El rostro
El cine solo puede renovarse desde el interior. Estamos habituados a la reproducci¨®n fotogr¨¢fica y nos gusta encontrar en el cine lo que conocemos en el exterior de la vida. Nos hemos dejado hipnotizar por la fotograf¨ªa y ahora nos toca liberarnos de ella: servirnos de la c¨¢mara, pero suprimiendo a la c¨¢mara. La fotograf¨ªa nos sirve s¨®lo en la medida que nos proporciona un nuevo lenguaje, un nuevo estilo, una forma nueva de arte.El estilo de un filme procede de un conjunto de factores, como el juego del ritmo y del encuadre, las relaciones de intensidad de las superficies, las interacciones entre la luz y la sombra, los deslizamientos de la lente. Todo esto, asociado a la idea que el cineasta tiene de su oficio, decide la existencia de un estilo (...).
?Como es posible seg¨²n esto la renovaci¨®n del cine en cuanto arte? S¨®lo mediante la abstracci¨®n, es decir: mediante algo que exige al artista saber abstraerse a s¨ª mismo de la realidad, para as¨ª dar fuerza al contenido espiritual de su trabajo. La facultad de abstraer es esencial en la creaci¨®n cinematogr¨¢fica, porque permite al filme ser algo m¨¢s que un objeto visual, convertirse en un suceso espiritual. - Esto quiere decir que debemos encontrar para el cine nuevos principios de creaci¨®n: el cineasta debe hacer que la realidad obedezca a su sentido est¨¦tico. De esta manera, su obra sacudir¨¢ bruscamente la sensibilidad de la gente y estas sacudidas les conducir¨¢n hacia nuevas rutas.(...)
Quien haya visto mis pel¨ªculas (las buenas, no las malas) sabr¨¢ la importancia que doy al rostro de los seres humanos. Es esta una tierra que nunca estar¨¢ suficientemente explorada. No hay en cine experiencia m¨¢s noble que captar la expresi¨®n de un rostro , contemplar c¨®mo un rostro, animado desde el interior de s¨ª mismo, se transforma en poes¨ªa. (Extracto de Les cahiers du cinema, 1956).
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