Jueves negro
Variadas cat¨¢strofes se cernieron el jueves sobre el Gobierno. El efecto bumer¨¢n de los deslices sem¨¢nticos parafranquistas pronunciados por los se?ores Benegas y Gonz¨¢lez, la noticia de los 27 millones gastados por la Junta de Andaluc¨ªa en langostinos, la desdichada intervenci¨®n del ministro Corcuera en Televisi¨®n Espa?ola, el piano del se?or ministro de Defensa, el terror¨ªfico apoyo de un Hern¨¢ndez Mancha tambi¨¦n contrario al paro del 14 de diciembre... Amigos y enemigos parec¨ªan haberse puesto de acuerdo para hundir al Gobierno m¨¢s progresista que ha tenido Espa?a desde 1492.Por un momento tem¨ª que tal c¨²mulo de adversidades volviera a aplastar la fr¨¢gil psicolog¨ªa del se?or presidente y estuve atento a los augures oficiales, dedicados a detectar depresiones gonzalinas; pero nada han dicho hasta el momento, aunque me terno que antes, no mucho, del fat¨ªdico 14 de diciembre circule el rumor de que Gonz¨¢lez dimite si el paro general es un ¨¦xito y que despu¨¦s de ¨¦l Matutes o el diluvio. Tal vez no haga falta llegar a extremos que tan eficaces fueron durante la carripa?a de terror desencadenada antes del refer¨¦ndum sobre la OTAN. Terror a la desgonzalizaci¨®n de Espa?a.
Menos mal que, compadecida la divina providencia por los excesos de ese jueves de dolor y agradecida por el gesto del se?or presidente de restaurar la fiesta de la Inmaculada, permiti¨® que el viernes amaneciera con dos alivios. Para empezar, les sali¨® el tiro por la culata a los que lanzaron campanadas de esc¨¢ndalo por una falsa usurpaci¨®n del vuelo de Iberia entre Santiago y Madrid a cargo del s¨¦quito de Alfonso Guerra, en perjuicio del Real Madrid. Para continuar, el viernes amanece con la noticia de que muy oportunamente Enrique Curiel deja el partido comunista y pasa a engrosar la lista de espera independiente. Redondo va hacia el rojo como Miguel Strogoff hacia el cuchillo incandescente que le dejar¨¢ ciego, pero Curiel se sale del rojo e ingresa en las pluralidades crom¨¢ticas de la modernidad. Un canje providencial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.