢lculo num¨¦rico.

Contada as¨ª, la corta historia de este ni?o valenciano puede parecer incre¨ªble, pero lo cierto es que actualmente es capaz de tocar algunas piezas al piano. Tiene lo que se llama o¨ªdo absoluto, y eso le permite distinguir varios sonidos simult¨¢neos emitidos por instrumentos diferentes. Seg¨²n los ex¨¢menes a los que ha sido sometido por varios expertos, tiene una selectividad auditiva totalmente abierta.

Sin embargo, este peque?o portento parece ajeno a todo ello y asegura con desparpajo que lo que le gusta es jugar. Su rinc¨®n preferido es debajo del piano de su padre. Se hace acompa?ar por un oso de peluche que le regal¨® la Reina, quien le recibi¨® en febrero pasado. Le gusta el f¨²tbol -"mi equipo es el Atl¨¦tico de Madrid"- y el atletismo -"corro m¨¢s r¨¢pido que Ben Johnson", asegura-, aunque dice que prefiere escuchar cuentos.

En cuanto a la m¨²sica, le gustan mucho los compositores rusos, "porque es m¨²sica m¨¢s fuerte, pero tambi¨¦n me gustan Bach y Beethoven". No conoce ninguna canci¨®n de Hombres G, aunque s¨ª ha escuchado a Montserrat Caball¨¦, Jos¨¦ Carreras y Pl¨¢cido Domingo. Al preguntarle por el rock, contesta sin parpadear: "?sos cantan muy mal".

En octubre, Diego se trasladar¨¢ a Florida (EE UU) para integrarse en la Mackintosh Acaderny, un colegio especializado en ni?os superdotados. Aunque probablemente el ni?o gozar¨¢ de una beca, sus padres, que le acompa?ar¨¢n, van un poco a la aventura. Conf¨ªan en encontrar trabajo y lamentan no haber recibido apoyo institucional.