Contra la especulaci¨®n del suelo

El Centro Democr¨¢tico y Social (CDS) ha planteado reiteradamente en el Ayuntamiento de Madrid que no cabe una acci¨®n de gobierno progresista en la vida municipal si no se hace una pol¨ªtica urban¨ªstica activa contra la especulaci¨®n del suelo, que tenga como objetivos primordiales la solidaridad y el bienestar de los ciudadanos.Se trata, en definitiva, de dar cumplimiento a lo establecido en el art¨ªculo 47 de la Constituci¨®n, que, adem¨¢s de se?alar el derecho de los espa?oles a disfrutar de una vivienda digna, establece que los poderes p¨²blicos regular¨¢n "la utilizaci¨®n del suelo de acuerdo con el inter¨¦s general para impedir la especulaci¨®n".

La realidad en Madrid ha sido muy diferente en estos 10 a?os de gobierno municipal socialista y se ha permitido que se disparara el precio del suelo y, con ¨¦l, el precio de cualquier tipo de construcci¨®n inmobiliaria. Todo ello como consecuencia de la concentraci¨®n oligopol¨ªstica de suelo, de la pasividad municipal, de la inadecuaci¨®n de los procedimientos de adjudicaci¨®n y gesti¨®n aplicados y de la falta de control en el conjunto del proceso.

Y todo ello como el triste resultado de que se ha expulsado de Madrid a un gran n¨²mero de familias modestas o de parejas j¨®venes que trabajan en la capital y para los que el acceso a una vivienda en ella se ha hecho completamente inviable. Y con el resultado de que se ha impedido a multitud de j¨®venes desarrollar sus actividades profesionales o su iniciativa empresarial por no contar con unos locales u oficinas asequibles.

En paralelo, con suelo urbano o urbanizable, valorado a veces a precios irrisorios, los mecanismos de gesti¨®n previstos por el equipo de gobierno socialista para las actuaciones municipales en las llamadas bolsas de deterioro urbano y en las grandes operaciones urban¨ªsticas planteadas por la Gerencia de Urbanismo en el presupuesto de 1988 abr¨ªan un proceso generador de enormes plusval¨ªas que no iban en beneficio del conjunto de los vecinos de Madrid, sino de unos pocos grupos que concentrar¨ªan en sus manos una gran parte del suelo disponible.

Por entenderlo as¨ª, CDS se opuso al programa de actuaciones de la Gerencia de Urbanismo y consigui¨® su retirada inicial, aunque pocos meses despu¨¦s el equipo municipal de gobierno socialista, con el apoyo de AP, sac¨® adelante sus planteamientos, contrarios, en nuestra opini¨®n, a los intereses de los madrile?os.

Y, por entenderlo as¨ª, seguimos defendiendo nuestras tesis e insistiendo en la necesidad de que, sin perjuicio del respeto a la iniciativa privada y empresarial, el Ayuntamiento deb¨ªa asumir la direcci¨®n del desarrollo de Madrid y un protagonismo activo decidido en la lucha contra la especulaci¨®n.

En el pleno de octubre de 1988 conseguimos que prosperaran nuestros planteamientos y se aprob¨® una proposici¨®n presentada por CDS que supon¨ªa un giro radical en la pol¨ªtica urban¨ªstica del Ayuntamiento de Madrid. En esta proposici¨®n se establec¨ªa -de acuerdo con las tesis que CDS hab¨ªa venido defendiendo- que prioritariamente ser¨ªa el propio Ayuntamiento el encargado de dirigir y ejecutar las actuaciones urban¨ªsticas previstas en el programa de la Gerencia, instrumentando la financiaci¨®n con medios propios o con operaciones de cr¨¦dito concertadas con las instituciones financieras y contratando, mediante licitaci¨®n p¨²blica, la realizaci¨®n de las obras necesarias.

En esta misma proposici¨®n se aceptaba que, aunque la gesti¨®n directa por el Ayuntamiento fuera la norma general, podr¨ªa estudiarse eventualmente la realizaci¨®n integral de alguna de esas actuaciones por parte de la iniciativa privada mediante concesi¨®n, incluyendo la financiaci¨®n y la aplicaci¨®n del instrumento expropiatorio. En todo caso, se exigir¨ªa el control municipal y las cl¨¢usulas de garant¨ªa que aseguraran un precio final razonable.

Asimismo, se establec¨ªa en la proposici¨®n que el suelo disponible que resultara de la ejecuci¨®n de las antedichas actuaciones, urban¨ªsticas incrementar¨ªa el patrimonio del suelo del Ayuntamiento, quien lo destinar¨ªa al mercado en los tiempos y modos adecuados para evitar la especulaci¨®n.

Los reflejos del alcalde

La soluci¨®n planteada por CDS sali¨® adelante en dicho pleno con el apoyo decidido de IU y la aceptaci¨®n del PSOE. El propio alcalde lleg¨® a declarar por aquellas fechas, en- las p¨¢ginas de este diario, que ¨¦sa era la pol¨ªtica urban¨ªstica que a ¨¦l le gustaba y que si no hab¨ªa aceptado antes los planteamientos de CDS era quiz¨¢ por una falta de reflejos. En el momento de aprobarse esta proposici¨®n hab¨ªa ya, sin embargo, una serie de operaciones urban¨ªsticas para las que se hab¨ªan decidido otros mecanismos de gesti¨®n, merced al acuerdo PSOE-AP.

Es en el contexto de todo cuanto acabo de exponer en el que hay que examinar lo ocurrido con el Campo de las Naciones y las posiciones de los diversos grupos municipales respecto al tema. La de CDS ha sido en todo momento -y lo seguir¨¢ siendo- congruente con los planteamientos de acci¨®n de gobierno progresista que venimos defendiendo.

Por eso votamos, en su momento, en contra del pliego de condiciones del concurso, fundamentando nuestro voto en que tales condiciones propiciaban la concentraci¨®n de suelo (con 150.000 metros cuadrados de edificabilidad) en unas pocas manos. Un pliego de condiciones que no introduc¨ªa las cautelas necesarias para evitar el oligopolio del suelo y luchar adecuadamente contra la especulaci¨®n y que no controlaba los precios en el momento final del proceso merec¨ªa nuestro rechazo, en coherencia con nuestra filosof¨ªa urban¨ªstica. Por ello votamos en contra de la propuesta presentada por el PSOE.

Declarado desierto el concurso -previsi¨®n que inclu¨ªa el pliego de condiciones-; aprobado en el mismo pleno el instar a la consideraci¨®n por el Consejo de Administraci¨®n de la Empresa Municipal Campo de las Naciones, SA, del estudio de la posible convocatoria de un nuevo concurso por parcelas o de una subasta por parcelas con admisi¨®n previa de ofertas, y abierta tambi¨¦n la v¨ªa de que el proyecto se pueda ejecutar directamente por el Ayuntamiento, lo que procede es convocar el Consejo de Administraci¨®n de la citada empresa para que se pronuncie sobre las alternativas posibles.

Personalmente estoy convencido de que si el equipo de gobierno se siente con capacidad organizativa y de gesti¨®n para llevar adelante directamente el proyecto, no existe ning¨²n problema financiero para hacerlo. Por un lado, fruto de la incapacidad de gesti¨®n del equipo de gobierno municipal, as¨ª corno de los excedentes de ingresos obtenidos, existe un super¨¢vit importante en los ¨²ltimos a?os. Por otro, la autogeneraci¨®n de' fondos que va a producirse como consecuencia de las actuaciones ya aprobadas, el propio calendario de realizaci¨®n de las inversiones previstas y la capacidad de obtener financiaci¨®n ajena que tiene el Ayuntamiento son v¨ªas alternativas o complementarias que garantizan la viabilidad financiera de la operaci¨®n.

?stos son, resumidos, los principios que inspiran la pol¨ªtica urban¨ªstica del CDS: conjugar una actitud decidida por parte del Ayuntamiento frente a la especulaci¨®n del suelo con el respeto e impulso de las iniciativas empresariales que contribuyan a facilitar la vida de los madrile?os.