Otra asignatura
Para cuando estas l¨ªneas vean la luz, m¨¢s de 20.000 chavales habr¨¢n acudido al vel¨®drorro de Anoeta para asistir a su primera pel¨ªcula contemplada sin nitei¨®n publicitaria.Llegan en tropeles diarios de 4.500, pastoreados por sus monitores, y se les coloca ante una pantalla -?pizarra?- de 250 metros cuadrados. All¨ª se les instruye en un argumento entre King Kong y Frankenstein con moralina sobre experiencias biol¨®gicas con simios. Y esto deja boquiabiertos a los j¨®venes profanos en el arte de ir al cine. La sala de penumbras que fue para nosotros gruta de felicidad y de fuga, ahora se transforma en jolgorio magn¨¢nimo que, como tal, puede terminar resultando sospechoso al fino instinto infantil.
Quede claro que la iniciativa, que corresponde a Renfe, merece el mayor encomio. En los pueblos los cines mueren y son sustituidos por zapater¨ªas, billares electr¨®nicos o establecimientos bancarios. Crios de hasta 14 a?os creen que el cine es una particularidad del ¨ªdolo unicuo y tir¨¢nico: la tele familiar. El experimento consiste en desmentirles esa ilusi¨®n cotidiana instal¨¢ndoles ante el fen¨®meno genuino con toda su monumentalidad sobrenatural, manifestada en dolby stereo y con car¨¢cter, por tanto, eminentemente lit¨²rgico.
Cierto que no se sienten las mismas vibraciones participando multitudinariamente de una historia audiovisual que tumbado en la hogare?a alfombra. El cat¨®lico sistema de los rombos en TV denota a las claras que la programaci¨®n para adultos fue siempre escasa, que los diversos entes del gremio est¨¢n dirigidos al auditorio infantil. El ritmo de percepci¨®n y emoci¨®n tiene controlado desde hace dernasiados a?os por las antenas piramidales y parab¨®licas y a¨²n no se ha construido el aparato c¨®smico disuasorio que las anule.
Es un gesto enciclop¨¦dico, tan meritorio como dudoso: el cine puede terminar reducido a asignatura y proporcionar nuevos sectores de fracaso escolar. De todos modos, la chiquiller¨ªa solicitaba ayer aut¨®grafos a Liv Ullvman, esquema cinematogr¨¢fico altamente instructivo. Lo adecuado ser¨ªa, tal vez, que fuesen los padres y no los centros de ense?anza los que aconstumbrasen a sus reto?os a ver cine en vivo. Es la ¨²nica forma de vencer al p¨¦rfido ojo b¨ªblico del living.
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