Una nueva cat¨¢strofe sobre Andaluc¨ªa

Ante el c¨²mulo de impericias e incompetencias demostradas por las Administraciones central y auton¨®mica que ha dado origen a una nueva cat¨¢strofe sobre Andaluc¨ªa, un nuevo brote de peste equina que hace peligrar 40.000 caballos y la econom¨ªa de muchos ciudadanos, como alcalde de Jerez, capital de la zona caballar por excelencia y que, por tanto, ser¨¢ la que en mayor medida habr¨¢ de asumir las p¨¦rdidas originadas por la situaci¨®n, solicitar¨¦ la declaraci¨®n de zona catastr¨®fica para el sector caballar andaluz y exigir¨¦ cr¨¦ditos a fondo perdido de la Administraci¨®n central y, por supuesto, subvenciones extraordinarias para la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, que no s¨®lo dejar¨¢ de generar recursos, sino que podr¨ªa verse en peligro de desaparecer si dicha ayuda no llegase.No sabemos qu¨¦ es m¨¢s peligroso, si la enfermedad v¨ªrica llamada peste que afecta a nuestros caballos o la peste que se irradia del conjunto de desaciertos e ineptitudes que tanto la Administraci¨®n central como la auton¨®mica han llevado en este tema.

Es inconcebible que en un pa¨ªs que oficialmente se prepara para dirigir Europa en 1989 hayan debido transcurrir 10 d¨ªas para que algo tan grave y perjudicial para la econom¨ªa andaluza como es la aparici¨®n de un nuevo brote de peste equina sea confirmado por el Gobierno central del Estado.

Pero si grave es la situaci¨®n creada, no lo es menos el proceso seguido desde la primera alarma hasta esa declaraci¨®n de peste que tanto contrasentido ha producido y tanto tiempo ha tardado en llegar. Es inaudito que, a pesar de tratarse de un posible brote de la enfermedad, el pasado 7 de octubre, el director general de Producci¨®n Agraria, se?or Blanco, se apresurara a sentenciar al d¨ªa siguiente la inexistencia de peligro y, haciendo uso de sus profundos conocimientos cient¨ªficos, dictaminara que la enfermedad no era m¨¢s que una enterotoxemia, anulando las medidas precautorias adoptadas por la Junta de Andaluc¨ªa.

A ver c¨®mo se explica el no impedir la celebraci¨®n, el d¨ªa 9 de octubre, de la Romer¨ªa de las Vi?as, en Jerez, con la existencia de cientos de caballos de distintos lugares de la provincia, lo que sin duda supone un grave peligro de extensi¨®n de una enfermedad que hasta el d¨ªa 13 nadie en la Junta de Andaluc¨ªa ni en el Gobierno central se atrevi¨® a calificar de v¨ªrica, a pesar de la opini¨®n de veterinarios y especialistas, y que como ¨²nica medida cautelar se decretase la inmovilizaci¨®n del ganado caballar, sin adoptar ninguna otra medida, a pesar de la confirmaci¨®n v¨ªrica.

Descoordinaci¨®n

Todo esto viene a demostrar una vez m¨¢s la absoluta descoordinaci¨®n y falta de entendimiento entre las Administraciones central y auton¨®mica, con una guerra soterrada de intereses y competencias propias de un pa¨ªs tercermundista. En una democracia europea no tienen cabida planteamientos como el de ocultar una enfermedad contagiosa al resto del mundo. ?O quiz¨¢ se ha pretendido que para presidir la CEE nos consideren libres de todo mal? No es as¨ª como pensamos que se deben hacer las cosas, sino demostrando la m¨¢xima seriedad en el control de las fronteras e impidiendo que seamos el pa¨ªs de trashumancia para Occidente.

No es tolerable que la debilidad de los Gobiernos central y auton¨®mico permitan que los ganaderos se resistan al necesario sacrificio de los animales afectados, aun a sabiendas de los riesgos que ello supone.

Por todo ello, exigimos las responsabilidades civiles y penales a que hubiera lugar para esas personas que en el uso de sus cargos no han sabido hacer uso de las medidas que la ley les permite para atajar tan gravosa situaci¨®n, dedic¨¢ndose a ocultar datos, en un juego de secretismo que no alcanzamos a comprender.