Mingote record¨® a 'La Codorniz' en su ingreso en la Real Academia Espa?ola
El dibujante aportar¨¢ "una sana iron¨ªa", seg¨²n L¨¢zaro Carreter
El dibujante y humorista Antonio Mingote, de 68 a?os, ingres¨® ayer tarde en la Real Academia Espa?ola, para ocupar el sill¨®n r, con un discurso en el que traz¨® la historia de las revistas Madrid C¨®mico y La Codorniz, sin ahorrarse las iron¨ªas que contra la Espa?ola dirigi¨® la primera de estas publicaciones. Le respondi¨® Fernando L¨¢zaro Carreter, para quien el nuevo acad¨¦mico aportar¨¢ una sana iron¨ªa a la instituci¨®n. En ¨¦l, seg¨²n a?adi¨®, "se?orea la imagen y la palabra". Don Juan de Borb¨®n, padre del Rey, presidi¨® el acto.
Mingote cit¨® para comenzar su discurso la c¨¦lebre frase del humorista Groucho Marx cuando fue elegido para determinado club: "Yo no puedo entrar en un lugar en donde se admite a individuos como yo". "Por mucho que yo no alcance a ver mis m¨¦ritos", dijo, "supongo que alguien ha descubierto en m¨ª al menos una cierta capacidad para la colaboraci¨®n".Eligi¨® Mingote dos revistas representativas de dos generaciones y dos concepciones del humor: Madrid C¨®mico, que enlaz¨® el siglo pasado con ¨¦ste, y La Codorniz, nacida en 1941. "Si los espa?oles de hoy hemos aprendido a no confundir lo po¨¦tico con lo cursi, si hemos renunciado a la instransigencia en favor de la tolerancia, si rechazamos la violencia y preferimos el di¨¢logo, a ser posible con risa, si somos m¨¢s civilizados que nuestros abuelos, lo debemos en parte a La Codorniz".El nuevo acad¨¦mico hizo un estudio de los tipos de humor ejercidos por ambas revistas y distingui¨® a sus colaboradores. En Madrid C¨®mico destaca Leopoldo Alas, Clar¨ªn, de iron¨ªa tan famosa que llega hasta hoy y que, como sus compa?eros de la revista, siempre arremeti¨® contra la Academia. "?Qu¨¦ mayor galicismo que ella misma [la Academia]", se pregunta Clar¨ªn, "que est¨¢ tomada de una instituci¨®n francesa por un rey que nos vino de Francia?".
Un modelo de epigrama contra la Academia, recogido por Mingote, pod¨ªa ser: "Acad¨¦mico han nombrado/ de la lengua a don Pascual, / cosa que le ha disgustado / pues grita muy enfadado: / ?Caramba! ?Escribo tan mal?". Y Mingote coment¨®: "Mucho les habr¨ªa extra?ado a aquellos feroces antiacad¨¦micos saber que un d¨ªa sus diatribas contra la Academia ser¨ªan comentadas con regocijo en un acto acad¨¦mido como ¨¦ste de hoy".
Los c¨®micos
Se extra?aba Clar¨ªn, record¨® Antonio Mingote, que no entrasen en la Real Academia Espa?ola autores c¨®micos, pues, dec¨ªa el autor de La Regenta, el verdadero lenguaje espa?ol de hoy se encuentra en las comedias de Ramos Carri¨®n, Vital Aza, Miguel Echegaray.... mucho mejor que en ciertos discursos acad¨¦micos y en no pocos libros de grandes dimensiones".
"Le encuentro muy cambiado, don Jeronimo, dec¨ªa la primera portada de Tono en La Codorniz. "Yo no soy don Jer¨®nimo". "Pues m¨¢s a mi favor". Para Mingote, "la transici¨®n del humor de Madrid C¨®mico al de La Codorniz fue casi un salto circense de trapecio a trapecio". Durante el tiempo primitivo de la posguerra, la revista reflej¨® una ¨¦poca caracterizada por el inmovilismo. "Leyendo Madrid C¨®mico se puede tener una idea aproximada de c¨®mo eran las costumbres de su tiempo y c¨®mo se deb¨ªan perfeccionar. Leyendo La Codorniz se puede saber c¨®mo eran las costumbres en tiempo de Madrid C¨®mico y c¨®mo se resist¨ªan a desaparecer...".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.