Los veterinarios garantizan la detecci¨®n del fraude en los toros
El presidente de la organizaci¨®n colegial pide cobertura jur¨ªdica y apoyo a los facultativos
El presidente del Consejo General de los Colegios de Veterinarios Antonio Borreg¨®n, manifiesta que dicha organizaci¨®n se ofrece al Ministerio del Interior para garantizar el adecuado reconocimiento de los toros previo a las corridas y la detecci¨®n de sus manipulaciones fraudulentas. Las condiciones ser¨ªan asumir de forma inequ¨ªvoca y con todas sus consecuencias estas funciones, adem¨¢s de una cobertura jur¨ªdica clara y suficiente, para que las propuestas de sanci¨®n no queden sin efecto por los defectos de forma y lagunas administrativas que los ganaderos aducen en sus recursos.
El mencionado consejo ha organizado cursos de formaci¨®n de veterinarios especialistas en espect¨¢culos taurinos, el primero de los cuales empieza hoy en Madrid. Hay anunciados tres m¨¢s, y continuar¨¢n en dependencia de las demandas de los veterinarios, que, al parecer, son numerosas. "La respuesta a estos cursos ha sido ampl¨ªsima en todas las organizaciones auton¨®micas", dice Borreg¨®n, "con la ¨²nica excepci¨®n de Madrid".La excepci¨®n de Madrid se entiende por el inadecuado nombramiento de veterinarios que se produce en diversas plazas. Lo explica Borreg¨®n: "Un cierto n¨²mero de ellos carece de la preparaci¨®n t¨¦cnica y la personalidad que requiere este trabajo. Los hay que no han visto un toro en su vida, e incluso los hay reci¨¦n salidos de la facultad. La remuneraci¨®n de los veterinarios de plazas de toros es hoy sustanciosa, y muchos buscan con ah¨ªnco estos puestos, aunque no sepan nada sobre toros".
El propio mecanismo de designaci¨®n condiciona las tareas, en opini¨®n de Antonio Borreg¨®n: "Los proponen comunidades y municipios, frecuentemente propietarios de la plaza, y los paga la propia empresa, por lo que su independencia es dif¨ªcil. Un caso flagrante es el de Las Ventas, propiedad de la Comunidad de Madrid, que, siendo parte interesada en el negocio, propuso en su d¨ªa un equipo de veterinarios de su dependencia, algunos de los cuales desconoc¨ªan lo m¨¢s elemental del toro de lidia. L¨®gicamente, estos veterinarios "barren para adentro", en beneficio de la Comunidad, que comparte p¨¦rdidas y ganancias con la empresa".
Cuando la Comunidad hizo estas propuestas de veterinarios, la organizaci¨®n colegial consigui¨® que la Delegaci¨®n del Gobierno de Madrid, a la que corresponde efectuar los nombramientos, mantuviera en el equipo a los veteranos, que llevan muchos a?os trabajando en Las Ventas con demostrada eficacia. Para que los reconocimientos en este coso no sufrieran un serio deterioro como consecuencia de la falta de capacitaci¨®n de los nuevos facultativos, les emparej¨® con los veteranos. "Era la forma de que no metieran la pata", comenta Borreg¨®n. "Estos antecedentes quiz¨¢ expliquen por qu¨¦ los cursos de formaci¨®n que hoy empiezan sufren el boicoteo de los veterinarios de la Comunidad de Madrid", resalta Borreg¨®n, "en contraposici¨®n con la magn¨ªfica respuesta de las restantes organizaciones auton¨®micas, muy interesadas en que los suyos posean la mejor preparaci¨®n para garant¨ªa de los reconocimientos en las corridas".
Veto en Madrid
Antonio Borreg¨®n a?ade: "El veto de que somos objeto en Madrid llega al extremo de que la empresa de Las Ventas impidi¨® que film¨¢ramos un v¨ªdeo did¨¢ctico sobre reconocimientos de reses, que necesit¨¢bamos para el curso. Nos dirigimos, al consejero de Cultura y al director gerente del Centro de Asuntos Taurinos (a quienes estamos agradecidos, en general, por su colaboraci¨®n); nos remitieron a Manuel Chopera, y ¨¦ste contest¨¦ que tiene muchas peticiones para filmar en la plaza, y autorizar la nuestra ocasionar¨ªa inconvenientes. Escrib¨ª a Leguina d¨¢ndole a conocer lo sucedido, y no ha contestado".Propone Borreg¨®n que Interior delegue en la organizaci¨®n colegial veterinaria todo cuanto se refiere al reconocimiento de los toros y an¨¢lisis de astas, que, a su juicio, no deben efectuarse en la Escuela Nacional de Sanidad, pues est¨¢ integrada en el Instituto Carlos III, que no cuenta con esta especializaci¨®n entre sus funciones.
Para la detecci¨®n del fraude, entiende que ser¨ªa necesario hacer un prean¨¢lisis post m¨®rtem en la plaza. "No de alg¨²n toro, como es normal ahora", matiza, sino de toda la corrida. Esto servir¨ªa, en primer lugar, para contar con una estad¨ªstica completa acerca de las caracter¨ªsticas de las astas de cada ganader¨ªa; en segundo lugar, para que se remitieran a an¨¢lisis aquellos pitones sobre los que hay indicios razonables de manipulaci¨®n. Pero la investigaci¨®n ha de ampliarse a la toma de muestras de las v¨ªsceras, porque el drogado de los toros es otra posibilidad de fraude particularmente grave".
"Ahora bien, sin un consenso de las partes interesadas, no asumiremos estas responsabilidades", aclara Borreg¨®n. "Ganaderos, empresas, toreros, ministerios del Interior y Sanidad y la organizaci¨®n colegial veterinaria", dice, "hemos de reunirnos, y sobre el prop¨®sito com¨²n de que las tareas se realicen con solvencia, establecer las bases de actuaci¨®n. A?ade: "Acerca de ese prop¨®sito tengo mis dudas. Por ejemplo, en la Uni¨®n de Criadores de Toros de Lidia. Antes le representaba en los an¨¢lisis el catedr¨¢tico Jos¨¦ Garc¨ªa Gonz¨¢lez, que es un especialista serio y responsable. Pero desde que preside la Uni¨®n Juan Pedro Domecq, sus facultativos s¨®lo van all¨ª a negar hasta la evidencia, a introducir en las actas aquellas coletillas que aconsejan los abogados para que los ganaderos ganen los recursos. Esta actitud obstruccionista no permite pensar que quieran acabar con el fraude".
El Consejo General de Colegios de Veterinarios, afirma su presidente, debe impedir que el toro sea v¨ªctima de manipulaciones: "Entra de lleno en las funciones del consejo defender al toro, desde que nace hasta que muere, y nuestro objetivo ha de ser que llegue a la lidia como lo crea la naturaleza".
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