'?Bang / flash?'
Lo ¨²nico que no me gusta del encantador Stephen Hawking es su teor¨ªa sobre el origen del Universo. Eso de que en el principio s¨®lo fue el Big Bang, luego la entrop¨ªa se hizo carne, habit¨® entre nosotros y m¨¢s tarde, cuando el desorden se expanda ordenadamente, la secuencia apocal¨ªptica de la muerte t¨¦rmica. Que Dios y Hawking me perdonen, pero estoy escarmentado de esos grandes relatos que hablan de leyes tan deterministas y lineales. Universos dotados de una may¨²scula singularidad inaugural, con principio, nudo y desenlace.Prefiero la teor¨ªa contraria, la de Prigogine. Eso de que todo empez¨® sin empezar, en plan aleatorio, plural y ca¨®tico, de un fluctuante vac¨ªo cu¨¢ntico en el que zascandileaban positrones, electrones, antimateria, golfas part¨ªculas re?idas con la estabilidad y ef¨ªmeras como un kleenex. Nada serio, mera materia virtual. Un preuniverso en estado ca¨®tico en el que, seg¨²n Prigogine, ni Bang primordial ni Cristo que lo fund¨®. S¨®lo vac¨ªo fluctuante y un flash entr¨®pico que inmortaliz¨® (hizo irreversible) la combinaci¨®n menos probable de todas. Es mi versi¨®n favorita, y no porque sea m¨¢s cient¨ªfica (yo qu¨¦ s¨¦) sino porque es abierta, plural y provisional. Una versi¨®n protagonizada por el caos y la chiripa, hija del acontecimiento y madre de la incertidumbre, m¨¢s aficionada a la curva, el bucle y la bifurcaci¨®n que a lo rectil¨ªneo; enemiga de leyes ¨²nicas, deterministas y explicalotodo y aliada del desorden, el azar, la inestabilidad, la tensi¨®n y la paradoja. Y que en lugar de responder a viejas preguntas inventa nuevas interrogaciones.
"Los cient¨ªficos tienen que llenar el vac¨ªo dejado por los fil¨®sofos", dijo Hawking antes de profetizar la teor¨ªa total. O sea que los fil¨®sofos crearon el vac¨ªo y luego huyeron hacia la literatura aturdidos por el agujero. Vale. Pero en las p¨¢ginas amarillas hay dos clases de fontaneros del Universo: los que tapan el vac¨ªo con sopletes de sonido divino y los que ensanchan ese vac¨ªo para descubrir nuevas dudas que arruinen la soldadura de los primeros. T¨² ver¨¢s a qui¨¦n llamas.
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