Despega como puedas
La en¨¦sima huelga en Iberia ha obligado ya a cancelar m¨¢s de un millar de vuelos
Cuarenta minutos antes del despegue de un avi¨®n, un empleado de la compa?¨ªa supervisa la nave. Comprueba, de acuerdo con un esquema est¨¢ndar, las dos alas en su sitio; el fuselaje, sin signos de golpes; las ruedas, en perfecto estado; la bodega, cerrada. Llena los dep¨®sitos de combustible y se asegura de que el parte de vuelo no tiene ninguna indicaci¨®n. Entonces, el t¨¦cnico lo certifica firmando con su n¨²mero de matr¨ªcula en el parte. Esta tarea rutinaria, pero imprescindible, se est¨¢ viendo alterada desde el 23 de diciembre por la hueIga de 621 empleados de Iberia que amenaza con endurecerse.
Los huelguistas, que el viernes anunciaron su intenci¨®n de ampliar a tres d¨ªas semanales los paros, forman parte de un colectivo de unos 1.800 t¨¦cnicos de mantenimiento de aeronaves representados por Asetma. Un sindicato que se ha convertido en la pesadilla de Iberia. De algo m¨¢s de 70 jornadas de huelga que la compa?¨ªa dice haber sufrido en los ¨²ltimo seis a?os, 38 las ha protagonizado Asetma en representaci¨®n de un colectivo constitaido por cuatro especialidades del mantenimiento de aeronaves de las 27 que existen en Iberia.El grupo, es bastante especial, aunque tiene en com¨²n con la gran mayor¨ªa de la plantilla de la compa?¨ªa su procedencia y fomaci¨®n variopinta (que ha obligado a Iberia a intentar una reclasificaci¨®n de sus trabajadores). Unos vienen de centros de formaci¨®n profesional y se han ido especializando en la compa?¨ªa, otros proceden de industrias con escasa vinculaci¨®n aerona¨²tica. Un considerable porcentaje, por ¨²ltimo, estudi¨® en las antiguas escuelas del Ej¨¦rcito.
Sobre todo los veteranos, como Vidal Jim¨¦nez, un especialista en motores de 51 a?os de edad, aficionado desde peque?o a la aviaci¨®n, que se form¨® en la escuela militar de Logro?o y luego en la Maestranza de Getafe. Vidal, conoce a fondo los reactores de la flota de Iberia, donde ingres¨® en 1962. "Nos ocupamos de las revisiones de los aparatos, que son muchas, y dependen de las instrucciones del propio fabricanle. Pueden ser revisiones de tr¨¢nsito diario, a las 1.000 horas de velo o las de gran parada, cuando se desmonta el avi¨®n entero".
Vidal, un hombre grueso con aut¨¦ntico aspecto de obrero, se vi¨® implicado tambi¨¦n en los anteriores conflictos planteados por Asetma, de los que el actual es tan s¨®lo un rebrote.
De hecho, esta huelga viene a ser la misma que se desarroll¨® entre el 11 de abril y el 14 de julio de 1988. Con aquel paro de 27 jornadas laborales, que ocasion¨® unas p¨¦rdidas econ¨®micas similares a las que se han producido ya en el actual conflicto (en torno a los 2.000 millones de pesetas) y una parecida desesperaci¨®n en los usuarios, los huelguistas lograron un cambio de nombre. Pasaron de ser especialistas de campo a t¨¦cnicos de mantenimiento de aeronaves, dentro del grupo de t¨¦cnicos auxiliares. Anteriormente, en 1982 y en 1984, Asetina convoc¨® paros para lograr que se estructurara la formaci¨®n del t¨¦cnico de mantenimiento, en base a las instrucciones de la OACI. Lo consiguieron parcialmente e incluso lograron que Educaci¨®n diera el visto bueno al plan de estudios redactado por el propio sindicato, que se imparte desde 1984 en un instituto de formaci¨®n profesional creado en Madrid. Ahora quieren algo m¨¢s: un convenio franja extraestatutario que, seg¨²n la compa?¨ªa, s¨®lo poseen los pilotos, los oficiales t¨¦cnicos de vuelo y los tripulantes de cabinas de pasajeros. Es decir, un convenio espec¨ªfico para los trabajadores que representa Asetma, que actualmente se rigen por el de los 21.500 empleados de tierra de Iberia.
"En realidad, la cosa es m¨¢s sencilla" explica Mart¨ªn Andino, secretario general del sindicato, "para que lo entienda mi t¨ªo de La Puebla de Montalb¨¢n, estamos en huelga porque luchamos por nuestra identidad profesional. Queremos tener la misma especializaci¨®n que los chicos que salen del instituto de formaci¨®n profesional. Queremos que la compa?¨ªa nos d¨¦ cursos de adaptaci¨®n porque el problema que nos acucia es que nuestras especialidades se est¨¢n quedando anticuadas, y con la apertura del Mercado Europeo podemos quedar en situaci¨®n de peonaje". Andino se refiere al hecho de que en el instituto no se estudian ya las cuatro especialidades que dominan estos t¨¦cnicos dentro de Iberia: motoristas, montadores, electricistas y radios. Las dos primeras se han fundido en la especialidad de mec¨¢nico, y las dos ¨²ltimas, en la que ha sido bautizada con el desafortunado nombre de avi¨®nico.
El a?o pasado sali¨® del instituto la primera promoci¨®n de avi¨®nicos y mec¨¢nicos sin que Iberia, preocupada por los delirios de grandeza de este colectivo, haya primado a estos j¨®venes sobre otros candidatos procedentes de otros centros. En cualquier caso, la compa?¨ªa dedica no menos de dos a?os a la formaci¨®n de los t¨¦cnicos de mantenimiento, una especializaci¨®n ligada a cada modelo de aeronave, y considera que las tareas encomendadas a estos trabajadores no requieren m¨¢s cualificaci¨®n.
Sin campo de juego
"Asetma es de temer', dice una fuente de Iberia. "Siempre plantea cuestiones innegociables, pero esta vez no podemos hacer nada. La intenci¨®n negociadora de la empresa no tiene campo de juego. Ellos deben llevar sus reivindicaciones al comit¨¦ intercentros". De momento, la compa?¨ªa que ha despedido a 79 trabajadores por no respetar los servicios m¨ªnimos, -entre ellos al comit¨¦ de huelga- y ha suspendido de empleo y sueldo a otros 24, viene insertando anuncios en la Prensa en la esperanza de cubrir cuanto antes las bajas, -ya hay 70 contratados, que Iberia espera poner a funcionar en unos d¨ªas.Quiz¨¢ una reivindicaci¨®n econ¨®mica diera m¨¢s juego para la negociaci¨®n. Pero en este conflicto no se ha dicho una sola palabra de dinero, aunque la cuesti¨®n aflora apenas se abordan las razones del malestar de estos t¨¦cnicos. "Cobramos entre las 94.000 nada m¨¢s ingresar en la compa?ia y las 137.000, m¨¢s o menos, de los jefes de secci¨®n", apunta Antonio Garc¨ªa Hern¨¢ndez, presidente de Asetma. Y eso que ahora, "Iberia es una compa?¨ªa rentable, sobre todo por el mantenimiento de aviones extranjeros, [que el a?o ¨²ltimo ha supuesto m¨¢s de 10.000 millones de ingresos]", a?ade Andino, uno de los mas cr¨ªticos con la "desorganizaci¨®n" de Iberia, que, sin embargo, encuentra su trabajo con los aviones "cautivador" y se duele de que haya que plantear continuamente conflictos para conseguir mas formaci¨®n.
Con caras algo preocupadas le escuchan varios compa?eros despedidos, que, si se cumple lo que asegura Antonio Garc¨ªa, recibir¨¢n su salario a fin de mes "gracias a las aportaciones de todos los compa?eros e incluso de la federaci¨®n sindical en la que estarnos integrados con los pilotos (FESA)". Los pilotos son efectivamente los que, aun con cierta timidez, m¨¢s han apoyado a los huelguistas. El resto de los compa?eros de tierra, a juzgar por lo manifestado por los representantes sindicales (UGT, CC OO y USO son mayoritarios) est¨¢n casi tan escandalizados como la empresa, uno de cuyos directivos comentaba recientemente: "Somos una gran compa?¨ªa, hasta hace unos meses la m¨¢s rentable de Europa, y cuando sales fuera a encuentros internacionales observas que tiene un gran peso lo que dice Iberia. Lo malo es cuando vuelves y ves que para los empleados la compa?¨ªa es una mierda".
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