Las concesionarias de autopistas y el MOPU llegan a un acuerdo de principio sobre un marco estable de tarifas
JAVIER AYUSO, Las empresas concesionarias de autopistas y el Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo han alcanzado un acuerdo de principio para modificar el actual sistema tarifario de los peajes y fijar un marco estable autom¨¢tico pan el futuro. El acuerdo, que establece un incremento anual de 95% del ¨ªndice de precios al consumo (IPC) previsto, tiene todav¨ªa algunos flecos por negociar, relativos al r¨¦gimen transitorio, y requiere un dictamen del Consejo de Estado.
Despu¨¦s de dos a?os sin que los peajes de las autopistas hayan registrado subida alguna, los empresarios del sector y el MOPU han llegado a un acuerdo de principio para modificar el sistema tarifario y fijar un marco estable de revisi¨®n autom¨¢tica. El acuerdo supone el fin de la f¨®rmula polin¨®mica utilizada hasta ahora seg¨²n la cual se ponderaban los costes de la mano de obra, la energ¨ªa y los productos sider¨²rgicos y, en caso de que la f¨®rmula arrojara una cifra superior al 5%, se aplicaba una subida inmediata en las tarifas. El nuevo sistema supondr¨¢ la subida autom¨¢tica anual de los precios de los peajes del 95% de la inflaci¨®n prevista -seg¨²n el ¨ªndice de precios al consumo- para el ejercicio.Las negociaciones hab¨ªan llegado a buen puerto antes del verano. Sin embargo, el cambio reciente del delegado del Gobierno en las autopistas -Antonio Fern¨¢ndez Cuevas dej¨® el puesto a Francisco Vel¨¢zquez- paraliz¨® la redacci¨®n del decreto y su env¨ªo al Consejo de Estado para que ¨¦ste emitiera el informe preceptivo. Seg¨²n informaron a este peri¨®dico fuentes de toda solvencia, el nuevo delegado del MOPU est¨¢ revisando el acuerdo alcanzado y todav¨ªa quedan por cerrar algunos flecos. Entre ¨¦stos destacan el r¨¦gimen transitorio a aplicar entre el nuevo sistema de revisi¨®n de tarifas y la antigua f¨®rmula polin¨®mica. El problema estriba en que si se aplica el nuevo sistema inmediatamente, se producir¨ªan dos subidas seguidas -correspondientes a 1988 y 1989- en los precios de los peajes, en porcentajes del 4,5% y el 2,7%, respectivamente. Estos incrementos parecen excesivos a la Administraci¨®n.
Las tarifas de las autopistas de peaje ha registrado aumentos muy desiguales en los ¨²ltimos a?os. Junto a incrementos cercanos o superiores a la inflaci¨®n en 1982 y 1984, las empresas concesionarias han tenido que afrontar ejercicios con los peajes congelados o con alzas de precios muy inferiores al IPC. Ante esta situaci¨®n, los representantes de las 11 empresas del sector -Acesa, Atl¨¢ntico, Aucalsa, Audasa, Audenasa, Aumar, Autema, Europistas, Eurov¨ªas, lberpistas y Vasco-Aragonesa-, plantearon a la Administraci¨®n un marco estable tarifario similar al el¨¦ctrico.
Como las el¨¦ctricas
Las circunstancias de ambos sectores tienen ciertas similitudes, ya que tanto las el¨¦ctricas como las concesionarias de autopistas tuvieron que afrontar en su d¨ªa fuertes inversiones a base de endeudamiento externo, que produjeron quebrantos importantes en los balances de las diversas compa?¨ªas. En el caso de las autopistas, el seguro de cambio ha paliado las p¨¦rdidas de las concesionarias cuando el d¨®lar estadounidense se dispar¨® a principios de esta d¨¦cada. Seg¨²n c¨¢lculos oficiales, el compromiso asumido por el Estado de asegurar las diferencias de cambio en el endeudamiento externo ha supuesto un desembolso superior a los 234.000 millones de pesetas en los cinco a?os m¨¢s complicados por las evoluci¨®n de la divisa norteamericana, el per¨ªodo 1981-1986.
Las 11 empresas de autopistas de peaje controlan un total de 2.068,8 kil¨®metros de concesi¨®n, de los que 1.826,7 se encuentran ya en fase de explotaci¨®n. Faltan por concluir las obras en 242,1 kil¨®metros, repartidos entre la autopista del Atl¨¢ntico (Audasa), la de Burgos-Cant¨¢brico (Eurov¨ªas) y Tarrasa-Manresa (Autema), de distinta propiedad p¨²blica y privada.
El volumen de tr¨¢fico por las autopistas se mantuvo pr¨¢cticamente estancado entre 1979 y 1984 -con ca¨ªdas en los dos ¨²ltimos a?os del per¨ªodo-, registr¨¢ndose posteriormente un fuerte incremento de la intensidad media diaria, en una tasa del 5,1% en 1985, 8,6% en 1986 y 12,5% el pasado a?o. Las previsiones de tr¨¢fico por autopista para los pr¨®ximos a?os depender¨¢n en parte de la rapidez con que concluyan las obras del plan de autov¨ªas y entren en funcionamiento los corredores m¨¢s importantes.
De cualquier forma, en el Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo se calcula que el tr¨¢fico por las autopistas de peaje seguir¨¢ con un fuerte ritmo de crecimiento hasta 1992, produci¨¦ndose a partir de entonces una ralentizaci¨®n, primero, y una ca¨ªda en segundo t¨¦rmino de la intensidad media diaria, al trasladarse buena parte del tr¨¢fico a las nuevas autov¨ªas, cuyo plan de construcci¨®n concluir¨¢ el 31 de diciembre de 1991, seg¨²n inform¨® el ministro, Javier S¨¢enz Cosculluela en el Congreso de los Diputados el pasado martes. Cosculluela anunci¨®, adem¨¢s la posibilidad de que el Estado vuelva a conceder nuevos permisos para construir autopistas privadas a partir de 1991.
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