Polic¨ªa de Barajas
No hay duda de que Chile hoy es noticia. Existe una sensibilidad en el pueblo espa?ol hacia su drama. Pero toda esta sensibilidad en nada influye para que la Administraci¨®n, representada por funcionarios policiales del aeropuerto de Barajas, demuestren, una vez m¨¢s, la desafiante indiferencia hacia un sentimiento generalizado del pueblo espa?ol. La siguiente historia lo demuestra. Un sobrino, que reside en Cuba desde que su madre viuda y dos hermanos llegaron hace quince a?os a ese pa¨ªs, tras los sucesos que sacudieron a Chile y que hirieron la conciencia democr¨¢tica de los pueblos de igual signo en el mundo, fue rechazado por los representantes del Ministerio del Interior, no permiti¨¦ndosele el ingreso a Espa?a por el solo motivo de que pose¨ªa ¨²nicamente 60 d¨®lares, no obstante tener la documentaci¨®n en regla y billete de regreso a su pa¨ªs de residencia. Al rechazo se agregaron las amenazas y el escarnio. Se le dijo que se le enviar¨ªa a Chile y ser¨ªa entregado a las autoridades de dicho pa¨ªs. Cuando el joven (tiene 22 a?os) les expres¨® que tan s¨®lo ven¨ªa a renovar su pasaporte chileno que por primera vez obten¨ªa y que le fuera expedido por el consulado de Chile en Barcelona, todo ello comprobable con el propio documento, esto no mereci¨® inter¨¦s alguno para el funcionario de polic¨ªa responsable del aeropuerto el d¨ªa 19 de agosto del a?o en curso, a las 10.30 a.m., quien continu¨® con su actitud provocativa y de mofa, agregando que por qu¨¦ raz¨®n no hab¨ªa renovado el pasaporte en la Embajada chilena en La Habana. Todo el mundo sabe o debe saber, a lo menos un polic¨ªa que tiene la obligaci¨®n de estar enterado, que desde 1973 Chile cort¨® las relaciones diplom¨¢ticas y consulares con Cuba. De nada valieron las tranquilas explicaciones y referencias proporcionadas por el afectado, a quien no se le dio facilidad alguna recibiendo un trato vejatorio, que en nada debe extra?arnos si pensamos en la reciente sentencia de nuestros tribunales de justicia, no siendo informado en momento alguno de qu¨¦ har¨ªan con ¨¦l hasta que se le condujo, custodiado por polic¨ªas de uniforme, hasta la escalerilla de avi¨®n de Cubana de Aviaci¨®n, el mismo que lo hab¨ªa tra¨ªdo hasta Espa?a y que retornaba ese mismo d¨ªa a Cuba, a cuyoPasa a la p¨¢gina siguiente
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