Una 'Yerma' flamenca y tierna
Rafael Aguilar es el core¨®grafo espa?ol que m¨¢s m¨¦ritos ha acumulado en la ineludible tarea de renovar la expresi¨®n esc¨¦nica del baile espa?ol y especialmente del flamenco. Su af¨¢n por incorporar el esp¨ªritu -m¨¢s que la t¨¦cnica- de la danza contempor¨¢nea y potenciar las v¨ªas de evoluci¨®n de la coreograf¨ªa tradicional le han proporcionado algunos ¨¦xitos y m¨¢s de un esc¨¢ndalo.Aguilar ha vuelto ahora a Madrid con una compa?¨ªa de indudable calidad y un montaje nuevo -sobre la Yerma de Lorca-, estrenado hace unos meses en el Festival de Versiliana de Italia, pa¨ªs en donde el trabajo de Aguilar es muy apreciado, que cuenta con bastantes elementos a su favor: una versi¨®n monumental del David de Berrocal como ¨²nico elemento escenogr¨¢fico que da empaque a la producci¨®n, aunque deja flotando en el ambiente la idea de que el verdadero problema de Yerma es no haber sido raptada a tiempo por King Kong, la soltura con que Aguilar maneja el lenguaje expresivo del flamenco, especialmente en los pasos a dos, y, sobre todo, una Yerma (Maleni Mex¨ªa) de oro, que aunque por su extremada juventud y su aparente fragilidad parecer¨ªa en principio no dar el tipo, se revela como una int¨¦rprete excepcional.
Ballet Teatro Espa?ol de Rafael Aguilar
Yerma (basada en la obra de Federico Garc¨ªa Lorca). Escenograf¨ªa: Miguel Berrocal. Coreograf¨ªa: Rafael Aguilar. Madrid, teatro Alb¨¦niz, jueves 3 de noviembre de 1988.
Bailarina de amplio registro t¨¦cnico, capaz de dar a cada movimiento su sentido y a cada expresi¨®n su valor, Mex¨ªa es tambi¨¦n una bailaora solvente y seria, y en conjunto perfila una Yerma inesperada, casi adolescente, cuya marginaci¨®n social y afectiva revela carencias m¨¢s antiguas y profundas que las de su triste matrimonio. Lo ¨²nico que desentona en la composici¨®n del personaje es el final: esa Yermita tiema y aturdida, aunque llena de fuerza interior, no matar¨ªa nunca a su inepto marido. Lorca le hubiera buscado otro desenlace: una locura of¨¦lica, quiz¨¢, o el suicidio.
Fallos graves
Pero el espect¨¢culo como tal tiene tambi¨¦n fallos graves: los n¨²meros propiamente flamencos, de grupo o en tomo a la bailaora Beatriz Mart¨ªn, aunque en s¨ª mismos est¨¢n bien montados y levantan al p¨²blico, no se integran en ning¨²n momento en el desarrollo dram¨¢tico; la visi¨®n orgi¨¢stica rompe la est¨¦tica del resto de la obra, sin fuerza para crear el ambiente m¨¢gico-diab¨®lico requerido; la romer¨ªa, y en general todo el manejo de los grupos, no est¨¢ suficientemente elaborado en t¨¦rminos coreogr¨¢ficos y teatrales. Todo ello impide -a pesar de momentos espl¨¦ndidos, como el paso a dos entre Yerma y V¨ªctor (V¨ªctor Muraleiba), y de la calidad y presencia esc¨¦nica de la mayor¨ªa de los int¨¦rpretes- que esta Yerma cuaje en un gran ballet. El p¨²blico aplaudi¨® con entusiasmo a la compa?¨ªa y a su director.
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