Un acto de cortes¨ªa
F. J., T¨¦cnicamente, el aplazamiento de la visita del rey Hassan II a Espa?a -los mensajes hablan siempre de aplazamiento y jam¨¢s de suspensi¨®n- se comunic¨® al rey Juan Carlos, jefe del Estado espa?ol, y tambi¨¦n al presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez. Ello justifica la presencia, no anunciada, del ministro de Asuntos Exteriores marroqu¨ª, Abdelatif Filali, y de su hom¨®logo espa?ol, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, en el encuentro que mantuvieron ayer Sidi Mohamed y el rey Juan Carlos en la Zarzuela.
Pero a nadie ha pasado inadvertido el hecho de que Hassan haya escogido corno "enviado especial" a Espa?a a su propio hijo, un miembro principal¨ªsimo de la casa real. Con ello, seg¨²n la diplomacia espa?ola, el monarca alau¨ª ha querido tener, al menos, un acto de cortes¨ªa de ¨²ltima hora, tras anular un viaje para el que ya estaban hechos todos los preparativos. Estaban previstos incluso los correspondientes huecos en las agendas cargadas del jefe del Estado, del presidente del Gobierno y de varios miembros del Gabinete.
Pero tambi¨¦n ha querido Hassan manifestar que las relaciones hispano-marroqu¨ªes tienen una dependencia especial de los lazos que mantienen los respectivos jefes de Estado de los dos pa¨ªses.
Es sabido que Hassan lIjam¨¢s ha querido que las relaciones entre Espa?a y Marruecos sigan el cauce normal de Gobierno a Gobierno; por ello, los contactos entre los ministros de Exteriores de ambos pa¨ªses, Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y Filali, son mucho menos frecuentes e intensos que los que, telef¨®nicamente, mantienen "cada no mucho tiempo" don Juan Carlos y Hassan. El monarca alau¨ª, aparentemente, gusta de llamar en la intimidad primo al jefe del Estado espa?ol.
El respeto que los marroqu¨ªes sienten hacia la venerada figura de su monarca hace que, por el momento, el jefe del Estado espa?ol se sit¨²e tambi¨¦n por encima de los ataques que la Prensa marroqu¨ª dirige estos d¨ªas contra la actuaci¨®n del Gobierno espa?ol en el conflicto del S¨¢hara.
Don Juan Carlos se convierte, as¨ª, en una excepcional posibilidad de "reserva de mediaci¨®n", conforme le calific¨® ayer una fuente gubernamental espa?ola.
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