El coleccionista Reynolds Morse desea ampliar a Catalu?a las actividades de su museo daliniano de Florida

"Salvador Dal¨ª era un pintor catal¨¢n y el lugar donde su legado debe tener mayor presencia es Catalu?a", dijo ayer a este diario Arnold Reynolds Morse, amigo del pintor fallecido y propietario de la mayor colecci¨®n privada del mundo de obra original daliniana. "A partir de ahora", se?al¨® Morse, "no estaremos tan aislados como en los ¨²ltimos tiempos; hemos soportado el estar privados de acceso a nuestro amigo en sus ¨²ltimos a?os y mientras tanto hemos consolidado las actividades del museo de Saint Petersburg (Florida, EE UU), pero ahora queremos aportar nuestra experiencia y el profesionalismo de nuestra fundaci¨®n para que la obra de Dal¨ª est¨¦ a¨²n m¨¢s presente en su tierra natal; quiero que en Catalu?a tambi¨¦n se note la existencia de la Salvador Dal¨ª Foundation"."No tengo la menor intenci¨®n de tomar partido en la pol¨¦mica que ha rodeado a Dal¨ª durante los ¨²ltimos a?os", dij¨® Morse, "entre otras cosas porque a mi esposa y a m¨ª, que ¨¦ramos buenos amigos suyos, nos han impedido todo contacto con ¨¦l e incluso nos han disuadido de venir m¨¢s a menudo a Figueres, de modo que no conozco en detalle lo que ha sucedido, pero s¨ª quiero decir que durante estos d¨ªas de duele y en los preparativos y desarrollo del entierro, hemos advertido hechos y palabras de un extraordinario mal gusto por parte de algunos de los llamados colaboradores de Dal¨ª".

Reynolds Morse y su esposa Eleanor viajaron ayer desde Figueres a Cadaqu¨¦s para recorrer los paisajes dalinianos de Port Lligat y para mantener una entrevista con otros amigos y ex colaboradores de Dal¨ª tambi¨¦n privados del acceso al pintor en los ¨²ltirnos a?os. El editor barcelon¨¦s Eduard Forn¨¦s, a quien los conocedores del universo daliniano consideran como el agente en Catalu?a del ex secretarlo de Dal¨ª Enric Sabater, mantuvo contactos con Morse en Saint Petersburg en los d¨ªas anteriores a la muerte del pintor. En esos contactos y en la reuni¨®n (le ayer en Cadaqu¨¦s, en la que pudo participar tambi¨¦n el otro ex secretario de Dal¨ª, el capit¨¢n John Peter Moore, se comenz?, a discutir la creaci¨®n de una instituci¨®n privada para la exhibici¨®n y difusi¨®n de la obra daliniana, que tendr¨ªa su sede en Catalu?a, probablemen te en Cadaqu¨¦s o P¨²bol. El capit¨¢n Moore es propietario de sendas casas en los dos pueblos mencionados, as¨ª como de un museo daliniano, escasamente dotado, en Cadaqu¨¦s. Pese a la parquedad de este museo, Moore posee una colecci¨®n privada de obra daliniana.

"Es muy pronto para dar detalles; de hecho, no hemos todav¨ªa empezado a pensar qu¨¦ podemos hacer, ni exactamente con qui¨¦n", explic¨® Moorse, "y adem¨¢s no quer¨ªamos complicar todav¨ªa m¨¢s la situaci¨®n de guerra declarada que parece haber entre los colaboradores m¨¢s recientes de Dal¨ª. Creo que es un momento de luto y de respeto, y a mi esposa y a m¨ª s¨®lo nos interesa realzar su obra. Adem¨¢s, estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho en Saint Petersburg y queremos que, en el futuro, esto pueda verse tambi¨¦n fuera de los Estados Unidos, en Catalu?a y en el resto de Espa?a y Europa. Por otra parte, tengo el absoluto convencimiento de que, en el empe?o por proteger el legado daliniano, nosotros estamos del lado bueno".

Arnold Reynols Morse es un ingeniero industrial de Cleveland (Ohio, EE UU) que se hizo multimillonario a finales de los a?os treinta con una patente para la fabricaci¨®n de pl¨¢sticos inyectados. Su esposa Eleanor y ¨¦l conocieron a Dal¨ª y a Gala en el verano de 1942. Aunque Morse se limita a sonre¨ªr cuando se le pide que confirme la historia -lo m¨¢s que admite es que conoci¨® a Dal¨ª en "un lugar p¨²blico"-, la leyenda cuenta que el pintor y ¨¦l se vieron por vez primera en uno de los lavabos p¨²blicos del hotel Saint-Regis de Nueva York. Ante el extra?o aspecto de Dal¨ª, Morse le pregunt¨® si era un artista y el pintor ampurdan¨¦s replic¨®: "Yo soy el mejor artista". Morse quiso ver sus cuadros y se enamor¨® de ellos. Le compr¨® tres en el acto y le dijo a Dal¨ª: "Cada vez que necesite unos miles de d¨®lares, m¨¢ndeme un cuadro". De este modo, el millonario lleg¨® a poseer un centenar de cuadros originales de Dal¨ª, adem¨¢s de unas 1.200 litograflas y grabados y un n¨²mero impreciso de apuntes y acuarelas, que mostr¨® al p¨²blico a partir de 1971.