Jacksonman¨ªa

El prepotente espect¨¢culo visual que se autodedica la superestrella Michael Jackson no es precisamente una pel¨ªcula, a no ser que entendamos por ello todo lo que se proyecta sobre una pantalla en el interior de una sala de cine. Moonwalker es una sucesi¨®n de videoclips de avanzada tecnolog¨ªa que muestran una est¨¦tica muy ecl¨¦ctica al servicio de la mayor gloria del ¨ªdolo pop, en cuya producci¨®n y realizaci¨®n ha participado activamente el millonario cantante de color.Este ejemplo de la personalidad art¨ªstica de Jackson se presenta como un amplio cat¨¢logo repleto de efectos especiales muy avanzados y elaborados: movimientos rob¨®ticos, complejo tratamiento de la fotograf¨ªa y el color, especial cuidado en el maquillaje, m¨²ltiples efectos especiales ¨®pticos y de iluminaci¨®n, complejas maquetas y sofisticada presencia de la animaci¨®n.

Los varios fragmentos o episodios que conforman Moonwalker nos permiten dar un sucinto repaso a la carrera del artista y comprobar sus ya conocidas y contrastadas aptitudes.

Todos los segmentos est¨¢n dirigidos por Jerry Kiramer, a excepci¨®n del m¨¢s sugerente, Smooth criminal, realizado por Colin Chilvers. Y sus eclecticismos lo mismo bucean en la serie negra, motivo para que Jackson baile en un cabar¨¦, como en la ficci¨®n cient¨ªfica, pretexto para que la tecnolog¨ªa apabulle al espectador.

Como es obvio, el protagonista absoluto es Michael Jackson, que se digna compartir el reparto con Joe Pesci y tres artistas infantiles: Kellie Parker, Brandon Adams -especie de alter ego infantil de Jackson- y Sean Lennon -hijo de Yoko Ono y John Lennon.

El valor que encierra Moonwalker es la presencia de su protagonista absoluto, que permite a los aficionados de la estrella admirarle durante el tiempo que dura un largometraje normal, aunque para ello se tenga que prescindir del argumento, que aqu¨ª es el propio Jackson; pero el espectador que no sea admirador recalcitrante del cantante puede quedar hastiado ante tanto capricho, por lujoso que sea.