El Festival del Comic de Durbuy acogi¨® a 20.000 visitantes

El IV Festival Internacional del Comic de Durbuy, r¨¦plica belga del sal¨®n franc¨¦s de Angulema o del encuentro italiano de Luca, festej¨® este a?o el 50? aniversario de Spirou, el c¨¦lebre botones que ha cobrado vidas sucesivas gracias a una saga de maestros: Robert Velter, Jij¨¦, Franquin, Fournier... Los 20.000 visitantes que acudieron al evento pudieron contemplar la exposici¨®n dedicada al maestro J. M. Charlier, la muestra del prol¨ªfico Marc Sleen y la retrospectiva del dibujo en blanco y negro que dejaron de legado maestros como Caniff, Hugo Pratt, Breccia, Ma?os, Eisner, Tardi o Mu?oz y, Sampayo, por citar unos cuantos.

En Durbuy, un pueblecito de 370 habitantes enclavado en las Ardenas belgas, se ha dado cita entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre pasados una pl¨¦yade de dibujantes de comics, unos ya consagrados y otros con futuro. El objetivo de este encuentro era demostrar que el mundo de las tiras dibujadas belgas resiste bien la crisis, a pesar de lo que digan las cifras de negocio de las editoriales. Todo el pueblo de Durbuy, el m¨¢s peque?o enclave del mundo que lleva t¨ªtulo de villa, vivi¨® un fin de semana dedicado al comic. La iglesia acogi¨® una selecci¨®n de tiras dibujadas con motivos religiosos; la casa de la esquina, trabajos de los alumnos del taller de comic San Lucas de Lieja. Y junto al r¨ªo, una gran carpa bajo la cual se api?aron las casetas de las editoriales donde grandes y peque?os pudieron adquirir un libro de historietas ¨²nico, enriquecido por un dibujo extra dedicado por su autor.Michel Constad, autor de Cineccit¨¤, o Aramov, el del Imperio del sol naciente, no quieren ni o¨ªr hablar de la crisis del comic. Lo mismo piensan Yves Corriger (Dan Star contra el universo), Emile Bravo (Fighters) y Toto Brothers Company (El hombre de Estambul), los j¨®venes valores que la editorial Sorg ha lanzado ya como maestros del futuro. Aunque Francis Carin, creador del c¨¦lebre esp¨ªa Victor Sackville del C¨®digo Zimmerman y El espejo de la esfinge, est¨¢ convencido de que con calidad no puede haber problemas, las tiras dibujadas conocen hoy en B¨¦lgica d¨ªas muy distintos a los de su m¨¢ximo esplendor.

Desde la 2? Guerra Mundial, B¨¦lgica ha sido la cuna de grandes creadores del comic. Entre ellos, Herg¨¦ (Tint¨ªn), Edgard-Pierre Jacobs (Blake y Mortimer), Peyo (Los pitufos), Franquin (Marsupilami), Morris (Lucky Luke) y Willy Vandersteen (Bob y Bobette). El m¨¢s vivo de todos sigue siendo Herg¨¦, cinco a?os despu¨¦s de muerto, pues las aventuras de Tint¨ªn venden al a?o m¨¢s de cuatro millones de ¨¢lbumes. La editorial Casterman saca tantos dividendos de explotar este fen¨®meno como de publicar las gu¨ªas de tel¨¦fono belgas. Los otros gigantes de la vi?eta han ca¨ªdo en manos de las OPAS o las transferencias de acciones.