Bush abrir¨¢ el debate sobre la normalizaci¨®n con Cuba

El debate sobre la eventual normalizaci¨®n de relaciones con Cuba, aunque sea una posibilidad muy remota, ha dejado de ser un tab¨² al comienzo de la Administraci¨®n de George Bush y est¨¢ siendo empujado por sectores liberales y por los dem¨®cratas en el Congreso. S¨®lo esta mera probabilidad est¨¢ provocando tensiones en la comunidad exiliada de Miami, en la que los dialogantes son denunciados como "traidores".

Pero el nuevo secretario de Estado, James Baker, que ya ha apuntado el fin de la pol¨ªtica de desestabilizaci¨®n agresiva con Nicaragua, lanz¨® ayer un jarro de agua fr¨ªa sobre los que piden un reexamen del embargo de 28 a?os de Estados Unidos contra La Habana. Un reciente estudio de la Universidad John Hopkins asegura que el levantamiento del embargo supondr¨ªa 750 millones de d¨®lares de incremento del comercio para EE UU."Es muy dif¨ªcil que consideremos normalizar las relaciones en este momento, cuando Castro contin¨²a apoyando la subversi¨®n en Centroam¨¦rica, Chile, Colombia y otros pa¨ªses, y mantiene la represi¨®n en Cuba", afirm¨® Baker en el examen de confirmaci¨®n a que fue sometido por el Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado. Y a?adi¨® que, a pesar de la retirada de las tropas cubanas de Angola, que para algunos observadores es un repliegue del intemacionalismo cubano, "Fidel no ha dado se?ales objetivas de que dejar¨¢ de apoyar la subversi¨®n" en el Caribe.

El secretario de Estado designado prometi¨® adem¨¢s apoyo para iniciar la retransmisi¨®n de Televisi¨®n Mart¨ª, ya presupuestada, hacia Cuba. Las audiencias de confirmaci¨®n de Baker se iniciaron con la petici¨®n del presidente del comit¨¦, el senador dem¨®crata Claiborne Pell, de que la Administraci¨®n de Bush "reexamine" la pol¨ªtica hacia Cuba, que se ha demostrado un "fracaso", despu¨¦s de 30 a?os en "que hemos intentado todo, incluido el asesinato, para desembarazarnos de Castro". Pell se entrevist¨® en La Habana, a finales del pasado noviembre, con Fidel, que le dijo que est¨¢ dispuesto a colaborar con la nueva presidencia para mejorar las relaciones.

Plan de ocho puntos

El senador Pell, a su regreso a Washington, recomend¨® un plan de ocho puntos con avances en temas concretos, que iniciar¨ªa Cuba poniendo en libertad a todos los presos pol¨ªticos, y a lo que responder¨ªa EE UU levantando parcialmente el embargo que decret¨® hace 28 a?os, permitiendo por primera vez el env¨ªo de medicinas norteamericanas a Cuba. Seguir¨ªan una mejora en el servicio telef¨®nico entre los dos pa¨ªses, la colaboraci¨®n entre los servicios de guardacostas para frenar el tr¨¢fico de droga, resolver el tema de las interferencias de radio y la firma por Cuba de la cl¨¢usula de neutralidad del Tratado del Canal de Panam¨¢. Se tratar¨ªa de, paso a paso, crear un clima que permitiera en el futuro encarar el gran nudo de la reanudaci¨®n de relaciones con la isla.Expertos en Latinoam¨¦rica de la Administraci¨®n y del mundo acad¨¦mico consultados por EL PA?S no ven un cambio dram¨¢tico en las relaciones con Castro, pero s¨ª pasos positivos, mediante acuerdos concretos, para mejorar el actual modus vivendi a trav¨¦s de un di¨¢logo "callado y persistente". A pesar de su ret¨®rica, esto es lo que ha ido haciendo Reagan con acuerdos de inmigraci¨®n, radios y visados. "Aparte de romper con la URSS, que no es factible y as¨ª es reconocido en EE UU, no creo que Cuba pueda hacer nada dram¨¢tico para estimular a EE UU a que reanude relaciones y alterar la actual pol¨ªtica", declar¨® el profesor de la universidad Americana William LeoGrande. El obst¨¢culo a la normalizaci¨®n viene m¨¢s por la pol¨ªtica interna norteamericana, la fuerza de los cubanos en el Partido Republicano y el precio pol¨ªtico que tendr¨ªa que pagar Bush que por la pol¨ªtica exterior, dice LeoGrande.

El papel de Cuba en ?frica comienza a desaparecer y su posibilidad de injerencia en Centroam¨¦rica puede resolverse potencialmente si, como parece, la Administraci¨®n de Bush opta por una soluci¨®n diplom¨¢tica en la regi¨®n. "Cuba no ser¨ªa un obst¨¢culo ¨¢ Washington va por ese camino". Y hay muchos que piensan en Washington que si hay alguien que podr¨ªa dar el paso para la normalizaci¨®n, gracias a sus probadas credenciales de duro hacia Cuba, es Bush.

Pero Bush, un campe¨®n de los exiliados cubanos de Miami, que le votaon en bloque y a los que ha prometido no abandonar, declar¨® durante la campa?a que no planea cambiar la actual pol¨ªtica de aislamiento de Cuba.