La actitud frente a la violencia divide a la central independiente de la Ertzaintza
El sindicato independiente de la Ertzaintza (polic¨ªa aut¨®noma vasca), ERNE, se encuentra dividido desde el pasado noviembre en dos sectores, enfrentados en torno a los principios fundacionales y al papel de la polic¨ªa en la defensa de la legalidad democr¨¢tica y frente a la violencia. ERNE fue la primera central sindical organizada en la polic¨ªa vasca, y cuenta con 500 o 750 afiliados, seg¨²n las diversas fuentes. En su actividad sindical se ha caracterizado por una oposici¨®n frontal a la pol¨ªtica de la Consejer¨ªa de Interior del Gobierno aut¨®nomo.
La crisis podr¨ªa desembocar en una escisi¨®n este mes, coincidiendo con la elecci¨®n de la nueva junta directiva. El detonante del conflicto fue la destituci¨®n como secretario de la junta, en noviembre, de Gonzalo D¨²o, uno de los representantes m¨¢s destacados del sindicato. D¨²o y un grupo minoritario de la directiva afirman no estar dispuestos a renunciar a reivindicaciones hist¨®ricas de ERNE como la desmilitarizaci¨®n de la Ertzaintza.
La corriente moderada, que controla por mayor¨ªa la actual junta, est¨¢ representada por el ex secretario general, Endika Etxeandia. Esta corriente apunta como tel¨®n de fondo de las diferencias a la actitud de ambos sectores ante el papel de la polic¨ªa en su funci¨®n de garante de la legalidad democr¨¢tica. La corriente encabezada por Etxeandia sostiene la necesidad de asumir como sindicato la funci¨®n po.licial represiva en la medida que se ejerce en un marco democr4tico. Hasta el estallido de la crisis, ERNE ha privilegiado una concepci¨®n policial preventiva.
Esta concepci¨®n e xiclusiva, seg¨²n el sector moderado, puede llegar a encubrir una actitud ambigua o escapista ante fen¨®menos de violencia social o terrorista. Otro motivo de enfrentamiento entre ambas corrientes es el tratamiento de los afiliados acusados de actuaciones ilegales.
Mientras el sector fundacional quiere facilitar asistenciajur¨ªdica y suspender como afiliados a los responsables de estos hechos hasta que haya resoluci¨®n judicial, el sector moderado sostiene la necesidad de defender a los sindicados incluso en situaciones de posible ilegalidad y rechaza cualquier suspensi¨®n.
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