La 'intelligentsia' descubre a Jes¨²s Puente
El actor se consagra con la interpretaci¨®n de 'El alcalde de Zalamea' tras 30 a?os de escenarios
Jes¨²s Puente reconoce que nunca se han preocupado mucho de ¨¦l. "Nunca ha debido ser noticia que alguien se dedique a esto del teatro, pero no me quejo". Se queja de forma oblicua, envuelto en la fatalidad. "Cuando llegas a cierta edad te das cuenta de que nada es importante, ni t¨² mismo. Mi historia no es nada: es un hombre que tiene equis a?os, ha subido a un escenario y ha tenido alg¨²n ¨¦xito y alg¨²n fracaso. No es ninguna pose. Pocas cosas tienen importancia en la vida. Me hace gracia la gente que se da importancia. Somos un peque?o accidente y nada m¨¢s".
Puente ha pasado demasiado fr¨ªo. Se abriga hasta el cuello, y no se despoja de su zamarra azul marino en la buhardilla del teatro Maravillas, una buhardilla que tiene algo de palomar y algo de desv¨¢n angosto, donde al cabo encuentra un lugar donde poder hablar. En el Maravillas se mantiene en cartel Entre mujeres, de Santiago Moncada. En el Infanta Isabel, la resposici¨®n de Los ochenta son nuestros, de Ana Diosdado. Puente firma la direcci¨®n de los dos montajes.
En el teatro de la Comedia, sede de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, que dirige Adolfo Marsillach, Jes¨²s Puente interpreta el papel de Sempronio en La Celestina, de Fernando de Rojas. El pr¨®ximo 12 de enero, en la misma sala, se repone El alcalde de Zalamea, de Calder¨®n de la Barca, en la que interpreta el papel de Pedro Crespo, el alcalde de Espa?a por antonomasia, aquel que se atrevi¨® a hacer primar la justicia civil sobre la militar. Ha sido el gran ¨¦xito de la temporada, al que no ha sido ajeno la mano maestra de Jos¨¦ Luis Alonso, director del montaje.
Reventa ins¨®lita
Toda una vida para sortear el fr¨ªo, y sin acabar de conseguirlo. Con El alcalde de Zalamea los cl¨¢sicos espa?oles han conocido algo que parec¨ªa privativo de los partidos de la m¨¢xima: la reventa. Pero Jes¨²s Puente no ha conseguido perder de todo el fr¨ªo. Naci¨® en Madrid, "un a?o antes de la Rep¨²blica". Su padre fue alba?il, contratista, torero y polic¨ªa. Su infancia fue alegre -"todas lo son"-, pero tambi¨¦n triste: "No hab¨ªa juguetes ni calefacci¨®n. Fue la infancia del estraperlo, del tope del tranv¨ªa, de no tener aparato de radio". Ahorraba los 10 c¨¦ntimos del tranv¨ªa para comprar "un chusco de pan". "Eso te marca". Su infancia y adolescencia las pas¨® entre Madrid, un pueblo de Burgos (Salas de los Infantes) y los billares Azul, otra vez en Madrid. Jugaba al billar espa?ol: "El americano nunca me ha gustado. Soy un hombre de arraigos patri¨®ticos: me gusta el front¨®n, no el tenis, y el futbol¨ªn, no las m¨¢quinas autom¨¢ticas. Soy un hombre de pueblo, como Pedro Crespo".De una escuela de Burgos a un instituto de Madrid. Del "por el imperio hacia Dios a los primeros follones estudiantiles". De un piso sin calefacci¨®n a un colegio helado. El fr¨ªo siempre le ha perseguido. Todav¨ªa se lamenta: "Cuando sea mayor me ir¨¦ al Sur, a tumbarme bajo una palmera". Recuerda sin amargura, pero sin nostalgia. Como el terrible servicio militar en el norte de ?frica, 18 meses entre Tetu¨¢n y Xauen. "Fue muy dram¨¢tico. Pero no hay rencor".
Tras la mili, otra vez Madrid. El tranv¨ªa 1001 le llevaba a la facultad de Medicina, pero cuatro a?os despu¨¦s abandon¨® la carrera. "La dej¨¦ porque me apunt¨¦ al TEU -Teatro Espa?ol Universitario-. Un d¨ªa, llegu¨¦ tarde a clase y no me dejaron entrar, me di una vuelta y vi un cartel que dec¨ªa 'Ap¨²ntante al TEU', y yo, que nunca me apunto a nada, me apunt¨¦. Ni siquiera sab¨ªa que era teatro. Estuvimos ensayando mucho tiempo y estrenamos Al otro lado de la ventana en el teatro Espa?ol. Fue un desastre, y Me qued¨® la espina de que no deb¨ªa ser as¨ª. Me pas¨¦ al TEU nacional y all¨ª me encar¨¦ con esta profesi¨®n". Con Jos¨¦ Luis Alonso, el director que ahora le ha vuelto a dirigir en El alcalde de Zalamea, trabaj¨® en teatro de c¨¢mara, un grupo que recib¨ªa ese nombre para burlar a la censura. "Las entradas no se vend¨ªan en taquilla, y las representaciones -ensay¨¢bamos mes y medio, casi siempre para un solo d¨ªa de trabajo- se celebraban en una antigua carbonera o en los teatros Mar¨ªa Guerrero o Espa?ol, cuando era posible. Era un soplillo de libertad. O'Neill, Camus..., all¨ª ten¨ªan cabida los autores que no pod¨ªan ser representados".
Entonces comenz¨® su propia vor¨¢gine. Una vor¨¢gine que a Puente, a veces, le parece "in¨²til. Un esfuerzo ingente que no va a servir para nada". Form¨® parte del cuadro de actores de Radio Nacional; trabaj¨® de actor, d¨ªrector, regidor y guionista en Televisi¨®n Espa?ola; teatro comercial, cine. Ha estrenado obras de Buero Vallejo (El tragaluz, La fundaci¨®n, L¨¢zaro en el laberinto) e infinidad de piezas que permanecen, sobre todo, en la memoria de sus fieles: Violines y trompetas, de Santiago Moncada; Esta noche, gran velada, de Ferm¨ªn Cabal; Un marido de ida y vuelta, de Enrique Jardiel Poncela, y personajes para llenar 30 a?os. "Casi no he hecho cine. Ten¨ªa que hacerlo para comer y por mis hijos, puro cine alimenticio", salvo excepciones que evoca con afecto, como La fiel infanter¨ªa, de Pedro Lazaga. "Pens¨¦ que me iba a servir de algo, pero no ha sido as¨ª". Puente asegura que no hizo cine de verdad hasta que no le llam¨® Jos¨¦ Luis Garci para rodar Asignatura aprobada y Sesi¨®n continua. Ha sido candidato en dos ocasiones al Oscar de Hollywood.
Jes¨²s Puente volver¨¢ a ser Pedro Crespo, el alcalde de Zalamea, el pr¨®ximo 12 de enero. Mientras, la barba contribuye a resguardarle del fr¨ªo. La intelligentsia parece haber descubierto a un actor que no tiene secretos. "He sido un actor de fondo, no de carrera fulgurante. La sinceridad y la naturalidad son mis instrumentos de trabajo". Creerse lo que hace hasta la m¨¦dula, y a?adirle oficio. "El que es falso en la vida es falso en la escena". Y Jes¨²s Puente, muerto de fr¨ªo, se lo cree.cuando lo dice.
Puente por Alonso
Jose Luis Alonso, el director que ha elaborado junto con Jes¨²s Puente el personaje de Pedro Crespo en El alcalde de Zalamea, comenta que no hubiera encontrado ning¨²n otro actor para abordar ese papel tal y como quer¨ªa plantearlo."Cuando pensamos Marsillach y yo en el reparto tuve claro que no hay en este momento ning¨²n actor que hubiera podido hacer Pedro Crespo de forma m¨¢s id¨®nea. Luego se ha visto que el resultado me ha dado la raz¨®n".
Alonso quer¨ªa, ante todo, un hombre que transmitiera, bondad, que fuera entra?able, para que no tuviera que fabricar esos aspectos en el personaje. "A esa impresi¨®n inmediata que recibimos de Puente se ha unido una elaboraci¨®n llena de rigor que ¨¦l ha hecho durante muchos d¨ªas de ensayos, tras los cuales se quedaba como si le hubieran dado un mazazo", comenta Alonso.
Babelia
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