Con la excepcional 'Voces distantes' prosigue el protagonismo brit¨¢nico
Tras la inauguraci¨®n de la Seminci con Un mundo aparte, sencilla y apasionada pel¨ªcula del debutante Chris Menges, la secci¨®n competitiva del festival castellano present¨® otro filme brit¨¢nico: Voces distantes, cuarto largometraje de Terence Davies, que es una obra de talla excepcional, por la hondura y pureza que la cruza de punta a punta.Este arriesgado y conmovedor filme se estren¨® sin pena ni gloria hace unos meses, en una secci¨®n marginal del ¨²ltimo Festival de Cannes. El director del Festiva! de Valladolid, Fernando Lara, casi en solitario, descubri¨® all¨ª la enorme singularidad de esta obra y consigui¨® traerla a este festival que dirige. La presencia de Voces distantes justifica por s¨ª sola la densa semana de cine que se avecina en la presente edici¨®n del festival de Valladolid.
Un poema geom¨¦trico
No es f¨¢cil telegrafiar en una cr¨®n¨ªca a un filme tan complejo como Voces distantes. Su complejidad se resiste a las simplificaciones. Es una historia de tan formidable visualidad que resulta imposible contarla, mientras que un an¨¢lisis aproximado de sus cualidades formales nada apenas dir¨ªa de una obra que rechaza las aproximaciones, que requiere exactitud en cuanto se diga.Se le podr¨ªa definir como una especie, un tanto misteriosa, de poema geom¨¦trico. A 'trav¨¦s de retazos y de ritos de la vida de una familia obrera en el norte de Inglaterra, Davies explora su memoria personal (pues esa familia es la suya propia) en busca de los signos primordiales de una mutaci¨®n colectiva, hist¨®rica: el sombr¨ªo camino que recorri¨® la clase obrera inglesa desde la posguerra a los ¨²ltimos a?os de la d¨¦cada de los cincuenta.
Se trata de un sordo suceso universal que la actriz Freda Dowie, que en el filme de Davies interpreta a la madre de ¨¦ste, sintetiza en la siguiente declaraci¨®n: "Voces distantes demuestra la posibilidad que tiene el cine de universalizar lo que uno hace, de trascender una an¨¦cdota cuando ¨¦sta tiene contenidos que llegan a todos los p¨²blicos".
Desde hace a?os, el cine brit¨¢nico sigue un camino sin cesar ascendente, lleno de contradicciones, de balbuceos y de vaivenes que lo enriquecen: desde la brillantez, a veces epid¨¦rmica, del ingenio deslumbrante de Stephen Frears, pasando por los juegos estetizantes, mitad exquisitos y mitad burdos, del farsante Peter Greenaway, hasta la tremenda austeridad de este extraordinario filme de Davies, que es una de las obras m¨¢s bellas y dificiles del cine europeo de este decenio, queda expuesta la imparable importancia creciente del cine brit¨¢nico.
Elevar la calidad
Ayer se present¨® tambi¨¦n Huida a medianoche pel¨ªcula americana que viene a Uladolid precedida de fama como espect¨¢culo trepidante y divertido. La dirige Martin Brest y la interpretan Robert de Niro y Charles Grodin.Las tres pel¨ªculas hasta ahora exhibidas tienen ya distribuci¨®n comercial en Espa?a. En ¨¦sto, la Seminci es inimitable, pues ha logrado convertirse en una plataforma que contribuye a la exploraci¨®n y posterior elevaci¨®n de las calidades del consumo cinematogr¨¢fico espa?ol, lo que hace de ella una especie de term¨®metro interior que mide anualmente la temperatura de ese consumo.
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