Pol¨¦mica en Holanda sobre los centros de menores ante un caso de incesto

El caso de 10 ni?os del centro de acogida de menores Bolderkaar, situado en Vlaardingen (en el oeste de Holanda), que fueron separados de sus padres bajo sospecha de que hab¨ªan sido objeto de incesto, ha provocado una investigaci¨®n del Ministerio de Sanidad y una fuerte discusi¨®n de ¨¢mbito nacional sobre los m¨¦todos empleados por los educadores. La cuesti¨®n se ha complicado, ya que la mayor¨ªa de los padres ha interpuesto querellas contra los responsables porque afirman que el incesto se produjo en el propio centro por parte de educadores que ped¨ªan a los ni?os que les llamaran pap¨¢.

Uno de los ni?os regres¨® esta semana a su casa, despu¨¦s de que sus padres apelaran la p¨¦rdida de custodia y pidieran otro examen. Tras ser analizados por un psiquiatra, ¨¦ste concluy¨® que los progenitores se ocupaban de la educaci¨®n del hijo y manten¨ªan buenas relaciones con ¨¦l.En todos los casos denunciados por los responsables de Bolderkaar, se emple¨® una forma pol¨¦mica de diagn¨®stico del incesto basada en una mu?eca anat¨®mica de fabricaci¨®n estadounidense. Dichas mu?ecas, de algod¨®n tejido a mano, presentan todos los atributos masculinos o femeninos y son utilizadas en la sala de juegos del centro. Configuran el soporte f¨ªsico de las preguntas formuladas por el educador al ni?o, que buscar¨¢, de forma inocente, el nombre apropiado de cada parte del cuerpo. El juego, termina con cuestiones sobre el sexo y los abusos sexuales de que ha podido ser objeto el menor, hechas de forma inteligible.

Base cient¨ªfica fr¨¢gil

El sistema no es nuevo entre psiquiatras y psic¨®logos cl¨ªnicos, pero resulta muy peligroso si lo realizan personas poco expertas. "Es muy dificil decirle a la sociedad que un ni?o de dos a?os fue forzado a practicar sexo oral con su padre", afirma el doctor W.H.G. Wolters, psic¨®logo cl¨ªnico y jefe del departamento psicosocial del Hospital infantil Wilhemina de Utrecht. "El tremendo choque emocional que produce esta informaci¨®n ha generado en Holanda el efecto contrario y, ahora, se descubren innumerables incestos. Lo cierto es que el di¨¢gnostico basado en esas mu?ecas no es fiable porque su base cient¨ªfica es muy fr¨¢gil".Por la consulta del doctor Wolters en Utrecht suelen pasar al a?o unos 150 ni?os v¨ªctimas de incestos o abusos sexuales. El especialista se ocupa tambi¨¦n de los estados emocionales de menores con graves enfermedades, anorexia nerviosa y supervivientes de un accidente.

Un detallado informe, solicitado por los Ministerios de Sanidad y Justicia y realizado sobre 1.054 mujeres holandesas, de edades comprendidas entre los 20 y los 40 a?os, revel¨® hace unos meses que una de cada tres sufri¨® abusos sexuales antes de cumplir 16 a?os. En un caso de cada seis, el autor fue un miembro pr¨®ximo de sus familias. Una de cada 10 tuvo un fuerte trauma posterior y no pudo contarlo.

Sin embargo, Wolters es un ferviente defensor de los centros le acogida de menores, ahora, en discusi¨®n en Holanda, siempre que los dirijan expertoa y los padres demuestren su incapacidad para ocuparse de los hijos. "Un error del psic¨®logo o del psiquiatra puede provocar divorcios o rencores insalvables en las familias. En los ¨²ltimos tiempos", afirma Wolters, "se ha llegado a preguntar a los ni?os si prefer¨ªan a su mam¨¢ o un dulce; si eleg¨ªan a la madre comenzaban las sospechas y el juego de las preguntas. Es rid¨ªculo".