Miedo entre los coleccionistas por los falsos Rembrandt

Los conservadores de museos y los grandes coleccionistas est¨¢n asustados: por lo menos un tercio de las telas de Rembrandt comprendidas entre 1635 y 1642 las pintaron sus alumnos. ?sta es una de las conclusiones que en enero de 1989 har¨¢ p¨²blica la Comisi¨®n Rembrandt, el grupo subvencionado por el Gobierno holand¨¦s que analiza la autenticidad de la obra del pintor. Seg¨²n el profesor Josua Bruyu, responsable de la comisi¨®n, "este hecho no significa que los cuadros sean falsos, ya que no fueron realizados con fines fraudulentos ni en su ¨¦poca se comerci¨® ilegalmente con ellos".

El equipo de Bruyn, de reconocida solvencia cient¨ªfica, opera con un sistema de autorradiograf¨ªa por activaci¨®n de neutrones elaborado en Estados Unidos y que al parecer resulta infalible incluso con los retoques del lienzo.La obra m¨¢s temprana de Rembrandt est¨¢ fechada en 1625. A partir de 1626 el artista pint¨® de forma regular. El primero y segundo vol¨²menes editados por la comisi¨®n, abarcan de 1626 a 1634 -ocho de los 44 a?os de trabajo del pintor-, "y entre 1631 y 1634 tambi¨¦n hallamos una tercera parte de la obra que puede atribuirse a los alumnos; ello se debe a las caracter¨ªsticas del trabajo en un taller", dice Bruyn.A pesar del matiz jur¨ªdico sobre el fraude introducido por el profesor Bruyn, coleccionistas como la reina de Inglaterra, o museos como la National Gallery de Londres, el Louvre o el Metropolitan Museum de Nueva York esperan con ansiedad la aparici¨®n del tercer volumen por lo que significar¨¢ para la futura cotizaci¨®n de sus obras. Hace unos a?os, un Rembrandt de la colecci¨®n Thyssen que de b¨ªa ser vendido en Christie's por 10 millones de d¨®lares (unos 1.170 millones de pesetas) baj¨® a 800.000 d¨®lares tras el informe de Bruyn que lo atribu¨ªa a un alumno del maestro.

Seg¨²n el historiador Gary Schwartz, norteamericano res?dente en Holanda desde hace 20 a?os y autor del libro Rembrandt, su vida y su pinturas, un estudio capital sobre la obra del pintor, su ¨¦poca y las gentes que le rodearon, los cambios en la cotizaci¨®n de los lienzos del pintor "son un problema provocado por el valor a?adido, en los ¨²ltimos a?os, a la obra de autores, famosos. Las cifras se han desquiciado, pero la comisi¨®n s¨®lo trata de poner orden en la producci¨®n del pintor. Habr¨¢ telas que pasar¨¢n a ser ex Rembrandt y bajar¨¢n sus precios, pero el equipo no se ocupa del arte como inversi¨®n y sus estudios aportar¨¢n luz sobre la influencia del pintor en los artistas del siglo XVII." En Espa?a no hay temor a los implacables dict¨¢menes de la comisi¨®n. En este pa¨ªs s¨®lo existen tres cuadros firmados por Rembrandt, dos de ellos en el Museo del Prado y un tercero en la casa de Alba.

Artemisa, una de las obras del Prado, ya ha pasado por la comisi¨®n, que determin¨® que la obra fue pintada por el propio artista. El otro Reambrandt del Museo del Prado es un Autorretrato que, seg¨²n el director del museo, Alfonso P¨¦rez S¨¢nchez, "todos sabemos que no es un Rembrandt sino una discreta versi¨®n de su taller. El cuadro lleg¨® al Prado en los a?os cuarenta. Hasta hace poco ha estado catalogado como Rembrandt, pero en el ¨²ltimo cat¨¢logo del museo ya est¨¢, con un interrogante, y lo tenemos expuesto dada la escasez de Rembrandt que hay en nuestro pa¨ªs".

El tercer Rembrandt de Espa?a, un Paisaje propiedad de la casa de Alba, es una obra tard¨ªa, por lo que todav¨ªa no ha pasado por la comisi¨®n. Seg¨²n el director del Museo del Prado, la opini¨®n de los expertos sobre la autenticidad de este cuadro est¨¢ dividida, y aunque una mayor¨ªa piensa que lo pint¨® Rembrandt, hay quien considera que es obra de un disc¨ªpulo.Una empresa

El hecho de que tantos Rembrandt salieran de las manos de sus disc¨ªpulos se debe, seg¨²n P¨¦rez S¨¢nchez, al car¨¢cter de su taller, que funcionaba casi como una empresa y vend¨ªa libremente la producci¨®n, a diferencia de los talleres de pintores de corte, como Vel¨¢zquez, que s¨®lo trabajaban para el rey. Para el director del Museo del Prado, quien alaba el rigor cient¨ªfico y el valor del trabajo de Bruyn, el hecho de que se haya demostrado que, por ejemplo, El caballero del yelmo de oro, no fue pintado por Rembrandt no impide que siga siendo "una de las obras m¨¢s bellas de la pintura del Siglo XVII".

Christopher Brown, conservador de la National Gallery considera, sin embargo, que la comisi¨®n no es infalible. En unas recientes declaraciones al diario Le Figaro los miembros de la comisi¨®n "trabajan mucho, pero pueden equivocase ( ... ) piensan que Rembrandt era perfecto y hasta ¨¦l tendr¨ªa momentos de cansancio en los que encargar¨ªa a un colaborador finalizar un cuadro".