El Nuevo Testamento comienza a ser publicado en una edici¨®n no religiosa en la URSS
El Nuevo Testamento, hasta hace poco una obra confiscada en la aduana sovi¨¦tica, ha comenzado a ser publicado en la URSS en una edici¨®n no religiosa por primera vez desde la instauraci¨®n de? poder sovi¨¦tico, hace m¨¢s de 70 a?os. La revista V Mire Knig (En el mundo de los libros) ha iniciado la publicaci¨®n de la obra por entregas en su n¨²mero de noviembre.
A resultas de esta iniciativa de larga duraci¨®n, dado el volumen y la periodicidad mensual de V Mire Knig, esta revista ha visto aumentar aceleradamente el n¨²mero de suscriptores para 1989, hasta el punto de poder triplicar su tirada, seg¨²n manifest¨® una portavoz de la redacci¨®n. V Mire Knig tiene actualmente una difusi¨®n de algo m¨¢s de 100.000 ejemplares.La Biblia, una codiciada obra en la URSS, ha sido editada hasta ahora por la Iglesia ortodoxa rusa en tiradas limitadas. Las ediciones, deficitarias en relaci¨®n a la demanda, se han vendido a precios muy superiores a su valor nominal en el mercado negro, donde se pueden llegar a pagar 50 rublos (m¨¢s de 10.000 pesetas) por un ejemplar.
El Nuevo Testamento, cuya publicaci¨®n se inicia con el Evangelio de Mateo, ha sido prologado y comentado por el fil¨®sofo S. Averinzev, un especialista en la cultura bizantina, considerado un continuador de la tradici¨®n del pensamiento cristiano ruso, en la. que se encuentran los fil¨®sofos Nikolai Berdiaiev (1874-1948) y Pavel Florenski (1915-1982). Las corrientes filos¨®ficas rusas impregnadas de religiosidad son ahora objeto de estudio en revistas especializadas que descubren textos y autores largamente silenciados.
"En la historia de la cultura europea la imagen de Jesucristo es uno de los compa?eros eternos", se?ala Averinzev, que enumera una larga lista de obras de arte, incluida La Pasi¨®n, de Juan Sebastian Bach, incomprensibles sin tener en cuenta los Evangelios. Entre los comentarios del fil¨®sofo no falta uno destinado a explicar al lector sovi¨¦tico el milagro del nacimiento de Jes¨²s de una madre virgen: la paternidad de Jos¨¦ es explicada desde el punto de vista sacrojur¨ªdico, ya que "a trav¨¦s de Jos¨¦, jefe legal de la Sagrada Familia, Jes¨²s desciende de la dinast¨ªa de David".
"Escenas tragic¨®micas"
"?Acaso no sabemos todos por nuestra propia experiencia que escenas extra?as y, a veces, tragic¨®micas, ocurr¨ªan en nuestros museos debido a unos espectadores que no hab¨ªan sido ense?ados a entender el lenguaje de la cultura contenida en la tradici¨®n evang¨¦lica?", afirma el comentarista. "Estas escenas", se?ala, "no deben ocurrir"."Es imposible no alegrarse de que el sentido com¨²n en nuestra sociedad haya permitido esta publicaci¨®n", escribe Aveninzev, seg¨²n el cual la "¨¦tica" es "el problema de los problemas" para toda la humanidad. "De la cadena de nuestras tradiciones ¨¦ticas", afirma, "no se pueden eliminar los eslabones cristianos, como no se puede eliminar la letra de las canciones. De otro modo, la cadena se rompe".
Hasta 1986 la aduana sovi¨¦tica confiscaba sistem¨¢ticamente la literatura religiosa. En ¨¦poca de Yuri Andropov los cat¨¢logos de la biblioteca Lenin, la m¨¢s representativa de la URSS, fueron expurgados de la referencia a varias obras religiosas entre las que se encontraban algunas editadas en griego antiguo y en lat¨ªn.
Este a?o, la Iglesia ortodoxa rusa, la confesi¨®n con mayor n¨²mero de fieles, ha celebrado su primer milenio de existencia Y el poder civil ha mostrado una actitud m¨¢s tolerante hacia esta instituci¨®n y otras confesiones. Este cambio no ha permitido a¨²n que los uniatos o cristianos de rito oriental, especialmente numerosos en Ucrania, hayan recuperado la autonom¨ªa y patrimonio que se vieron obligados a ceder a la Iglesia ortodoxa en los a?os cuarenta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.