El surrealismo de Ren¨¦ Magritte a trav¨¦s de 65 lienzos
La Fundaci¨®n Juan March inaugura ma?ana una retrospectiva del pintor belga
La Fundaci¨®n Juan March inaugura ma?ana, viernes, en su sede madrile?a (Castell¨®, 77) una exposici¨®n retrospectiva del pintor belga Ren¨¦ Magritte (Lessines, 1898-Bruselas, 1967), uno de los grandes maestros del surrealismo, cuya obra no hab¨ªa podido ser contemplada en Espa?a hasta ahora. La muestra permanecer¨¢ abierta hasta el 23 de abril y consta de 65 lienzos fechados a lo largo de 45 a?os de actividad, procedentes de numerosos museos y colecciones particulares de todo el mundo.
Los lienzos que se exhiben en la exposici¨®n repasan todas las tendencias ensayadas por este artista y prestan especial aten ci¨®n a su etapa de surrealismo pleno, en la que los objetos, existentes o inventados, acaban siendo el motivo central de su obra. El primer cuadro de la ex posici¨®n es La ba?ista, fechado en 1925, una obra de influen cias claramente cubistas. El sabor de lo invisible (1925), El prisionero (1926) o El paisaje (1927) son algunos de los t¨ªtulos que se exponen dentro de su primera d¨¦cada pict¨®rica, hasta llegar a Los amantes (1928), una de sus obras m¨¢s conocidas, en la que las rostros de dos perso nas, tapados con un velo, se be san, y que es una clara imagen de la riluerte. Algunos cr¨ªticos han interpretado que esta obra, a trav¨¦s de los velos, recoge la terrible experiencia vivida de ni?o por Magritte, cuando su madre se suicid¨® lanz¨¢ndose a un r¨ªo. Otra de las obras m¨¢s inquietantes incluida en la ex posici¨®n es La violaci¨®n (1934) donde el rostro de una mujer est¨¢ representado s¨®lo por su cuerpo.De la etapa en la que adopt¨® la t¨¦cnica impresionista se en cuentra la obra El primer d¨ªa (1943), donde retrata a un joven violonchelista sentado en medio del campo y sobre cuyas rodillas danza una bailarina "Hemos optado por el placer", escribi¨® Magritte en una octavilla a prop¨®sito de esta obra "como reacci¨®n contra tantos a?os de terrores fastidiosos". En una conferencia pronunciada en 1938 hace referencia a que "el surrealismo es revolucionario al ser enemigo irreductible de todos los valores ideol¨®gicos burgueses que mantienen al mundo en sus espantosas condiciones actuales".
El ¨®leo La traici¨®n de las im¨¢genes (1948), en el que una pipa de fumar lleva el famoso pie "Esto no es una pipa", ha sido calificada como una de las obras claves de Magritte, ya que con ella entra en el juego de la negaci¨®n de objetos e incluye una de las im¨¢genes m¨¢s utilizadas en su obra. El arte de la conversaci¨®n (1951) es un lienzo en el que el pintor belga quiere hacer un homenaje a Espa?a colocando un mar como fondo y en primer plano un toro doblado que, con una espada clavada, chorrea abundante sangre por su cuerpo.
La d¨¦cada de los cincuenta se completa con obras como El maestro de escuela (1954), con un hombre tocado con un bomb¨ªn que da la espalda para mirar un horizonte en el que s¨®lo se vislumbra la luna; El mundo invisible (1953-1954), donde una gran piedra colocada ante un balc¨®n sugiere la meditaci¨®n espiritual. Las vacaciones de Hegel (1958) es otra de las obras m¨¢s conocidas y atractivas, en la que un vaso de agua reposa sobre un paraguas y del que Magritte cont¨® que surgi¨® porque ¨¦l quer¨ªa pintar un vaso de agua y lo coloc¨® sobre su oponente natural, el paraguas. "Creo que a Hegel", escribi¨® el pintor, "le hubiera gustado por rechazar y contener el agua".
La ¨²ltima etapa presta especial atenci¨®n a su particular iconograria y pinta manzanas en muchas de sus obras. Una de las principales creaciones de esta etapa final es Las bellas realidades (1964), donde una gigantesca manzana sirve de apoyo a una mesa diminuta.
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