El due?o del casino de La Coru?a y la mujer del jefe de la brigada de estupefacientes comparten negocios

Jos¨¦ Collazo Mato, constructor, propietario del Casino del Atl¨¢ntico, en La Coru?a, es el accionista mayoritario de una empresa de m¨¢quinas tragaperras denominada Recreativos del Mont Blanc. En la misma empresa tiene intereses Mar¨ªa Elena Ordax Reza, casada con Emilio P¨¦rez P¨¦rez, jefe de la brigada provincial de estupefacientes. Collazo es un empresario del juego, propietario de la emEn el consejo de Comar, ¨²nicamente figura Jos¨¦ Collazo, junto a su esposa, Mar¨ªa Obdulia Mato Ins¨²a, y su hermano Manuel Collazo Mato.

La firma en la que est¨¢ asociado con la esposa del jefe de la brigada coru?esa de estupefacientes representa un negocio muy peque?o para el due?o del casino de La Coru?a.

De acuerdo con los datos registrados en la Comisi¨®n Nacional del Juego, la propiedad de Recreativos del Mont Blanc est¨¢ repartida entre Collazo, Mar¨ªa Antonia Devesa Fern¨¢ndez, Blanca Virumbrales Tamayoy Mar¨ªa Elena Ordax Reza.

Mujeres de polic¨ªas

Mar¨ªa Antonla Devesa Fern¨¢ndez est¨¢ casada con Jos¨¦ Antonio Purri?os Pe?a, un ex polic¨ªa que, hoy es jefe de seguridad del Casino del Atl¨¢ntico. Blanca Virumbrales Tamayo es la viuda de Antonio Rodr¨ªguez Rivero, otro polic¨ªa que perteneci¨® a la brigada de estupefacientes de La Coru?a y falleci¨® el a?o pasado. Mar¨ªa Elena Ordax Reza es, como se ha dicho, la esposa del actual jefe de la brigada coru?esa de estupefacientes. Los datos son del 16 de enero de 1986, y no se han registrado cambios.

El capital social de esta empresa es de nueve millones de pesetas, que se reparten del siguiente modo: Jos¨¦ Collazo Mato tiene cuatro millones y medio, que pag¨® mediante la aportaci¨®n de m¨¢quinas tragaperras. El otro 50% se lo reparten, a partes iguales las tres mujeres. Estas fundaron la sociedad a comienzos de los a?os setenta. Collazo y Mato se incorpor¨® a ella m¨¢s tarde.

Recreativos del Mont Blanc tiene la autorizaci¨®n n¨²mero 13.429 para explotar tragaperras, concedida por la Comisi¨®n Nacional del Juego en febrero de 1986. En esa fecha, la comisi¨®n no exig¨ªa que las empresas autorizadas estuvieran constituidas como sociedad mercantil. De hecho, Recreativos del Mont Blanc no est¨¢ inscrita en el Registro Mercantil. Cuando pidi¨® el permiso, en 1985, lo ¨²nico que present¨® fue una certificaci¨®n de que no hab¨ªa ninguna otra sociedad inscrita con el mismo nombre.

Sin embargo, el nuevo reglamento de m¨¢quinas, publicado en 1987, s¨ª exige que las empresas de tragaperras se constituyan como sociedades mercantiles. A fin de facilitar la transici¨®n, las autoridades del juego dieron un plazo de tiempo para que las empresas aportaran las certificaciones correspondientes. Hoy los plazos est¨¢n m¨¢s que cumplidos, sin que Recreativos del Mont Blanc haya aportado la documentaci¨®n que se le ha solicitado. Hay que entender, por tanto, que la licencia con la que operaba ha prescrito, aunque, por problemas burocr¨¢ticos, la Comisi¨®n Nacional del Juego todav¨ªa no ha cursado a Recreativos la comunicaci¨®n correspondiente.

Sigue operando

En un sal¨®n de juego situado en la avenida de Buenos Aires, en La Coru?a, todav¨ªa hab¨ªa la semana pasada m¨¢quinas explotadas por Recreativos del Mont Blanc, seg¨²n constaba en el cart¨®n de autorizaci¨®n adjunto a los aparatos.

Por otra parte, Jos¨¦ Collazo es la persona a la que el Ayuntamiento del alcalde socialista Francisco V¨¢zquez ha concedido la explotaci¨®n del palacio de congresos y exposiciones, que la empresa Gin¨¦s y Navarro ha comenzado a construir en La Coru?a

El proyecto, que tiene un presupuesto pr¨®ximo a los 1.800 millones de pesetas, financiado por la Xunta, el Ayuntamiento y el propio Collazo, ha sido inspirado por el delineante Antonio V¨¢zquez Li?eiro.

Jos¨¦ Collazo Mato obtuvo esta concesi¨®n, para su empresa Sociedad de Fomento y Desarrollo Tur¨ªstico, como consecuencia de un acuerdo relacionado con la adjudicaci¨®n del casino. Seg¨²n ese acuerdo, a Collazo le corresponder¨ªa la explotaci¨®n del palacio de congresos en el caso de que el Ayuntamiento renunciara a participar en el negocio del juego, cosa que ocurri¨®.