Una auditor¨ªa descubre un grave descontrol del dinero p¨²blico en el Ayuntamiento de Majadahonda
Una auditor¨ªa de la firma Ernst & Whinney sobre la gesti¨®n socialista en el Ayuntamiento de Majadahonda durante los a?os 1983, 1984, 1985 y 1986 ha revelado un grave descontrol del dinero p¨²blico y una ausencia total de control sobre los archivos internos. El informe constata la desaparici¨®n durante tres a?os de los libros de intervenci¨®n ole gastos y de rentas y exacciones de 1983 -su posterior devoluci¨®n con enmiendas y tachaduras- y el extrav¨ªo temporal del listado de plusval¨ªas de 1984. Durante el per¨ªodo auditado, los presupuestos municipales sobrepasaron los 1.500 millones de pesetas.
Las irregularidades reflejadas por la auditor¨ªa, que ser¨¢ dada a conocer el pr¨®ximo lunes, han sido el motivo esgrimido por el actual alcalde, Roberto Rodr¨ªguez Solano, del CDS, para romper el pacto de gobierno que manten¨ªa con los socialistas desde las pasadas elecciones. ?stos, por su parte, aseguran que la auditor¨ªa est¨¢ "mal realizada, es tendenciosa y presume culpabilidades no demostradas", al tiempo que muestran sus sospechas sobre si la auditor¨ªa no habr¨¢ sido un pretexto buscado a prop¨®sito por Rodr¨ªguez Solano para poner fin al "pacto de progreso" entre centristas y socialistas.El estudio llevado a cabo por la firma Ernst & Whinney llega a la conclusi¨®n de que en el Ayuntamiento de Majadahonda no ha existido, durante el per¨ªodo auditado, un seguimiento exacto de las entradas y salidas de dinero, por lo que resulta imposible asegurar que "todas las partidas de ingresos y gastos susceptibles de ser registradas y liquidadas lo hayan sido", dice textualmente la auditor¨ªa.
Los auditores agregan que esto ha sido posible porque, entre otras razones, el Ayuntamiento no cuenta con "un procedimiento que permita que toda la documentaci¨®n que llega sea anotada en el ¨²nico registro de entrada ( ... ) ni se puede asegurar tampoco que esta documentaci¨®n se encuentre en los archivos municipales".
De hecho, parte de la documentaci¨®n ha permanecido fuera de los archivos durante tres a?os. La auditor¨ªa destaca que desde 1985 a 1988 algunos tomos de la contabilidad correspondiente a 1983 -a?o de especial importancia para Majadahonda, pues coincidi¨® con el boom urban¨ªstico- no estuvieron en el Ayuntamiento. Fueron los propios auditores quienes advirtieron la ausencia de los libros. Avisaron al alcalde y se pusieron en contacto con los ediles socialistas que durante el per¨ªodo 1983-1987 gobernaron el municipio con mayor¨ªa absoluta. Los libros aparecieron dos d¨ªas despu¨¦s.
Fernando Agullo, concejal socialista de Coordinaci¨®n de ?reas, Obras y Urbanismo durante el per¨ªodo auditado; Fernando Cerezo, secretario de Pol¨ªtica Institucional; Carmelo Angulo, secretario general de la Agrupaci¨®n Socialista de Majadahonda, y Antonio Espino, portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento y concejal de Sanidad hasta la ruptura del pacto, el pasado 18 de noviembre, coinciden en afirmar que durante todo el proceso en que se ha realizado la autor¨ªa el alcalde ha obrado "de mala fe".
En opini¨®n de los gestores socialistas, no s¨®lo se ha convertido en interlocutor ¨²nico de los auditores -por lo que ha obstaculizado la informaci¨®n que los socialistas pudieran haberles facilitado-, sino que trata de transmitir a la opini¨®n p¨²blica la idea de que la desaparici¨®n de los libros ha sido responsabilidad pol¨ªtica de los gestores del PSOE.
R¨¦plica socialistaLos cuatro representantes socialistas mencionados aseguran que es incierta y malintencionada la versi¨®n de los hechos ofrecida por el centrista Roberto Rodr¨ªguez Solano. "La responsabilidad de la custodia de los libros es de los funcionarios encargados precisamente de ese trabajo, no de los concejales ni del alcalde. Adem¨¢s", prosiguen, "los libros no desaparecieron, sino que permanecieron olvidados en otro lugar".
La versi¨®n de los portavoces socialistas es que los libros fueron sacados del Ayuntamiento de Majadabonda en 1983 por empleados de la empresa Ingenieros y Construcciones, SA (ICSA), contratada por ellos para poner en orden una contabilidad que se hab¨ªa disparado con el boom constructor de Majadahonda y el espectacular crecimiento del censo municipal. Quedaron olvidados en la empresa y ni los mismos empleados de ICSA recordaban que los ten¨ªan en sus dependencias. En cuanto fueron requeridos por los auditores, los devolvieron.
El Centro Democr¨¢tico y Social y Alianza Popular reprochan a los socialistas no s¨®lo la desaparici¨®n de los libros, sino su devoluci¨®n con tachaduras y enmiendas. A ello responden que "es tarea del juez dictaminar qui¨¦n ha efectuado esas tachaduras. La auditor¨ªa presupone culpables sin poder demostralo".
No s¨®lo aparecen irregularidades graves en esos libros. Poco despu¨¦s, los auditores constataron que tambi¨¦n hab¨ªan desaparecido unos listados correspondientes a los ingresos por plusval¨ªas del ejercicio de 1984. Estas hojas fueron encontradas posteriormente en el interior de los libros de cuentas correspondiente al ejercicio de 1985. Tambi¨¦n en este caso pudieron apreciar tachaduras y correcciones.
Para el alcalde y los concejales del Centro Democr¨¢tico y Social, estos hechos constituyen "anomal¨ªas muy graves", l¨®gicas dentro de una gesti¨®n tributaria "ca¨®tica", en la que la liquidaci¨®n de plusval¨ªas, "que tanta repercusi¨®n econ¨®mica tiene para la Hacienda municipal, no se refleja en los libros de contabilidad del a?o 1983 e incluso han desaparecido esas hojas de los libros del ejercicio de 1984".
Cuando los auditores presentaron el primer borrador con las conclusiones, el pasado mes de agosto, el alcalde present¨® denuncia ante el juzgado de San Lorenzo de El Escorial y el Tribunal de Cuentas por si "las irregularidades detectadas pudieran ser constitutivas de delito". Los socialistas consideran "un disparate" esta iniciativa del alcalde.
Gastos sin justificar y deudores an¨®nimos
Los auditores han constatado m¨²ltiples anomal¨ªas, adem¨¢s de la desaparici¨®n de los libros de intervenci¨®n, en el Ayuntamiento de Majadahonda. Los registros contables analizados carec¨ªan de foliaci¨®n y autorizaci¨®n mediante el sello de la corporaci¨®n y la r¨²brica del interventor.Los redactores del informe afirman tambi¨¦n que no est¨¢ actualizada la relaci¨®n nominal de acreedores y deudores del citado ayuntamiento, y que la lista de los mismos que se facilit¨® a los auditores no ha coincidido en ning¨²n a?o con lo reflejado en la contabilidad municipal. Se desconoce asimismo con exactitud cu¨¢l es el saldo pendiente de cobro.
En otros aspectos analizados, la auditor¨ªa est¨¢ redactada en t¨¦rminos muy ambiguos: en el cap¨ªtulo de gastos figuran contabilizados unos pagos con la denominaci¨®n "gastos a justificar". Se han realizado mediante pagos por caja, talones bancarios o, en el caso de los festejos, mediante la apertura en el banco de una cuenta para uso restringido de las personas encargadas de la organizaci¨®n, con un plazo para justificarlo de tres meses. Los auditores aseguran que quedan gastos pendientes de justificar de los a?os 1983 y 1984, pero no especifica cantidades ni deudores.
Asimismo, destacan que existen facturas pagadas en las que no existe constancia del recib¨ª por parte del jefe de servicios correspondiente y que, entre los mandamientos de pago a justificar seleccionados para comprobaci¨®n, descubrieron cuentas de 1985 "sin evidente justificaci¨®n posterior". Entre ellas, los auditores destacan "una liquidaci¨®n efectuada a dos personas por 5.250.933 pesetas".
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