La especulaci¨®n y el enga?o enturbian el mercado de obras y objetos dalinianos
Todos los conocedores de la peculiar¨ªsima situaci¨®n de la obra de Salvador Dal¨ª en el contexto mundial del mercado art¨ªstico coinciden en afirmar que: la verdadera guerra de sucesi¨®n por la explotaci¨®n comercial del legado daliniano comienza ahora, tras la muerte del pintor. Seg¨²n diversas estimaciones, el volumen de negocios generado por la comercializaci¨®n mundial de obra gr¨¢fica y objetos creados por Dal¨ª se ha situado por encima de los 400 millones de d¨®lares (m¨¢s de 40.000 millones de pesetas) en los ¨²ltimos cinco a?os. Desde hoy se espera que las cotizaciones se disparen.
Las obras y objetos que protagonizan este comercio, sin embargo, no son cuadros originales de Dal¨ª -de los que existe una cantidad limitada, situable alrededor de las 1.000 obras-, que est¨¢n catalogados y debidamente autentificados. El mercado daliniano se vuelve turbio en la venta de obra gr¨¢fica, esculturas y objetos dise?ados por Dal¨ª.La m¨¢s destacable de las obras originales que sali¨® a la venta en a?os recientes fue el cuadro titulado La batalla de Tetu¨¢n, de 3,04 X 3,96 mel 'ros, subastado el 11 de noviembre de 1987 en la sala Sotheby's de Nueva York y vendido por 2,42 millones de d¨®lares (m¨¢s de 250 millones de pesetas), precio r¨¦cord por una obra daliniana.
Un portavoz de Sotheby's de Nueva York, consultado por este diario, se?al¨®: "La aparici¨®n de obras originales de Dal¨ª en las subastas es relativamente infrecuente, porque ha sido un pintor no muy prol¨ªfico y no quedan muchas obras en el mercado. Es muy cotizado y, posiblemente, tras su muerte saldr¨¢n a subasta obras de colecciones particulares y los precios se disparar¨¢n. En sus cuadros al ¨®leo no suele haber dudas, pero nuestra politica es de no admitir jam¨¢s para la venta obra gr¨¢fica u otro tipo de objetos, dadas las enormes irregularidades que existen en torno a ellos".
La mayor¨ªa de los expertos en arte espa?oles y extranjeros insisten mucho en separar las cotizaciones de los cuadros y de la obra gr¨¢fica, cuya autenticidad ponen en duda y para la que vatizinan incluso un descenso de precios. "Los cuadros originales de gran formato, especialmente los de principios y mediados de la d¨¦cada de los a?os treinta, pueden alcanzar en el futuro", seg¨²n Charles Allfopp, director de la sala Christie's de Londres, precios superiores a los 4 o 5,millones de d¨®lares (m¨¢s de 400 o 500 millones de pesetas).
Muy pocos cuadros originales de Dal¨ª han salido a la venta ¨²ltimamente en Espa?a, aunque se cree que, tras el fallecimiento del artista, bastantes coleccionistas particulares espa?oles decidir¨¢n desprenderse de sus obras. En estos momentos, la galer¨ªa Theo de Madrid presenta, dentro de una muestra llamada Grandes en peque?o formato, un cuadro de Dal¨ª, fechado en 1934 y titulado Maturaleza muerta de tel¨¦fonos que se vende por 60 millones de pesetas. Varias galer¨ªas madrile?as y barcelonesas pondr¨¢n a la venta obras de Dal¨ª en la feria de arte Arco 89, a celebrar en la ca pital espa?ola la pr¨®xima semana.
La mayor parte de cuadros originales de Dal¨ª se encuentran en museos y colecciones particulares de todo el mundo y s¨®lo suelen salir a la venta cuando alguno de los propietarios se desprende de ellos. Se cree que Dal¨ª posee una colecci¨®n de esculturas y cuadros -depositados en el castillo de P¨²bol (Gerona)cuyo valor se sit¨²a entre 1.500 y 2.000 millones de pesetas. La mayor colecci¨®n privada de Dal¨ª del mundo la posee el norteamericano Reynolds Morse, que la exhibe en su museo de la localidad de Saint Petersburg (Florida). En Espa?a, la mayor colecci¨®n de Dal¨ª se exhibe en el Teatro-Museo de Figueres. El Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo tiene cuatro cuadros.
Caos de reproducciones
El caos que rodea la obra gr¨¢fica de Dal¨ª tiene or¨ªgenes y manifes taciones diversos. Todos los co nocedores de la vida y obra de Dal¨ª coinciden en se?alar que el primer responsable es el pintor que otoi g¨® los derechos de reproducci¨®n y comercializaci¨®n de su obra a distintas personas (a sus sucesivos secretarios John Peter Moore, Enric Sabater y Robert Descharnes, adem¨¢s de a otros negociantes en arte) y en momentos diversos, sin preocuparse demasiado de que las distintas ccsiones entraran en conflicto entre s¨ª y con sus disposiciones testamentarias, que benefician a II Fundaci¨®n Gala-Dal¨ª y a las instituciones catalanas y espa?olas. Por otro lado, algunas de estas cesiones se realizaron ante notarios y tribunales de lugares como las Bermudas, Cura?ao o Jamaica, cuyas legislaciones difieren de las normativas europeas y norteamericanas.
Adem¨¢s del caos legal, la obra gr¨¢fica y los objetos dalinianos son objeto de duda en el mercado internacional de arte, porque existen, por ejemplo, cuatro clases de litografias de Dal¨ª: las originales, en cuyo tiraje intervino personalmente el artista; las que son pro lucto de un tiraje suplementario (y fraudulento) de aqu¨¦llas sobre hojas en blanco firmadas por Dal¨ª; las que fueron integramente tiradas sobre hojas en blanco previamente firmadas por el pintor, a partir de copias de dibujos realizados por ¨¦l y, por ¨²ltimo, las falsificaciones sobre papeles en los que alguien imitaba la firma del artista. Una investigaci¨®n del FBI (Federal Burcau of Investigation) norteamericano, realizada en 1984, se?alaba que de algunas litografias cuyo tiraje oficial era de 500 ejemplares, se han llegado a fabricar 50.000 copias.
Los ¨²ltimos descubrimientos de obra gr¨¢fica falsa de Dal¨ª se realizaron el mes de julio del pasado a?o en la regi¨®n francesa de Dr?me donde un equipo de investigaci¨®n de la Gendarmer¨ªa francesa desenmascar¨® a una red de traficantes que cobraba entre 120.000 y 240.000 pesetas por litografias, de Dal¨ª completamente falsificadas (en la firma y el grafismo). En octubre, la polic¨ªa de Nueva York puso fin a las actividades de otra red semejante, que vend¨ªa sus falsificaciones a precios entre 160.000 y 650.000 pesetas.
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