Un 'bunker' contra la 'perestroika'

Los aires nacionalistas del B¨¢ltico se han propagado a Bielorrusia, la rep¨²blica sovi¨¦tica que, de ejemplo de lealtad a Mosc¨², se ha convertido en un bunker estalinista contra la perestroika. La direcci¨®n de la rep¨²blica trata hoy de evitar el desmoronamiento de este bunker a base de prohibiciones. Prohibido fue un mitin que acab¨® reprimido por la polic¨ªa el 30 de octubre en Minsk. Prohibida fue la versi¨®n en directo de un telepuente sobre cuestiones nacionales en que participaban Minsk y las capitales b¨¢lticas Talin, Riga y Vilnius. Prohibida ha sido la pel¨ªcula El teatro de los tiempos de la perestroika y la glasnost, sobre la actitud, te?ida de antisemitismo, con que se valora al artista jud¨ªo Marc Chagall en su Bielorrusia natal.

Arkadi Ruderman, el director, como otros intelectuales bielorrusos, act¨²an como gente acosada que se mueve en un ambiente semiclandestino y pide socorro a Mosc¨².Zenon Posniak, un arque¨®logo convertido en l¨ªder moral de la desestalinizaci¨®n en Bielorrusia, caminaba por Minsk el 30 de octubre cuando cuatro polic¨ªas se lanzaron sobre ¨¦l y, fumig¨¢ndole con un spray de gases lacrim¨®genos, le arrastraron hacia un autob¨²s. Posniak, de 44 a?os, se dispon¨ªa a participar en el Mitin-r¨¦quiem en memoria de las v¨ªctimas del estalinismo y el fascismo, esperado por las fuerzas antidisturbios con carros de bomberos y furgones celulares. "Menos mal que me protegi¨® un grupo de mujeres", exclama Pozniak, el alma del grupo Martirolog. Mientras deambula por el centro del desangelado Minsk, el arque¨®logo pasa lista a los edificios destruidos por el poder sovi¨¦tico: "La iglesia del Esp¨ªritu Santo, el convento de los Benedictinos, la Magdalena, la Mezquita, la Sinagoga, la iglesia de los Dominicanos, por cuyo incendio se pas¨® factura a los alemanes, sin que ello impidiera demolerla en los cincuenta porque hac¨ªa mala combinaci¨®n con un monumento a Stalin.

La restauraci¨®n de monumentos es una de las exigencias de los sectores reformistas de Bielorrusia, enfrentados, en una guerra de escaramuzas provincianas, con la direcci¨®n del partido. La disoluci¨®n del mitin del 30 de octubre ha sido el punto culminante de la tensi¨®n entre esta directiva y un movimiento social que cobra forma en el Frente Popular de Renacimiento, inspirado en los movimientos de Estonia, Letonia y Lituania. El Frente Popular encuentra su base en otros grupos como Martirolog (an¨¢logo al grupo Memorial, en memoria de las v¨ªctimas de Stalin), Tuteishyia (grupo de j¨®venes escritores en bielorruso) o asociaciones informales como Sobremetnik y Talaka.

Fusilamientos

Uno de los objetivos de los miles de manifestantes que trataban de recuperar la tradici¨®n del D¨ªa de los Difuntos el 30 de octubre en Minsk era el bosque de pinos conocido por Kuropaty, en los arrabales de la ciudad. Kuropaty despierta hoy macabras asociaciones tras la publicaci¨®n en el peri¨®dico Literatura i Mastaztva de las revelaciones de Zenon Posniak. Aqu¨ª, sostiene Posniak, patrullas del Comisariado del Interior (NKVD) fusilaron a centenares de miles de personas entre 1937 y 1941. Los cr¨¢neos humanos perforados por balas exhumados por estos parajes dan cuenta de ello. La envergadura de la represi¨®n ha eclipsado las atrocidades nazis en esta zona, famosa por su resistencia partisana ante el invasor alem¨¢n.

Publicaciones como Literatura i Mastaztva apoyan hoy una re flexi¨®n sobre la historia y la cultura de la rep¨²blica, cuya lengua eslava ha cedido terreno a su pariente pr¨®ximo el ruso. "Nuestra situaci¨®n es mucho m¨¢s dif¨ªcil que en el B¨¢ltico", coinciden en afirmar varios intelectuales bielorrusos, conscientes de que el proceso de asimilaci¨®n de su cultura a la rusa ha ido m¨¢s lejos aqu¨ª que en las rep¨²blicas b¨¢lticas.

"Nuestro principal problema es la lengua", dice el escritor Vasil Vykov, otro de los l¨ªderes del Frente Popular, que ha recurrido a la Prensa de Mosc¨² para defenderse de la campa?a de acusaciones que la Prensa local en ruso, y especialmente el peri¨®dico Vechemii Minsk, ha lanzado contra algunos intelectuales de la rep¨²blica. Con la urbanizaci¨®n, nos explica Vykov, ha disminuido el empleo del bielorruso, hablado principalmente en las comunidades rurales. En Minsk no hay escuelas en bielorruso y tan s¨®lo existen algunas clases aisladas. Bielorrusia, junto con Ucrania, est¨¢ representada formalmente en las Naciones Unidas en calidad de rep¨²blica soberana, pero todos los documentos oficiales est¨¢n en ruso.

Tanto el bielorruso corno el ruso se usaban el 10 de noviembre en el Palacio del Arte de Minsk, un teatro donde varios centenares de personas, convocadas por la Uni¨®n de Artistas, criticaban a la direcci¨®n comunista de Efrem Sokolov.