Los vascos
Entelequias aparte, resulta veros¨ªmil que de una literatura vasca oral surgiese una narrativa imaginada. En Euskadi se prodigan los realizadores, va aumentando el arsenal de gr¨²as y moviolas y, aunque se sigue yendo a los laboratorios madrile?os para revelado y sonido, ya se va confirmando un sustrato aut¨®ctono de t¨¦cnicos y actores de car¨¢cter.Como ocurre siempre, el obst¨¢culo principal lo constituye la financiaci¨®n. Los promotores buscan la plata en el Ministerio de Cultura, donde por cierto existe un representante perpetuo de la Asociaci¨®n de Productores Vascos, y en la del Gobierno de Vitoria, donde hay otro delegado de la antedicha organizaci¨®n, cuyos fines son la solidaridad. y el intercambio de confidencias y experiencias, adem¨¢s de garantizar la realidad de lo que para muchos no pasa de la f¨¢bula: el cine vasco, el cine concebido en y desde Euskal Herria.
El jueves hubo marat¨®n de cine vasco en el Petit Casino, y en ¨¦l se ofrecieron seis largometrajes. Se estrenaron Azpeitia-An-napurna 2, de Agust¨ªn Arenas, y Abenturak eta Kalenturak, cinta producida por Koldo Izaguirre con gui¨®n de Bernardo Atxaga y direcci¨®n de Luis Goya. Se reestrenaron Ander eta Yul, de Ana D¨ªez, y Vientos de c¨®lera, de Pedro de la Sota. Siguen en la brecha nombres de peso, como Imanol Uribe, Pedro Olea, que tiene entre manos un proyecto titulado El intruso, y Juan Ortuoste, con El mar es azul.
No llegaron a tiempo al festival, Escorpi¨®n, de Ernesto Teller¨ªa, y Lluvia de oto?o, de Jos¨¦ ?ngel Rebolledo. Ant¨®n Ezeiza termin¨® gui¨®n, con Koldo Izaguirre, de Ke arteko egunak. Est¨¢n en ciernes la coproducci¨®n vasco-catalana de Ferr¨¢n Llagostera Gran Sol y un largometraje de dibujos, En busca del ¨¢mbar gris, de Juan Bautista Berasategui.
Puestos en contacto con Mari ?ngeles Goikoa, secretaria de la Asociaci¨®n de Productores, declar¨® que el cine vasco se ha librado de la artificialidad inicial para consolidarse en el espacio que le corresponde. No le falta cantera y ETB se compromete a adquirir los derechos de tres producciones. En cuanto a la Consejer¨ªa de Cultura, ¨¦sta dar¨¢ m¨¢s dinero a menos pel¨ªculas.
Con lo que ahora se distribuye no hay ni para maquillajes, y el resto han de hac¨¦rselo con cr¨¦ditos y hasta del propio bolsillo, como nos hizo saber Mikel Aramburu, de Sendeja Films, quien ya ha conseguido la subvenci¨®n de Madrid y solicitado la de Vitoria para su comedia La tribu moderna. Otra obra en marcha es Todo por la pasta, de Joaqu¨ªn Trincado. Las 12 o 13 productoras existentes en Euskadi desear¨ªan que, como sucede en Francia, la Administraci¨®n redujese impuestos a aquellas empresas que ayudaran como sponsors a la producci¨®n cinematogr¨¢fica.
Pese a todo, el cine vasco se intensifica y fortalece. Vaya como ejemplo el dato de que al concurso de guiones que la Asociaci¨®n de Productores convoc¨® a principios de 1988, y que gan¨® Michel Gaztambide con Los pu?ales de la Martinica, se presentaron 52 candidatos y se esperaban unos 15.
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