De postre, potaje
Seguimos reflexionando sobre los festivales de jazz. Lo bueno que tienen es que, a lo mejor, de jazz, jazz no ense?an nada nuevo, pero a cambio se aprende mucho de otras cosas. En esta edici¨®n, por ejemplo, el guitarra Sebasti Tapaj¨®s y el pianista Gilson Peranzetta han dado un cursillo acelerado de m¨²sica brasile?a.
Lo de cursillo viene bien por que la pareja exhibe una t¨¦cnica aut¨¦nticamente magistral; sobre todo Tapaj¨®s, cuyos tr¨¦molos deben de hacer que se remuevan en la tumba las cenizas de T¨¢rrega. En el repertorio, Tapaj¨®s y Peranzetta tambi¨¦n son did¨¢cticos, porque, sin desde?ar cosas archiconocidas como Acuarela do Brasil, incluyen piezas de diversas zonas, con lo que demuestran que en la m¨²sica de su tierra no todo son chicas de Ipanema.
D¨²o Tapaj¨®s-Peranzetta
Sexteto de Tete Montoli¨² y Paquito d'Rivera
Lo de acelerado tambi¨¦n queda muy propio porque estos m¨²sicos corren. Corren que se las pelan. No se entiende por qu¨¦ esas prisas en una m¨²sica tan cadenciosa como la de Brasil. A lo mejor es que, como uno de los patrocinadores del festival es Aerol¨ªneas Argentinas, alguien ten¨ªa que recordarlo y a ¨¦stos era a quienes les pillaba m¨¢s cerca.
Una cosa buena de los m¨²sicos brasile?os es que se consideran todos miembros de una especie de comunidad espiritual y continuamente se ofrecen homenajes los unos a los otros. Tapaj¨®s y Peranzetta empezaron con dos de estos homenajes, pero como al hablar en las presentaciones tambi¨¦n corr¨ªan mucho, fue muy dif¨ªcil enterarse de qui¨¦nes eran los destinatarios. Se trataba de Billy Branco y Ricardo Pontes (que conste que no lo s¨¦ porque tenga o¨ªdo o conocimientos especiales, sino porque en el entreacto fui a preguntar).
Para el n¨²mero fuerte del programa se reunieron un bajista de Nueva York, un bater¨ªa de origen japon¨¦s, un percusionista de Puerto Rico, un trompeta brasile?o, un saxo cubano y un pianista catal¨¢n. Encima, el primer tema fue A night in Tunisia. C¨®nclave tan multinacional da para soltar el t¨®pico de la m¨²sica que surge en el arroyo y se hace universal y todo eso; pero lo que en realidad sucede es que cuando los que se juntan son buenos cualquier cosa vale.
M¨²sica latina
A uno, Tete Montoli¨² le gusta haciendo lo suyo, pero hay que reconocerle solvencia en la m¨²sica latina. Cuando empezaba toc¨® en bandas del g¨¦nero y ha grabado un disco muy bueno de boleros; adem¨¢s, es conocida su admiraci¨®n por Celia Cruz y los reyes de la salsa. Paquito d'Rivera se luce siempre en estos encuentros, donde lo tiene todo muy f¨¢cil porque nunca sale de su terreno. Hasta cuando toca Summertime lo hace con la canci¨®n convenientemente adaptada, sin que falte la coda gershwi niana; esta vez no tan gershwi niana, porque incluy¨® tambi¨¦n Stormy weather —que es de Harold Arlen— y el pasacalles Los nardos. Paquito tuvo momentos brillantes con el clarinete y al saxo alto luci¨® su repertorio de trucos y citas extempor¨¢neas con la competencia y fogosidad acostumbradas.
Dijo Paquito que lo mejor que le ha pasado en su vida fue encontrar al trompetista Claudio Roditi, pero no es verdad: lo mejor es que siga todav¨ªa con ¨¦l. No obstante, quienes admiramos a Roditi y compramos sus discos estamos deseando que abandone el trabajo de sacrist¨¢n y se presente de una vez con su propio grupo. De la r¨ªtmica, el mejor fue el bater¨ªa Akira Tana; el bajista David Finch iba cubriendo el expediente, hasta que se le ocurri¨® coger el arco y entonces la fastidi¨®. En cuanto al percusionista, no hay que tom¨¢rselo muy en serio: para tocar el piano hay que ir al conservatorio, mientras que para darle a la percusi¨®n como este Sammy Figueroa basta con haber nacido en Puerto Rico y echarle cara a la vida.
Como postre, d¨²o y sexteto se juntaron para hacer lo que Paquito llam¨® un potaje. Parec¨ªa guisado en la olla saltarina, por que no se acababa nunca.
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