Bicudo: "La izquierda brasile?a puede ganar en 1989"

Helio Pereira Bicudo es toda una personalidad en Brasil. Fue fundador de la Comisi¨®n Justicia y Paz de S¨¢o Paulo en 1972 y desde hace diez a?os coordina un centro de derechos humanos muy ligado a sectores cat¨®licos progresistas. Forma parte del Partido de los Trabajadores (PT), de orientaci¨®n socialista de izquierdas, y preside este grupo pol¨ªtico en el municipio de S¨¢o Paulo. En las recientes elecciones municipales, el PT del carism¨¢tico Luiz Ignacio Lula da Silva y el Partido Democr¨¢tico Trabalhista (PDT) de Leonel Brizola han arrasado en parte del pa¨ªs las aspiraciones del oficial Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasilei?o (PMDB) del presidente Jos¨¦ Sarney.

"Esta victoria ha representado una sorpresa en otros pa¨ªses", afirma Helio Bicudo, "pero para los brasile?os ha sido una consecuencia de la pol¨ªtica social y econ¨®mica seguida por el presidente Sarney. Esta pol¨ªtica, similar a la de los a?os veinte, supone un mayor empobrecimiento de las clases populares, debido a las relaciones de Brasil con el Fondo Monetario Internacional. El pueblo est¨¢, por todo ello, muy decepcionado. Pero tenemos grandes esperanzas de que la izquierda venza en las elecciones generales del 15 de noviembre de 1989".Seg¨²n Bicudo es muy probable que el PT y el PDT se unan en esas elecciones frente a los partidos de la derecha, y advierte que el pueblo no ha votado a unos candidatos que eran casi desconocidos, como Lula o Luisa Erundina, actual alcaldesa de S¨¢o Paulo, sino a la l¨ªnea de coherencia pol¨ªtica del PT, seguida desde su fundaci¨®n en 1979.

Bicudo no teme especialmente al poder militar, que en su opini¨®n es el que manda realmente y de forma "invisible" en Brasil a trav¨¦s del Consejo de Defensa del Estado, por encima del Gobierno "visible" de Samey. Helio Bicudo, de 66 a?os, casado- y con siete hijos, que estuvo recientemente en Espa?a participando en el II Congreso Iberoamericano de Organizaciones de Derechos Humanos, ha dedicado largos a?os de su vida a denunciar los cr¨ªmenes del grupo paramilitar escuadrones de la muerte, y su integridad risica y la de su familia han estado en peligro en innumerables ocasiones. "Hoy no existe un clima propicio para una intervenci¨®n militar que pueda impedir una victoria de la izquierda", asegura.

Considera Bicudo que es preciso que las izquierdas tengan una posici¨®n muy clara al respecto. "Existe un riesgo", explica, "pero la pol¨ªtica no se hace sin riesgos. Pensamos que hemos de pedir el apoyo de los partidos socialistas de Espa?a, Francia, Alemania Occidental o Italia y hacer un frente com¨²n que nos permita gobernar si ganamos las elecciones del pr¨®ximo a?o. Tenemos una deuda externa inmensa, una mortalidad infantil enorme y un capitalismo salvaje. Y s¨®lo mediante una democracia econ¨®mica y un Gobierno popular se pueden aportar soluciones a esta situaci¨®n".

Este sonriente abogado y periodista, que fue fiscal del Ministerio P¨²blico de Brasil hasta 1979, piensa que la actual Constituci¨®n brasile?a no es perfecta, aunque representa un gran avance respecto a las anteriores al contemplar m¨¢s ampliamente los derechos individuales y sociales. "Tiene tambi¨¦n sus faltas, por ejemplo, no habla de la reforma agraria, pero es un instrumento v¨¢lido para crear una democracia. Es posible que si llega la izquierda al poder pueda acometerse una reforma de la Constituci¨®n para hacerla m¨¢s participativa", comenta.

'Los justicieros'

Recientemente ha publicado un libro donde denuncia los cr¨ªmenes de los escuadrones de la muerte en Sao Paulo, un grupo paramilitar que ahora se denomina los justicieros. "Esta organizaci¨®n", afirma Bicudo, "lucha por los intereses de los empresarios y los latifundistas y, con el apoyo de la polic¨ªa, se dedica a hacer todo tipo de trabajos sucios. Los latifundistas pagan a los pistoleros para que expulsen a los pobladores de las tierras f¨¦rtiles de la Amazonia, regi¨®n que est¨¢ siendo destruida por las multinacionales y los grandes empresarios del Sur. El Ej¨¦rcito interviene contra los campesinos, que son presentados como guerrilleros rurales ante la opini¨®n p¨²blica, los expulsa de sus tierras y mata a muchos de ellos para mantener el latifundio".