El Grupo de los Siete cree que ni la inflacci¨®n ni los tipos de inter¨¦s exigen 'operaciones de cirug¨ªa'

Las perspectivas de la econom¨ªa mundial son positivas, m¨¢s brillantes que hace unos meses, y ni el d¨®lar, la inflaci¨®n o los tipos de inter¨¦s exigen operaciones de cirug¨ªa. Con este diagn¨®stico confiado, del que s¨®lo escapa el nubarr¨®n de la deuda de los pa¨ªses en desarrollo, los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del Grupo de los Siete se despidieron en la madrugada del viernes en Washington, tras una reuni¨®n de rutina que no mereci¨® tan siquiera un comunicado final, en la que reafirmaron que no hay nada que hacer que no se est¨¦ ya haciendo.

Los grandes de Occidente reafirmaron en la capital norteamericana que cooperar¨¢n para mantener la estabilidad de los tipos de cambio y aceptaron la idea de que su estrategia sobre la deuda del Tercer Mundo ha fracasado y debe ser reformada. Pasaron revista a varias ideas, centr¨¢ndose en c¨®mo estimular a los bancos privados a que incrementen el insuficiente nivel actual de cr¨¦ditos, sin llegar a ninguna conclusi¨®n. Pero ordenaron a los t¨¦cnicos que estudien las distintas propuestas que hay ya sobre la mesa.La reuni¨®n de abril del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, en Washington, es la pr¨®xima oportunidad para avanzar hacia una nueva estrategia de la deuda. Pero una decisi¨®n final que enterrar¨ªa el Plan Baker s¨®lo se adoptar¨ªa en la cumbre econ¨®mica de jefes de Estado y' de Gobierno de los siete, el 14 de julio en Par¨ªs, inform¨® el primer ministro japon¨¦s, Noboru Takhesita, tras entrevistarse con Bush.

Mientras los siete (EE UU, Jap¨®n, la RFA, el Reino Unido, Italia, Francia y Canad¨¢) celebraban su primera reuni¨®n con George Bush ya en la presidencia, los mercados pon¨ªan a prueba su pol¨ªtica de intervenci¨®n coordinada. Para evitar una subida del d¨®lar, que se aproxim¨® al nivel secreto, considerado como m¨¢ximo tolerable, de 1,9 marcos o 140 yens, la Reserva Federal norteamericana y una decena de bancos centrales vendieron el viernes, masivamente, d¨®lares para intentar detener el alza.

El Grupo de los Siete reiter¨® que mantendr¨¢ el d¨®lar a los niveles actuales -bastante altos- que se consideran aceptables, y el ministro de Finanzas de Jap¨®n, Tatsuo Murayama, insisti¨® tras la reuni¨®n que "debe haber coordinaci¨®n en la pol¨ªtica de los tipos de cambio". "En este sentido no hay cambios", explic¨®, tras la reuni¨®n, el anfitri¨®n de la misma, el secretario del Tesoro norteamericano, Nicholas Brady. Las expectativas inmediatas son de un d¨®lar m¨¢s alto.

Aumento del empleo

El anuncio, el viernes, de un aumento del empleo y un fuerte crecimiento de la econom¨ªa norteamericana presagian que la Reserva Federal, para enfriar la econom¨ªa y evitar el rebrote de la inflaci¨®n, subir¨¢ los tipos de inter¨¦s a corto haciendo m¨¢s atractiva la compra de d¨®lares.

El encuentro no ha tenido "nada de misterioso", a?adi¨® Brady. Y uno de los ministros participantes consider¨® que "no era esencial y no est¨¢ explicado por ninguna necesidad especial". La ausencia de circunstancias excepcionales que exijan un cambio brusco de pol¨ªtica, explica la decisi¨®n de no emitir un comunicado conjunto.

Pero a pesar de la ausencia de novedades, el responsable de las finanzas alemanas, Gerhard Stoltenberg, y su colega franc¨¦s, Pierre Beregovoy, que hab¨ªan insistido en la celebraci¨®n del encuentro, vuelven satisfechos a Europa. Dijeron que se ha garantizado la continuaci¨®n del proceso de consultas y de cooperaci¨®n econ¨®mica Jap¨®n y, sobre todo, los socios europeos del club de los siete obtuvieron garant¨ªas de que la presidencia de Bush est¨¢ "firmemente determinada" a reducir el d¨¦ficit presupuestario, que provoca inestabilidad en el sistema econ¨®mico internacional.

La reuni¨®n de Washington ha servido de presentaci¨®n de la nueva Administraci¨®n ofreciendo, le primera mano, seguridades sobre la actitud econ¨®mica internacional de Bush. EE UU mantendr¨¢ el proceso de cooleraci¨®n y comprende, aunque Brady no ofreci¨® detalles de c¨®mo se har¨¢, que tiene que redi icir el d¨¦ficit fiscal. "No tengo razones para dudar de su intenci¨®n", dijo Berogovoy Un alto millonario norteamericano explic¨® que "parec¨ªan satisfechos, pero no prometimos nada espec¨ªfico".

Y, seg¨²n los responsables europeas asistentes, en la cena del jueves y en las sesiones del viernes se avanz¨® en el debate de afrontar el problema de la deuda eterna del Tercer Mundo. Ya Bush, antes de asumir el poder, pidi¨® una revisi¨®n total del Plan Baker y dijo que quiz¨¢ no sean suficientes las soluciones t¨¦cnicas.