Joseph Judge: "Siempre estamos descubriendo algo"
El director adjunto de 'National Geographic' anuncia que la revista publicar¨¢ una edici¨®n en espa?ol
"Estamos presentes en todos los pa¨ªses del mundo, s¨®lo faltan Albania y Corea del Norte", dice con cierto orgullo Joseph Judge, director adjunto de National Geographic, revista que tiene una tirada de 11 millones de ejemplares. Judge, que ha participado en Sevilla en el I Encuentro Colombino defendiendo su pol¨¦mica tesis sobre el lugar en el que desembarc¨® Col¨®n por vez primera en Am¨¦rica, anuncia en esta entrevista la aparici¨®n de una edici¨®n en castellano de su revista.
Pregunta. ?C¨®mo se inici¨® su v¨ªnculo con la revista National Geograph?c?
Respuesta. Comenc¨¦ a trabajar para la revista Life, luego en la CBS, desde donde pas¨¦ a la Administraci¨®n Kennedy, escribiendo discursos para el presidente. Cuando lo mataron entend¨ª que no se pod¨ªa salvar al mundo, y me fui a trabajar con el National Geographic. Ciudad en la que viv¨ªa y vivo. He sido siempre una persona muy idealista.
P. Resulta parad¨®jico que la revista m¨¢s importante de geograf¨ªa se edite precisamente en Estados Unidos, un pa¨ªs cuyos ciudadanos se caracterizan en el exterior por sus desconocimientos geogr¨¢ficos.
R. De los 40 millones de lectores que tenemos en el mundo, dos terceras partes son estadounidenses. El mundo entero es ignorante sobre geograf¨ªa, aunque no tanto como mis compatriotas. La revista no ha debido de hacer tan buen trabajo cuando a¨²n hoy se mantiene ese nivel de desconocimiento.
P. ?Cu¨¢les son los proyectos inmediatos de la revista?
R. Hemos pensado hacer una edici¨®n en espa?ol para Latinoam¨¦rica, y otra en japon¨¦s. En cuanto a contenido, siempre pienso que no nos sobra nada para publicar. Todos los d¨ªas encontramos temas apasionantes, como, recientemente, el descubrimiento del Titanic. Siempre estamos descubriendo algo. Seguiremos en esta l¨ªnea. Pero en 20 a?os quiz¨¢ nos convirtamos en una revista electr¨®nica, revisando los soportes actuales. Experimentalmente hemos hecho pruebas con discos de ordenadores y hemos podido comprobar, por ejemplo, que en un solo disco podemos suministrar la totalidad de las fotograf¨ªas que hemos publicado en toda la historia de la revista. Otra ventaja important¨ªsima que ofrece este soporte, como veh¨ªculo de la revista, es la de permitir la posibilidad de realizar ¨ªndices.
P. Cuando usted public¨®, en el n¨²mero de noviembre de 1986 de la revista, su tesis de que Crist¨®bal Col¨®n no desembarc¨® en la isla de San Salvador, sino en Saman¨¢, se cre¨® un gran revuelo entre los historiadores.
R. En aquel art¨ªculo yo ataqu¨¦ una teor¨ªa tradicional fuertemente establecida. Los m¨¢s importantes historiadores estadounidenses me dijeron de todo. Antes de publicar aquel art¨ªculo ya contaba con esa reacci¨®n, pero lo que no pensaba era que fuese a despertar tanto inter¨¦s en el p¨²blico en general. Los noticiarios de todas las cadenas de televisi¨®n se interesaron por el tema. En 100 a?os ninguna publicaci¨®n ha conseguido tanta atenci¨®n como cuando se public¨® aquel art¨ªculo. Pero para m¨ª lo realmente importante no es saber d¨®nde recal¨® Col¨®n, sino lo que ocurri¨® despu¨¦s. Publiqu¨¦ otro estudio sobre los espa?oles en Am¨¦rica del Norte desde 1521 hasta la llegada de los ingleses, que tambi¨¦n sorprendi¨® mucho, ya que es una historia no comprendida y nunca mostrada en Estados Unidos. El cap¨ªtulo de los espa?oles en Am¨¦rica del Norte es invisible. Nuestra pol¨ªtica exterior, cuando trata con pa¨ªses que hablan espa?ol, es totalmente ignorante, y esto resulta particularmente grave si se considera que dentro de 20 a?os los hispanos van a dirigir la pol¨ªtica en los Estados de California, M¨¦xico, Arizona y Texas.
P. El ¨ªndice de crecimiento de la poblaci¨®n hispana establecida en Estados Unidos es sensiblemente superior al de la media americana. ?Pero no cree que se producir¨¢ un fen¨®meno de integraci¨®n que llevar¨¢ consigo la p¨¦rdida de ra¨ªces?
R. Decididamente, creo que no. Mi abuelo era irland¨¦s, y yo todav¨ªa estoy enojado y no he olvidado la represi¨®n que han ejercido los ingleses sobre los irlandeses durante ocho siglos. Los cubanos que est¨¢n en Miami desde hace 30 a?os no se han olvidado de que son cubanos, ni tampoco sus hijos.
P. ?C¨®mo encuentra la situaci¨®n actual de Latinoam¨¦rica y su futuro?
R. Las drogas han cambiado mucho. La coca¨ªna concretamente. Es la mayor fuente de ingresos monetarios para Colombia, Bolivia, Per¨²... Ha cambiado la perspectiva de toda la pol¨ªtica de Latinoam¨¦rica, como ocurre en Panam¨¢, donde tenemos al presidente de un pa¨ªs acusado de ganar millones por medio de las drogas, que era amigo de Estados Unidos porque ten¨ªa un importante Ej¨¦rcito. Este Ej¨¦rcito era m¨¢s importante para Estados Unidos que el tema de que traficase con drogas. Todos los acuerdos pol¨ªticos que hacemos con Colombia, Bolivia y Per¨² tienen que incluir una cl¨¢usula sobre este aspecto. Si se elimina el negocio de las drogas en estos pa¨ªses, ?qu¨¦ les damos a cambio de dinero? Se les dice que en lugar de drogas deben producir ma¨ªz. Y por el ma¨ªz les dan un d¨®lar, y por la coca¨ªna les dan 1.000.
P. ?Qu¨¦ consideraci¨®n le merece la conmemoraci¨®n en 1992 del V Centenario del Descubrimiento de Am¨¦rica?
R. Es un problema grave en Am¨¦rica, porque tenemos muchos negros, muchos ind¨ªgenas, y ninguno de estos dos colectivos est¨¢n celebr¨¢ndolo, porque lo ven como el inicio de su esclavitud. Los cubanos de Cuba est¨¢n afrontando el tema de esta manera, tomando el punto de vista de los ind¨ªgenas. El tema se est¨¢ politizando en exceso. La comisi¨®n del V Centenario hecha por el presidente Reagan est¨¢ constituida casi exclusivamente por pol¨ªticos. Tan s¨®lo hay dos catedr¨¢ticos, y de dudoso prestigio. Esta comisi¨®n dice que es el encuentro entre dos culturas, y lo que pas¨® despu¨¦s lo consideran como algo aparte. Yo creo que el encuentro es tan importante que ineludiblemente hay que celebrarlo, quiz¨¢ no con aplauso, pero celebrarlo.
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