La NASA 'reconvierte' las antenas espaciales espa?olas
Con la puesta en ¨®rbita, sin problemas por el momento, de un gigantesco sat¨¦lite de comunicaciones desde el transbordador espacial norteamericano Discovery durante la misi¨®n que finaliz¨® el pasado lunes, la agencia espacial norteamericana NASA se prepara para prescindir de la mayor parte de las estaciones terrestres de seguimiento que fueron instaladas por el mundo en la d¨¦cada de, los sesenta. Las instalaciones espa?olas, sin embargo, no s¨®lo no desaparecen, sino que pasan a ser, tras esta reconversi¨®n, un eslab¨®n fundamental en la red terrestre.
La reconversi¨®n se inici¨® en la estaci¨®n espacial de Madrid hace ya varios a?os, en 1983, cuando un transbordador puso en el espacio el primer sat¨¦lite de la serie. A los pocos meses, el ingenio, que tuvo problemas en su lanzamiento, qued¨® instalado, tras m¨²ltiples maniobras desde Tierra y sin poder alcanzar el 100% de su capacidad, en ¨®rbita geoestacionaria sobre el Atl¨¢ntico, con lo que las instalaciones espa?olas quedaron bajo su ¨¢rea de influencia.Las instalaciones diseminadas en tres complejos, situados en las localidades de Cebreros,, Fresnedillas y Robledo de Chavela, en las proximidades de Madrid, se han unido en los ¨²ltimos a?os en un ¨²nico complejo en Robledo de Chavela. Paralelamente, se ha pasado de unos 400 empleados, todos espa?oles, a los 200 que se alcanzar¨¢n en 1989, mediante un programa de bajas incentivadas a lo largo de varios a?os. Madrid, junto a las estaciones de Canberra (Australia) y Goldstone (California, EE UU), pasa as¨ª a ser una de las tres estaciones claves de la NASA para sat¨¦lites y misiones en ¨®rbita alta y para seguimiento de misiones en el espacio lejano, explica su director, Luis Ruiz de Gopegui.
Del resto de las estaciones de la NASA, permanecer¨¢n s¨®lo tres situadas en las proximidades de Florida, para ayudar en los lanzamientos. Las restantes que permanecen en servicio (Ascensi¨®n, Santiago, Guam, Hawai, Dakar y Yarragadee) ser¨¢n cerradas en los pr¨®ximos meses.T¨¦cnica y pol¨ªtica
La raz¨®n de la sustituci¨®n de las estaciones por grandes sat¨¦lites es m¨¢s t¨¦cnica que pol¨ªtica, aunque no se puede olvidar los disgustos que han dado a la NASA las circunstancias pol¨ªticas de algunos pa¨ªses donde hab¨ªa estaciones. As¨ª, la estaci¨®n situada en ?frica del Sur tuvo que ser cerrada a instancias de los propios senadores de Estados Unidos, por la pol¨ªtica segregacionista de este pa¨ªs. En Madagascar, los empleados de la estaci¨®n tuvieron que abandonarla r¨¢pidamente con todo su equipo en una de las crisis que sufri¨® ese pa¨ªs.
Las razones t¨¦cnicas son claras, explica Ruiz de Gopegui. Cuando se segu¨ªan las misiones tripuladas en ¨®rbita de la Tierra desde Fresnedillas, el contacto m¨¢ximo era de siete minutos por cada pase por encima de la antena. Con los sat¨¦lites de la serie Tracking and Data Relay Satellite (TDRS) se obtiene contacto continuo el 98% del tiempo. Aunque los sat¨¦lites son muy caros, la renovaci¨®n tecnol¨®gica del material de las estaciones (antenas y equipos electr¨®nicos, fundamentalmente) resultaba todav¨ªa m¨¢s caro, seg¨²n calcul¨® la NASA hace ya casi 20 a?os. El programa, sin embargo, sufri¨® varios retrasos, el ¨²ltimo en 1986, cuando result¨® destruido en la explosi¨®n del transbordador Challenger el sat¨¦lite que portaba; todav¨ªa falta por poner en ¨®rbita un tercer sat¨¦lite, que ser¨¢ lanzado el pr¨®ximo a?o para sustituir al defectuoso, el cual quedar¨¢ como reserva.
El sistema de dos sat¨¦lites cubre pr¨¢cticamente a todos los veh¨ªculos espaciales, tripulados o no, que circulen por ¨®rbitas de baja y mediana altitud. S¨®lo existe una peque?a zona de sombra en la comunicaci¨®n con sat¨¦lites o veh¨ªculos en ¨®rbitas m¨¢s bajas de 1.200 kil¨®metros. El sistema dispone de s¨®lo una estaci¨®n terrestre, situada en White Sands (Nuevo M¨¦xico, EE UU), y en cada una de las tres estaciones citadas (Madrid, Australia y California) hay una antena que se puede utilizar para el contacto en caso de fallo de los sat¨¦lites.
Cada sat¨¦lite TDRS dispone de varias antenas peque?as y dos de cinco metros de di¨¢metro. Como en las antenas terrestres, los datos fundamentales que se transmiten son informaciones sobre la ¨®rbita del veh¨ªculo, ¨®rdenes desde Tierra hacia el veh¨ªculo, datos de telemedida hacia Tierra y, en caso de misiones tripuladas, datos biom¨¦dicos y de voz hacia Tierra. La velocidad de transmisi¨®n de los datos es mucho m¨¢s alta que en los equipos anteriores; se trata, en realidad, de antenas de una nueva generaci¨®n, ya que alcanza los 300 megab¨²s por segundo.La Agencia Espacial Europea (ESA) est¨¢ preparando una red de sat¨¦lites similar hasta en el nombre (DRS), cuya estaci¨®n base estar¨¢ en Italia.
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