Los seriales norteamericanos mantienen un nivel alto de audiencia
A pesar de que las telecomedias han desplazado en el favor del p¨²blico a los grandes seriales norteamericanos que ocuparon la televisi¨®n estos ¨²ltimos a?os, la crisis de estos programas es tan solo una crisis relativa. Cierto es que ya no son los primeros en la carrera por la audiencia, pero mantienen una posici¨®n discreta y no exenta de cierta solidez. Una prueba de ello es Knots Landing, un serial surgido a ra¨ªz de ¨¦xito de Dallas (como Los Colby derrib¨® de Dinast¨ªa), que debut¨® en 1979 y que en este mes de noviembre manten¨ªa en la cadena CBS entre un 23 y un 26% de audiencia. Fuera de Estados Unidos, el ¨¦xito alcanzado por este serial, creado por David Jacobs para Lorimar, que protagonizan cuatro parejas de California, ha conseguido r¨¦cords como el obtenido en la televisi¨®n francesa, donde el coste de un episodio de esta soap-¨®pera ha ascendido a la cifra de 150 mil d¨®lares, cuando hace apenas dos a?os ese mismo episodio costaba 10.000 d¨®lares, seg¨²n datos suministrados por Lorimar, su distribuidora en Europa.
La mayor¨ªa de estos grandes seriales tardaron un tiempo en ser aceptados masivamente, y fueron muchos los que pronosticaron un sonoro fracaso en el momento de su aparici¨®n en la peque?a pantalla. Concretamente, Dallas (el primero en aparecer, en 1979), s¨®lo empez¨® a levantar cabeza a partir de la aparici¨®n en escena de Joan Collins en el papel de la malvada Alexis Carrington y la incorporaci¨®n de un nuevo equipo de guionistas que infundieron un ritmo fren¨¦tico a la cadena de conflictos de amor y lujo. Con el tiempo, y a pesar de un evidente declive (que ha llevado a la cancelaci¨®n, por ejemplo, de Los Colby, la temporada pasada), el g¨¦nero ha demostrado una capacidad de supervivencia superior a las iniciales previsiones, y es tal vez pronto para certificar su defunci¨®n.
El riesgo de las miniseries
En cambio, son las miniseries de alto coste de producci¨®n las que se est¨¢n convirtiendo en un riesgo para las productoras. Con una abultada inversi¨®n y promoci¨®n y un reparto de renombrados actores internacionales, el riesgo es grande si las expectativas son defraudadas. Es el caso de la segunda parte de Vientos de guerra, War and remembrance, basada en la novela de Herman Wouk. La primera parte bati¨® r¨¦cords de audiencia, pero su continuaci¨®n, estrenada este mes de noviembre por la cadena ABC, ha sido un estrepitoso fracaso. La producci¨®n de 18 horas, tan solo alcanz¨® un promedio de 18,6 puntos en el r¨¢nking de audiencia, esto es, 1,6 puntos por debajo del m¨ªnimo de la ABC prometi¨® a los anunciantes, lo que ha obligado a la cadena a a?adir, por este concepto, tres millones de d¨®lares como compensaci¨®n. De todas formas, la Paramount Television productora de la serie, tiene la esperanza de recaudar 26 millones de d¨®lares por los derechos de distribuci¨®n fuera de Estados Unidos. War and remembrance ha sido ya vendida por ejemplo al Reino Unido.
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