Jos¨¦ Escobar: "Mis personajes son antih¨¦roes"
El veterano dibujante de historietas sigue en activo
"La decisi¨®n de hacerme dibujante la tom¨¦ de peque?o, cuando ten¨ªa ocho o nueve a?os", dice Jos¨¦ Escobar, el m¨¢s veterano autor de historietas espa?ol en activo, que esta noche ser¨¢ objeto de un homenaje en Barcelona por su trayectoria profesional. Escobar, creador de c¨¦lebres personajes como Zipi y Zape o Carpanta, considera que todos ellos son verdaderos antih¨¦roes "ya que, a pesar de las buenas intenciones que albergan, las cosas les suelen salir mal".
Escobar pertenece a una generaci¨®n de dibujantes que se iniciaron en el comic en los a?os veinte y se profesionalizaron en los treinta, para alcanzar su plenitud creativa en la posguerra. "Si algo tengo que agradecerle a Franco es que me expulsara del Cuerpo de Correos cuando acab¨® la guerra civil, porque entonces no me qued¨® m¨¢s remedio que dedicarme enteramente a las historietas", afirma el dibujante, que empez¨® hacer sus pinitos a los 12 a?os en una pared de Granollers, con la vana esperanza de que alg¨²n editor de Barcelona pasara por all¨ª y le contratara.Tuvo que esperar dos a?os para ver publicada su primera historieta, en la revista Virulet. En los a?os treinta empez¨® a colaborar en revistas tan significativas de la ¨¦poca como Papitu y Pocho10.
Para Escobar, en aquella ¨¦poca "hab¨ªa grandes dibujantes, como Junceda (para m¨ª, el mejor de todos), Cornet, Llaver¨ªas o Mallol, es decir, toda la gente de En Patufet, aunque el humor que se hac¨ªa entonces era m¨¢s inocente". Una vez acabada la guerra civil fue procesado por los tribunales franquistas. La acusaci¨®n m¨¢s grave a la que tuvo que hacer frente fue haber trabajado en L'Esquella de la Torraua, que durante la contienda fue apropiada por el Sindicato de Dibujantes Profesionales de. UGT. Escobar fue condenado a seis a?os y un d¨ªa de prisi¨®n, de los que cumpli¨® poco m¨¢s de a?o y medio. "En la c¨¢rcel", dice, "me pusieron en la secci¨®n de paqueter¨ªa, situaci¨®n que daba derecho a ir por todas las galer¨ªas. Yo iba con una carpeta, y aprovechaba esta movilidad para hacer caricaturas a quien le interesaba, que cobraba a tres pesetas a una sola tinta y a cinco las que hac¨ªa en color".
Al ser represaliado en Correos, su vocaci¨®n de ninotaire la convirti¨® en profesi¨®n a la fuerza. As¨ª, trabajando para la editorial Bruguera, empez¨® a publicar en la revista Pulgarcito junto a Cifr¨¦, Pe?arroya, Conti y Giner. Juntos emprendieron la aventura de dejar Bruguera para crear la revista T¨ªo Vivo en 1955, aunque finalmente esta publicaci¨®n fue adquirida por Bruguera. Le resulta dificil hablar de estos entra?ables compa?eros, todos fallecidos ya, y se emociona al hacerlo.
Los personajes m¨¢s conocidos de Escobar pertenecen a la etapa iniciada tras la guerra civil: Zipi y Zape, Carpanta, Toby y Petra, criada para todo, son los m¨¢s populares, aunque tambi¨¦n cabe citar series como Blasa, portera de su casa; Do?a Tula, suegra; El dependiente Vicente, Filomeno y su taxi Genovevo; Don ?ptimo y Don P¨¦simo, o El Profesor Tenebro. Los problemas con la censura no fueron ajenos a su obra creativa. Do?a Tula, suegra, fue suspendida por atentar contra la unidad del matrimonio, cuando yo tuve mucho cuidado en que la suegra no se mezclara en la vida del marido y su mujer, ya que las disputas ¨²nicamente las manten¨ªa con ¨¦l".
A sus 80 a?os todav¨ªa trabaja en las historietas de Zipi y Zape, personajes que ya tienen 40 a?os de vida. Jos¨¦ Escobar no cree que Zipi y Zape hayan quedado anticuados, y considera que los ni?os pueden continuar identific¨¢ndose con ellos "porque comparten los mismos problemas". El secreto de. hacer historietas de humor reside, seg¨²n afirma, "en que tengan un comienzo bueno y un final mejor, de car¨¢cter c¨®mico".
La idea de Carpanta se le ocurri¨® a Escobar cuando a¨²n era un adolescente, como r¨¦plica a Pil¨®n, el amigo trag¨®n de Popeye.
"Para entonces no lo logr¨¦ concretar, y no fue hasta los a?os cuarenta cuando retom¨¦ esta idea primitiva en una ¨¦poca en la que hab¨ªa mucha hambre, y ello permiti¨® hacer un poco de campa?a contra las necesidades que se pasaban".
Babelia
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