Los integristas palestinos abogan por la lucha armada
"Nadie les pidi¨® desde el interior que declarasen el Estado independiente. Lo que ten¨ªa que haber hecho el Consejo Nacional Palestino, de acuerdo con la religi¨®n musulmana, es haber llamado a la lucha militar contra Israel". Quien as¨ª habla es el jeque Mohamed Abu Saher, uno de los dirigentes del Movimiento de Resistencia Isl¨¢mica, la rama palestina de los Hermanos Musulmanes (integristas sun¨ªes). Hamas, acr¨®nimo en ¨¢rabe del movimiento, es la expresi¨®n pol¨ªtica de los grupos isl¨¢micos, durante mucho tiempo favorecidos por Israel para dividir a la resistencia palestina, junto a la que, sin embargo, luchan contra la ocupaci¨®n.
"La intifada", declara a EL PA?S Abu Saher, "significa una verdadera revoluci¨®n, que se expresa en el rechazo al ocupante y a la opresiva realidad de los territorios ocupados. Psicol¨®gicamente lleva a una situaci¨®n en la que se reh¨²sa incluso la existencia del opresor, aunque sea en el nivel de los deseos". Hasta aqu¨ª el an¨¢lisis de los integristas coincide sustancialmente con el del grueso de los palestinos que se han volcado como una sola persona en la sublevaci¨®n. Difiere, sin embargo, su visi¨®n del paso pol¨ªtico dado por la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) en Argel. "La declaraci¨®n de independencia se ha producido antes de tiempo", asegura el jeque Abu Saher. Para Hamas, la OLP ha hecho "un gran regalo [el reconocimiento] a la naci¨®n jud¨ªa sinobtener nada a cambio".Los l¨ªderes de Hamas son j¨®venes, pues se trata de un movimiento reciente en los territorios ocupados. Abu Saher, el rostro escondido tras una espesa barba, debe de rondar la cuarentena. Sorprende su porte, vestido con sencillez a la occidental, bajo una t¨ªpica kufia palestina a cuadros blancos y negros. Tras esa apariencia de modernidad se descubre en seguida el arraigo de la m¨¢s severa tradici¨®n isl¨¢mica en sus costumbres. Mano en el coraz¨®n y una ligera inclinaci¨®n de cabeza en se?al de respeto, en lugar del habitual apret¨®n de manos occidental. Su interlocutor es una mujer y durante todo el tiempo que dura la entrevista evita su mirada.
"Incluso si la conferencia internacional tuviera lugar, los jud¨ªos no van a aceptar-ninguna resoluci¨®n que suponga una merma de su territorio", manifiesta con cierta expresi¨®n de desenga?o este jatib (predicador) itinerante. Abu Saher, que ha pasado 11 a?os en las c¨¢rceles israel¨ªes, difunde su doctrina pol¨ªtico-religiosa a trav¨¦s de distintas mezquitas. "He visto, a mucha gente duranteomis sermones y no se sienten felices ni satisfechos con lo que se ha decidido en Argel", asegura. Al pedirle que precise si est¨¢ defendiendo la lucha armada sonr¨ªe, y con la misma voz pausada y firme con que ha contestado otras preguntas afirma: "Es el camino. Nada resolver¨¢ el problema excepto la fuerza".
La sugerencia de que el recurso a las armas por parte de los palestinos podr¨ªa generar una respuesta israel¨ª que acabara en matanza le hace reflexionar unos segundos. "No hay ning¨²n arma que los israel¨ªes no hayan utilizado en la intifada, incluso contra los ni?os peque?os. Cuando la resistencia pueda ser igual, los israel¨ªes no podr¨¢n controlar los territorios, como ya sucedi¨® en Gaza en 1969 y 1970". La desesperanza impl¨ªcita en esta postura la confirma Abu Saher al a?adir: "Estamos en lo m¨¢s bajo, ya no tenemos m¨¢s que perder".
Para los integristas, el problema palestino es un problema isl¨¢mico, y por tanto, como asegura otro de sus dirigentes, Jalil Kukah, "el Estado palestino no resolver¨¢ el problema palestino y no evitar¨¢ la continuaci¨®n de la Yihad [guerra santa] contra la presencia israel¨ª en Palestina". "Si existiera dicho Estado", a?ade Abu Saher, "nos encontrar¨ªamos con dos clases de palestinos, los de dentro y los de fuera de la l¨ªnea verde, y ninguno de ellos podr¨ªa tener la conciencia tranquila sabiendo que parte de sus hermanos se hallan del otro lado". Si bien es cierto que en un principio las mezquitas constituyeron excelentes bases para la intifada y que, a¨²n hoy, la plegaria del viernes contin¨²a siendo lugar privilegiado de encuentro y coordinaci¨®n, el peso social de este movimiento es limitado y est¨¢ pr¨¢cticamente circunscrito a la franja de Gaza. Fuentes palestinas calculan en un 25% los seguidores de Hamas en Gaza y en no m¨¢s del 3% en Cisjordania.
Hamas, en ¨¢rabe, significa fervor, y con fervor esperan los seguidores de este movimiento isl¨¢mico que se cumpla la predicci¨®n de su libro sagrado: "La furia de Dios caer¨¢ sobre ellos [los jud¨ªos]. (...) Porque no creen en la palabra de Dios y mataron a los profetas sin justificaci¨®n".
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