Comportamiento poco tur¨ªstico
La autora de este art¨ªculo relata su experiencia vivida en Cuba durante una visita que se vio interrumpida por las autoridades de la isla. Fue expulsada del pa¨ªs tras ser acusada de comportamiento ajeno a su condici¨®n de turista
Llegu¨¦ a Cuba el 4 de septiembre con la idea de estar all¨ª nueve d¨ªas y conocer ese pa¨ªs, su cultura y sus habitantes; ten¨ªa tambi¨¦n previsto visitar a los amigos y familiares de mis amigos cubanos en Espa?a, tanto gente integrada a la revoluci¨®n como otros que esperan salir o pertenecen al Comit¨¦ Cubano Pro Derechos Humanos.Desde el principio intent¨¦ conocer bien la ciudad de La Habana y su Cultura; pase¨¦ por el casco viejo, el Malec¨®n, y presenci¨¦ los ritos de babalaos, que me hablaron de la religi¨®n afrocubana; visit¨¦ museos y consegu¨ª hablar o entrevistarme a veces con personas que se ocupan de distintas ramas de la cultura; as¨ª conoc¨ª al encargado de informaci¨®n del Centro Alejo Carpentier, Rafael Rodr¨ªguez Sosa, que me explic¨® amablemente todo lo que me interesaba sobre el centro, sus actividades y su visi¨®n de la cultura cubana; entre otras cosas, me interes¨® el criterio que siguen las editoriales a la hora de publicar, le se?al¨¦ que sorprend¨ªa ver en las librer¨ªas muchos autores cubanos, rusos, checos... y la ausencia de grandes figuras, tanto de cubanos exiliados como de otros autores extranjeros; su respuesta fue que, dada la imposibilidad que tienen de pagar en moneda convertible, muchos autores no pueden ser publicados, pues no aceptan cobrar en pesos; yo, en mi agenda, apunt¨¦ esquem¨¢ticamente esa respuesta igual que muchas otras, no supon¨ªa que m¨¢s tarde esa breve nota ser¨ªa utilizada contra m¨ª y denominada "investigaciones sobre la estructura econ¨®mica interna".
Gracias a unos amigos comunes pude tambi¨¦n ponerme en contacto con Jos¨¦ Lorenzo Fuentes, escritor cubano, que me relat¨® su odisea por conseguir que le sea reconocido un libro sobre el que tambi¨¦n se reclama autor Ricardo Bofill, principal opositor al r¨¦gimen en el interior del pa¨ªs por haber fundado el Comit¨¦ Cubano Pro Derechos Humanos; tom¨¦ nota de todo lo que me pareci¨® interesante, de su condici¨®n de ex preso por haber sido acusado de agente de la CIA, de fechas de art¨ªculos escritos por periodistas sobre el tema, de sus nombres..., de su versi¨®n sobre las manipulaciones de la CIA en el asunto. Tampoco supon¨ªa que estos datos se considerar¨ªan como informaci¨®n m¨ªa sobre la famosa agencia ni que se consideraran elementos claves las fechas y los nombres de peri¨®dicos y periodistas que ya hab¨ªan hablado del tema, por otro lado favorable al Gobierno cubano, ya que si es cierto el relato de Fuentes, podr¨ªa utilizarse para desacreditar al disidente Ricardo Bofill.
Durante esos d¨ªas fui tambi¨¦n a la playa, a casa de una familia privilegiada por su situaci¨®n econ¨®mica, parientes de mis amigos; tom¨¦ fotos de todos ellos, que promet¨ª enviar; esos carretes fueron sacados de mi maleta y revelados en Seguridad del Estado; supongo que tendr¨¢n problemas y aprender¨¢n a dejar de ser hospitalarios.
Tambi¨¦n fui a ver a familiares de amigos m¨ªos cubanos, o ya espa?oles, personas que viven all¨ª tranquilas y que son felices oyendo noticias de sus hijos o padres ... ; les llevaba regalos de sus parientes: jab¨®n, cepillos de dientes, zapatos, de todos ellos tom¨¦ fotos para ense?ar a sus familiares en Espa?a.
Tuve tambi¨¦n una entrevista con el encargado de poes¨ªa de la UNEAC, el doctor Luis Marr¨¦, escritor, hombre del partido con un criterio cultural independiente por encima de su ideolog¨ªa pol¨ªtica, que me cit¨® el nombre de varios autores cubanos del exilio a los que admira, como Gast¨®n Baquero y Lidia Cabrera entre otros; no supon¨ªa que estos nombres ser¨ªan considerados como "lista de traidores a la patria"; en el mismo papel tom¨¦ nota de los escritores j¨®venes cubanos con una obra de calidad, que Luis Marr¨¦ me indic¨®; Seguridad del Estado no quiso creer que el inter¨¦s fuera s¨®lo literario y me hicieron reiteradas preguntas sobre el origen de la lista y la causa de mi inter¨¦s.
Entrevista
Al quinto d¨ªa de estar en Cuba fui a visitar a la doctora Natividad Gonz¨¢lez Freire, periodista, marginada desde que su marido, el escritor C¨¦sar Leante, pidiera asilo en Espa?a y ella solicitara la salida del pa¨ªs para reunirse con ¨¦l hace ya siete a?os. Decidimos hacer una entrevista en la que contara su caso; la grabaci¨®n s¨®lo conten¨ªa la denuncia que ella har¨¢ ante la comisi¨®n de derechos humanos de la ONU que visita Cuba.
Cuando esa noche llegu¨¦ al hotel, dos personas con uniforme del Ministerio del Interior me exigieron que les acompa?ara; cuando les pregunt¨¦ el motivo, respondieron que me lo explicar¨ªan en la oficina, pero que yo ya sab¨ªa que no me estaba comportando como una turista; les pregunt¨¦ c¨®mo deb¨ªa comportarse una turista y respondieron que deb¨ªa dedicarse al descanso y la recreaci¨®n. A continuaci¨®n sucedieron una serie de acontecimientos que s¨®lo porque los he vivido puedo creerlos.
Me condujeron en un coche a una zona residencial, entramos en un edificio de dos plantas, me quitaron el bolso; ante la insistencia de quedarme con ¨¦l, lo revisaron y se quedaron con lo que les pareci¨®, entre otras cosas mi agenda de notas y direcciones, que luego les servir¨ªa para las grotescas acusaciones, la cinta con la entrevista a Natividad Gonz¨¢lez Freire, el carrete de la m¨¢quina, mi pasaporte, mi carn¨¦ de identidad y del colegio de abogados; a continuaci¨®n me indicaron que bajara a un s¨®tano, me negu¨¦ a hacerlo sin una explicaci¨®n y reclam¨¦ mi derecho a ponerme en contacto con la Embajada o el Consulado espa?ol lo que me fue negado y no quisieron explicarme el motivo del secuestro; alegando que estaba cansada y que necesitaba dormir, fui encerrada a la fuerza, volv¨ª a subir y a llamar a la puerta; como no abr¨ªan, hice sonar las alarmas; ante el estruendo tuvieron que abrir para intentar apagarlas; como les amenac¨¦ con hacer un esc¨¢ndalo por secuestro, el inspector prometi¨® bajar a explicarme todo en cinco minutos; me negu¨¦ a esperar dentro y me encerraron a la fuerza, nadie vino a darme una explicaci¨®n; a las 14 horas de estar encerrada me llamaron y fui sometida a un interrogatorio de dos horas y media que supongo fue grabado por la manera de preguntarme que ten¨ªan, por ejemplo mostr¨¢ndome unas fotos de monumentos o de amigos me preguntaba muy solemne si reconoc¨ªa que esas fotos hab¨ªan sido tomadas con mi m¨¢quina, como si se tratara de algo grave, yo lo reconoc¨ªa y les preguntaba la importancia que ten¨ªa hacerlo.
Acusaciones rid¨ªculas
El contenido de mi cuaderno de notas sacado de su contexto sirvi¨® para acusaciones rid¨ªculas; las fotos que no eran de paisajes, para demostrarme que no hab¨ªa ido de turista; por suerte no tom¨¦ fotos del puerto, pues quiz¨¢ hubieran considerado los barcos como objetivos militares, lo ¨²nico que, seg¨²n explic¨® el primer d¨ªa la gu¨ªa, estaba prohibido fotografiar.
Se me acus¨® de ser mensajera entre una agente de la CIA y traidores que quieren acabar con el sistema por llevar dos tarjetas de la doctora Marta Frayde a Gustavo Arcos y a Ricardo Bofill con id¨¦ntico mensaje: "Dichosos los que luchan por la paz".
Pretend¨ªan hacer pasar por un documento comprometedor una partida de nacimiento. El punto ¨¢lgido tuvo lugar cuando me mostraron el art¨ªculo de Cabrera Infante aparecido en EL PA?S el 9 de agosto de 1988, del que yo llevaba una fotocopia, como la prueba de que intentaba introducir en el pa¨ªs documentaci¨®n contra el sistema, y calificaron el objeto del delito como "art¨ªculo escrito por un traidor ridiculizando nuestro sistema, publicado en un peri¨®dico reaccionario'.
Por ¨²ltimo, ante mi "falta de voluntad de cooperar con ellos", me dijeron que "se guardaban el resto de las pruebas", y me comunicaron que saldr¨ªa de Cuba dentro de una hora; ped¨ª comunicarme con mi Embajada, Consulado o con alguien del exterior, y no se me permiti¨®. Con un coche de escolta y cinco polic¨ªas fui llevada al aeropuerto y expulsada de Cuba antes de terminar mis vacaciones.
espa?ola, es abogada.
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