Los m¨¦dicos italianos, divididos sobre el caso de la hermana-madre
El presidente de la Orden Nacional de M¨¦dicos Italianos, Eolo Parodi, ha convocado al ginec¨®logo romano Severino Antinori para pedirle explicaciones sobre el experimento realizado en su cl¨ªnica tras haber hecho que una joven d¨¦ a luz al hijo de su madre.El ginec¨®logo dif¨ªcilmente podr¨¢ ser juzgado, porque en este pa¨ªs no existe a¨²n una ley que reglamente jur¨ªdicamente el problema de la inseminaci¨®n artificial y del alquiler de los ¨²teros. Pero el cuerpo de m¨¦dicos est¨¢ revolucionado con esta historia, seg¨²n algunos por envidia hacia el colega que ha obtenido tanta publicidad y seg¨²n otros porque el caso reviste una enorme gravedad. En efecto, seg¨²n el presidente de los m¨¦dicos italianos, a¨²n no es posible saber si al hijo nacido de la joven en cuesti¨®n "se le transmitir¨¢n o no algunas caracter¨ªsticas de la madre-hermana, que le quedar¨¢n como una impronta permanente al nuevo nacido", que podr¨ªa tener as¨ª parte de la abuela (la madre que prest¨® el ¨®vulo fecundado) y parte de la madre (la hija que le prest¨® el ¨²tero), sin saber en realidad de qui¨¦n es hijo verdadero.
Y lo que m¨¢s preocupa a los otros m¨¦dicos italianos es que el colega romano ha anunciado que tiene ya en curso nuevos experimentos en este campo, que rozan, seg¨²n ellos, las reglas elementales de un comportamiento ¨¦tico y social.
Lo cierto es que este pa¨ªs se encuentra hoy desnudo de normas en su legislaci¨®n en relaci¨®n con las nuevas t¨¦cnicas de la biolog¨ªa y que el mercado, tanto de los ¨²teros alquilados como del semen vendido, est¨¢ sin control alguno y en muchos de los casos sin las menores garant¨ªas. Se calcula que existen en Italia unos 80 bancos de semen, de los cuales s¨®lo 20 est¨¢n controlados por centros universitarios. Los dem¨¢s, sobre todo en el sur, act¨²an a lo loco, sin ning¨²n control.
De ah¨ª que el caso de la joven madre y hermana, al mismo tiempo, del hijo dado a luz hace un mes haya evidenciado dram¨¢ticamente en este pa¨ªs la urgencia de una legislaci¨®n sobre la materia, que por una parte elimine los mayores abusos y por otra permita a los especialistas trabajar tranquilos.
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