Luz para las arterias
El cambio de vida puede frenar la arteriosclerosis, seg¨²n un estudio de la universidad de California
La modificaci¨®n del tipo de vida por s¨ª sola, sin f¨¢rmacos ni cirug¨ªa, puede frenar o dar marcha atr¨¢s a la arteriosclerosis, endurecimiento de las arterias que puede ocasionar ataques cardiacos, seg¨²n una investigaci¨®n dirigida por el doctor Dean Ornish en la Universidad de California, San Francisco. Ornish present¨® el estudio de una reuni¨®n de la Asociaci¨®n Americana del Coraz¨®n celebreada recientemente em Washington, de que el descubrimiento era el resultado perliminar de un estudio que se refer¨ªa solamente a unos pocos pacientes. A pesar de ello, el doctor Ornish a?adi¨® que el informe pod¨ªa tener consecuencias de mayor alcance para el tratamiento de las enfermedades cardiacas, consideradas como la principal causa de la iuerte en los pa¨ªses desarrollados.
"Es de suma importancia demostrar que sin f¨¢rmacos, cambiando solamente el estilo de vida de la gente, se puede hacer retroceder las enfermedades de la arteria coronaria", afirma el doctor Alexander Leaf, director del Centro de Salud Cardiovascular del Hospital General de Massachusetts, en Boston (EE UU). "S¨ª se confirman los datos preliminares este estudio va a conmocionar a los m¨¦dicos".El hallazgo es sorprendente porque los cient¨ªficos han descubierto s¨®lo muy recientemente que pod¨ªan reducir la placa que obstruye las arterias. y ello con ayuda de f¨¢rmacos muy potentes.
Se considera que los resultados son preliminares , porque hasta ahora s¨®lo se ha analizado a 29 de los 50 pacientes que formaban parte del estudio. Hasta dentro de un a?o no se podr¨¢ disponer del resto de la informaci¨®n.
"Si los resultados siguen siendo tan buenos, ser¨¢ muy importante para que los m¨¦dicos tengan en cuenta otras alternativas a los trasplantes de coraz¨®n, marcapasos y dem¨¢s adelantos t¨¦cnicos en los que se han embarcado", a?adi¨® Leaf, que es presidente del departamento de Medicina Preventiva de la Escuela de Medicina de Harvard y que fue jefe m¨¦dico del Hospital General de Massachusetts.
A los pacientes del estudio se les diagnostic¨®, mediante un angiograma, graves enfermedades del coraz¨®n. A las 50 personas selecionadas se las dividi¨® por azar en dos grupos. Uno de los grupos recibi¨® tratamiento tradicional, con instrucciones concretas para que disminuyeran sus niveles de colesterol y, presi¨®n sangu¨ªnea, y para que dejaran de fumar.
Grasas no saturadas
A los del segundo grupo se les pidi¨® que realizaran un r¨¦gimen m¨¢s exigente, a base de una dieta vegetariana y baja en grasas, en la que menos del 10% de las calor¨ªas proven¨ªan de las grasas y adem¨¢s casi todas ellas eran no saturadas. Esto representa menos de un tercio de las grasas normales en una dieta americana. Los pacientes tambi¨¦n siguieron un programa individualizado de ejercicio moderado, as¨ª como un cursillo de control de la tensi¨®n nerviosa a base de yoga y meditaci¨®n. A los fumadores se les pidi¨® que dejaran el h¨¢bito.Al comparar a 12 pacientes que hab¨ªan terminado el r¨¦gimen riguroso con otros; 17 que hab¨ªan seguido el tratamiento m¨¦dico tradicional se comprob¨® que los del programa experimental hab¨ªan mejorado m¨¢s yensanchado considerablemente las arterias.
Normalmente, los s¨ªntomas de la enfermedad no aparecen hasta que las arterias que suministran sangre al coraz¨®n no est¨¢n obstruidas en un 70% por la placa. Llegado ese punto, la persona puede sufrir dolores de pecho. Si la obstrucci¨®n contin¨²a puede desembocar en un ataque cardiaco.
Antes de empezar los tratamientos se comprob¨® que, por t¨¦rmino medio, las arterias coronarias de los pacientes del grupo experimental estaban obstruidas en un 44,4%. El promedio se efectu¨® tomando en cuenta todas las arterias, con lo que algunas estaban obstruidas en un 70%, pero otras estaban relativamente abiertas. Al cabo de un a?o, la obstrucci¨®n media mejor¨® hasta bajar al 40,8%, y, seg¨²n Ornish, los mejores resultados se dieron en las arterias que hab¨ªan estado m¨¢s obstruidas.
En cambio, la obstrucci¨®n media de los pacientes que si se increment¨® del 44,1% al 46,2%. Se encontr¨® mejor¨ªa en 10 de los 12 pacientes del grupo que sigui¨® el tratamiento experimental, mientras que 11 de los 17 pacientes con r¨¦gimen tradicional empeoraron.
Formaci¨®n de placas
El colesterol en la sangre es la causa principal de la progresiva obstrucci¨®n de: las arterias. Los investigadores analizaron tanto el colesterol global de los pacientes del estudio como el colesterol lipoprote¨ªnico de baja densidad, que es el que ocasiona la formaci¨®n de la placa.En el grupo experimental, el promedio de colesterol global era de 213 miligramos por un decilitro de sangre antes de la terapia, y un a?o despu¨¦s descondi¨® a 154 miligramos. Asimismo, estos pacientes empezaron con un colesterol lipoprote¨ªnico de baja densidad de 136, que descendi¨® a 81. En el otro grupo, el promedio de colesterol global de partida era de 281 y disminuy¨® a 230. En cuanto al colesterol lipoprote¨ªnico, el promedio era de 171 miligramos por decilitro y baj¨® a 148.
Otro estudio importante que ha demostrado un cambio en la obstrucci¨®n de las coronarias fue el realizado el a?o pasado por el doctor David H. Bankenhorn en la universidad norteamericana de California del Sur. Para ello utiliz¨® un f¨¢rmaco nuevo, el colestipol, en combinaci¨®n con grandes dosis de niacin, y en su informe mostr¨® que la obstrucci¨®n arterial hab¨ªa disminuido en el 16% de sus pacientes.
Del ojo a la precisi¨®n del ordenador
"Si el doctor Ornish sigue demostrando que las enfermedades de la coronaria pueden desaparecer, su estudio contribuir¨¢ a que los cardi¨®logos cambien de actitud", afirma el doctor Alexander Leaf, director del Centro de Salud Cardiovascular del Hospital General de Massachusetts, en Boston. "Los cardi¨®logos tienden ahora a seguir una medicina preventiva en vez de esperar a colocar un marcapasos en la coronaria".Aunque el n¨²mero de pacientes del estudio de Ornish es peque?o, ¨¦ste emplea mediciones convincentes para casi todos los cardi¨®logos.
Por ejemplo, los investigadores midieron las obstrucciones mediante angiograf¨ªas cuantitativas de la coronaria. Las lecturas de los angiogramas, o las radiograf¨ªas de los vasos del coraz¨®n, se analizaron por ordenador y no mediante inspecci¨®n visual.
El nuevo m¨¦todo puede detectar con gran precisi¨®n modificaciones m¨¢s peque?as y en una fase m¨¢s temprana que con las t¨¦cnicas antiguas.
Aunque el estudio de Ornish no a?ade nada nuevo a los normales tratamientos sin f¨¢rmacos, es mucho m¨¢s riguroso de lo que exigen las actuales directrices.
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