16 v¨¢lvulas y llantas de aluminio

La informatizaci¨®n del flujo de tr¨¢fico har¨¢ que su funcionamiento sea semejante a una versi¨®n mejorada y fundida de los actuales sistemas de control a¨¦reo y ferroviario. El objetivo es que el conductor, usuario de un b¨®lido que piensa y decide por ¨¦l, realice el viaje en un ambiente que le evite el estr¨¦s, protegido adem¨¢s por el radar anticolisi¨®n. Juan Tom¨¢s Hernani, director t¨¦cnico de Robotiker, piensa incluso que el espacio que queda entre la altura de un autob¨²s y la l¨ªnea de primeros balcones de los edificios puede ser un pasillo privilegiado para transportes urbanos del futuro.Este control del tr¨¢fico servido por ordenador va a tener su primera muestra de alcance en Barcelona y Sevilla, coincidiendo con los Juegos Ol¨ªmpicos y la Exposici¨®n Universal de 1992. Vitoria y Madrid tambi¨¦n son candidatos al experimento, pero tendr¨¢n que esperar alg¨²n tiempo. El Ayuntamiento de Barcelona cuenta ya con un simulador de tr¨¢fico inventado por el profesor Jaime Barcel¨®, de la Polit¨¦cnica que colabora tambi¨¦n en Eur¨®polis.

El programa Drive, aprobado por la CE el pasado mes de julio con un presupuesto de 820 millones de pesetas para los tres primeros a?os de investigaci¨®n, constituye la tercera pata de ese intento de organizar y convertir en llevadero el tr¨¢fico por carretera.

Los proyectos est¨¢n en fase de selecci¨®n, y a ellos han concurrido varias entidades espa?olas, pero el objetivo es contar en 1991 con las normas t¨¦cnicas para "un sistema de informaci¨®n y circulaci¨®n en tiempo real y pluriling¨¹e para carreteras en Europa". En 1995 deber¨¢ estar funcionando junto a un sistema de seguridad en carretera avanzada, que incluya la imposibilidad de que se produzcan colisiones a m¨¢s de 30 kil¨®metros por hora.

Va a haber que homogeneizar programas ¨ªnform¨¢ticos y componentes del autom¨®vil. Tambi¨¦n armonizar reglamentaciones de tr¨¢fico y asumir leyes que obliguen a los fabricantes a dotar a los veh¨ªculos con alarmas para el conductor, sensores de se?ales y capacidad para responder autom¨¢ticamente ante los peligros de la carretera.

Si ello se produce, de nada va a servir montarse en una m¨¢quina equipada con motor de 16 v¨¢lvulas, turbo y llantas de aluminio. El coche obedecer¨¢ ciegamente las ¨®rdenes de tr¨¢fico recibidas del ordenador central por encima de los deseos de su amo.