Lo excentrico a debate
El magn¨ªfico art¨ªculo del subdirector de EL PAIS Eduardo San Mart¨ªn, publicado en este peri¨®dico con el t¨ªtulo Elogio de lo exc¨¦ntrico, parece enteramente como si hubiera sido escrito en contestaci¨®n a otro enviado por m¨ª unos d¨ªas antes sobre La transici¨®n y la altemativa, que, al parecer, no ha sido publicado, como de costumbre, por exceso de originales o bien debido a razones de espacio y oportunidad. Me parece muy bien que Eduardo San Mart¨ªn piense sobre este tema de un modo algo diferente de como pienso yo; lo que no me parece tan bien es que no d¨¦ a los lectores del peri¨®dico la oportunidad de juzgar por s¨ª mismos si alguno de nosotros tiene un poco m¨¢s o menos de raz¨®n que el otro en lo que piensa. Despu¨¦s de todo, como ha dicho hace poco el inolvidable ex director de EL PA?S, Juan Luis Cebri¨¢n, "¨¦ste no es un medio de opini¨®n, sino de informaci¨®n", lo que quiere decir que su papel consiste en informar a sus lectores acerca de lo que la gente opina, lo mismo si esa opini¨®n es del gusto de su subdirector como si no lo es. Y la gente no tiene por qu¨¦ ser siempre la misma.Si nos fijamos en lo que pasa cuando extendemos los brazos
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para los lados de nuestro cuerpo, veremos que tanto a la derecha como a la izquierda existen unos extremos, los extremos de cada brazo, entre los cuales se encuentra una infinidad de puntos que podemos decir componen el centro del cuerpo, aunque, naturalmente, se trate de unos conceptos relativos. El l¨ªmite que queramos trazar entre el centro y los extremos puede estar en cualquier sitio, pero lo que no podemos hacer es eliminar caprichosamente a ninguno de estos espacios, sean espacios f¨ªsicos o espacios pol¨ªticos. Tienen que estar ah¨ª. Lo exc¨¦ntrico es efectivamente lo que est¨¢ "m¨¢s all¨¢ del centro", pero su papel ser¨¢, en cualquier caso, dependiente de d¨®nde hayamos situado el l¨ªmite. Si el l¨ªmite lo ponemos muy cerca de la l¨ªnea media, habr¨¢ poco centro y muchos extremos, y si lo ponemos cerca del extremo, ser¨¢ al rev¨¦s, pudiendo hacerse esto en los dos extremos o en uno s¨®lo. Esta diversidad de opciones se da como componente imprescindible del sistema pol¨ªticosocial democr¨¢tico pluralista, dentro del cual la situaci¨®n cercana al centro es garant¨ªa de moderaci¨®n, mientras qu¨¦ la de tipo exc¨¦ntrico puede ser m¨¢s o menos radical y peligrosa o m¨¢s o menos progresista dentro de la moderaci¨®n y, por tanto, m¨¢s o menos prometedora de servirpara alcanzar unos fines que sean considerados deseables.
Ya s¨¦ que esta carta no ser¨¢ publicada "por razones de espacio y oportunidad" y que Eduardo San Mart¨ªn me manifestar¨¢ su esperanza de poder complacerme en otra ocasi¨®n en la que el tema abordado sea menos enojoso. Qu¨¦le vamos a hacer.- Modesto Espinar.
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